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La estación Chico en las entrañas del río Chagres
- 20/01/2019 01:00
- 20/01/2019 01:00
El agua es el motor que mueve el Canal de Panamá, la pieza estelar de la economía del país. De aquí la importancia de proteger los caudales del río Chagres, que provee agua para los esclusajes de la vía acuática y para el suministro a dos millones de personas en las ciudades de Panamá y Colón.
A las nueve de la mañana, un sol implacable se dejaba sentir en el Puerto Corotú, a orillas del Lago Alajuela, cuando un grupo de diez personas iniciaron una travesía con destino a la estación hidrométrica Chico, donde se colecta y procesa información que permite medir los caudales del río Chagres.
Abordamos una piragua para navegar las aguas del Lago Alajuela y el río Chagres que resguarda una gran cantidad de naturaleza, cultura e historia de grupos indígenas y españoles. Hay que recordar que a finales del Siglo XVI, el río Chagres fue usado para transportar personas y mercancías desde el Fuerte de San Lorenzo hasta Venta de Cruces.
Es una travesía cautivadora donde la frondosa vegetación y el caudaloso río crean un ambiente verde intenso. A poco más de 10 minutos del puerto, grupos indígenas ataviados con sus atuendos tradicionales de llamativos colores aparecen como un atractivo para el turismo.
El viaje continúa en calma, sin mayores contratiempos. Solo por breves espacios de tiempo, en dos ocasiones, el palanquero tiene que arrastrar la piragua para sortear áreas donde la estación seca ha producido una baja en los caudales del río.
Cuarenta y cinco minutos después del inició de la travesía, la piragua se detiene en una de las orillas. La mirada de los viajeros se fija en dos pequeñas casitas blancas con detalles rosados donde funciona la estación hidrométrica de Chico, que está a cargo de la administración canalera. ‘Es el lugar de destino', comentó un compañero.
La estación, instalada en 1,932, que permite medir los caudales de agua del río Chagres que llegan hasta los embalses de Alajuela y Gatún, cuenta con una pista de aterrizaje para helicópteros y un área de pernoctación para los técnicos. Los años de funcionamiento que tiene la estación han permitido colectar valiosos registros que permiten realizar investigaciones.
UNA PRUEBA
Un técnico se dispone a mostrar cómo funciona. Usa un cablevía, un torno, un molinete y un plomo, que conjuntamente con un marcador conforman el equipo de mediciones. Usando el cablevía se traslada a un punto medio del río para realizar las mediciones de los caudales.
Luis Martez, técnico en hidrología, colocó el marcador en cero antes de dejar caer el plomo al fondo de las aguas: ‘es para determinar la profundidad del río'. También deja caer un molinete sobre las aguas para determinar la velocidad de los caudales.
‘La estación Chico es de suma importancia para el Canal porque permite medir los caudales que llegan a Alajuela
JHONY CUEVAS,
UNIDAD DE HIDROLOGÍA OPERATIVA DEL CANAL DE PANAMÁ
Poco minutos después, el marcador timbra y en una cajilla aparece un número: 2.71.42 pies sobre el nivel medio del mar (elevación real del río). En ese momento empieza a enviar información en tiempo real a las oficinas del Canal, en Corozal Oeste. ‘Cada tres minutos, el equipo hace una lectura y la envía a través de la telemetría', explicó el técnico. El equipo registra los mínimos cambios de las precipitaciones y elevaciones, añade.
Los datos son usados para los balances hídricos diarios, mensuales y anuales de la empresa canalera.
En los eventos naturales de la tormenta La Purísima, entre el 7 y 9 de diciembre de 2010,que tuvieron como consecuencia la suspensión por 17 horas de las operaciones canaleras, la estación Chico permitió determinar un récord histórico en las precipitaciones de la cuenca hidrográfica canalera.
‘Es importante para los tomadores de decisiones conocer cuánta agua entra y sale', explicó Jhony Cuevas, de la Unidad de Hidrología Operativa del Canal de Panamá. Esto, con un propósito: hacer un uso eficiente de agua que permita garantizar las operaciones canaleras y el uso para consumo humano.
De acuerdo con los registros, en la cuenca canalera caen precipitaciones por 8,775 mm3 (milímetros cúbicos), anualmente. Un 54% se pierde por razones naturales, vertidos controlados y fugas.
La primera estación de registro de lluvias fue instalada en 1861 en la isla de Taboga. Posteriormente, cuando se inició la construcción del Canal de Panamá se instalaron otras en Balboa, Gamboa e isla de Naos. Actualmente, la administración canalera cuenta con una red de estaciones en diferentes puntos para medir viento, aguas, lluvias, y temperaturas del mar.
Son casi las dos y treinta de la tarde, el sol continúa implacable, es hora de iniciar el viaje de regreso.