La estrategia de Panamá para desmitificar aquello de que solo somos un país de tránsito ya está sonando fuera de nuestras fronteras, y es un esfuerzo que merece la pena reconocerlo. No se puede perder el norte de que el turismo es un sector crucial y en constante crecimiento, capaz de generar empleos y dinamizar economías, especialmente en los países -como el nuestro- en desarrollo. Hace apenas unos días, en Medellín se anunció una alianza entre Panamá y Colombia para que los viajeros pueden hacer una escala en Panamá, como país de conexión, de manera totalmente gratuita, para que en la espera, antes de llegar a su destino final, los turistas puedan conocer todas las maravillas que Panamá tiene para ofrecer. La experiencia internacional demuestra que los países se posicionan como potencias turísticas cuando los planes de mejora y transformación son permanentes. Por ello, este plan llamado por Panamá ‘Stop Over’, debe ampliarse con el fin de cautivar a cada viajero de la región que pise Tocumen. Debemos creer y contar que somos el mejor país de la región, que sólo aquí se podrá desayunar en el Pacífico y almorzar en el Caribe, vivir deportes extremos, disfrutar de las montañas y deleitar una gastronomía rica de influencias regionales. Aquí, no lo olvidemos nunca, hay una multitud de posibilidades para escoger, entre muestras culturales y de tradiciones, encuentros musicales y de baile, turismo ecológico y de lujo. También es necesario entender que el trato al turista es fundamental, hay que hacerlo sentir en casa, para que cuando regrese a su país nos recomiende como destino. Los avances de esta industria exigen permanencia en la estrategia y la colaboración de todas las partes implicadas. Que sigamos por más.

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