Esta semana un joven casi muere por no ser atendido en la Unidad Local de Atención Primaria de Salud de Capira. Un caso que se hizo viral tras la denuncia de su hermano, quien narraba el hecho -con él joven moribundo en sus brazos- por redes sociales. El presidente José Raúl Mulino, calificó de “imperdonable” el comportamiento del funcionario de la CSS. Este acto ha generado gran indignación en toda la sociedad y ha provocado la reacción inmediata de las autoridades gubernamentales. Sin embargo del dicho al hecho hay un largo camino a la acción. Lamentablemente, esta vergonzosa realidad no es nueva. Hay que tener en cuenta que ofrecer atención de salud de calidad a la población no es solo un deber del Estado, consagrado en la Constitución, sino un derecho básico de todas las personas, que debe ser garantizado sin excusas. Pese a que el sistema de salud pública adolece de falta de medicamentos e insumos, infraestructuras en mal estado, el poco o inexistente servicio especializado en el interior del país , nada justifica que quien debe garantizar la vida, mire a otro lado y no cumpla con su obligación.Con la salud no se juega y eso hay que tenerlo bien claro.Ahora, más que nunca, la cohesión y coordinación de la Caja del Seguro Social y el Ministerio de Salud debe dar resultados ante años de fracasos. No pueden repetirse errores del pasado. Urge una transformación robusta, con planes y fiscalizaciones continuas. La mala atención médica mata más que la falta de ella.

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