El espejo público

La tabla de cristal gubernamental es donde se tienen que reflejar las gestiones públicas de los servidores públicos (son todos aquellos que perciben remuneración del Estado, art. 299 Constitución), la mayor parte proviene del sector privado, donde el ahorro y la eficiencia son modelos a seguir en la empresa privada. Ahora, al desempeñarse como servidores públicos se disocian para no asumir, ni garantizar, como tampoco asegurar los ACTIVOS del Estado, para el beneficio del país. Estos individuos permiten, de manera solapada, los perjuicios, los daños, hasta pérdidas en la gestión pública, introduciendo conceptos en el lenguaje escrito de las documentaciones oficiales, tales como las acepciones, los términos o palabras para posesionarse con acciones y efectos para disociarse. Además, estos servidores públicos entienden como política, el arte de lo posible para la dilapidación del dinero de los contribuyentes, como efecto para malgastar en el culto superfluo.

Comienzo por la dilapidación creando las juntas directivas, por encima del organismo funcional, con el único interés de asignar para los bolsillos personales de cada miembro la DIETA, con un monto significativo en la modalidad de dualidad de compensación de pago por los servicios personales, la remuneración. La pregunta es; ¿dónde está la eficiencia de la entidad?

En los momentos actuales, según mis observaciones, los espejos están empañados, ya que menguan los méritos de los patriotas e igualmente disminuyen la estima y respeto de la dignidad de la República, cito: los “Panama Papers”.

Tengo que resaltar que las organizaciones funcionales están diseñadas en base a la estructura jerárquica, donde cada nivel tiene responsabilidades en su condición de unidad ejecutora. De manera que se da a conocer que cada oficina, hasta las direcciones, en el proceso de dimensiones administrativas está involucrada en el servicio. Por otro lado, mientras que muchos trabajadores en sus labores con sacrificios, siempre aplicado al cuidado de su casa y con el espejismo de los Gobiernos en espera de solucionar sus necesidades y problemas comunitarios, estos panameños parecen ser esclavos de los trúhanes políticos.

Dicho esto, es importante darles a conocer lo siguiente: las concesiones, la sociedad panameña las considera como los entuertos gubernamentales; las contrataciones públicas las conceptúa como afectaciones y lesiones a las tributaciones y servicios mal prestados o mal servidos; y en varios acuerdos de asociaciones públicas privadas, los contribuyentes las estiman como una afrenta nacional. En esta última, en la modalidad de acuerdos en el desarrollo organizacional no “constan públicamente las transparencias”, lo siguiente: el aporte presupuestario, la contabilidad y las utilidades. De manera que los Activos del Estado no están fijados de manera estructural con un diseño correcto de representatividad de los servicios y bienes del Estado (los arts. 257 al 259 y 266 de la Carta Magna).

Finalmente, en la búsqueda de los sanos principios del manejo administrativo en el proceso gubernamental hacen falta, en urgencia evidente, las auditorías administrativas; y en urgencia notoria, la transparencia en la administración pública, dentro del marco del espejo público.