Pintar sin pinturas

Actualizado
  • 26/08/2024 00:00
Creado
  • 25/08/2024 16:48
Producto de su residencia artística, Krystle Lemonias presentó sus obras relacionadas con el trabajo en el Canal de Panamá y elaboradas con retazos de telas

La jamaiquina Krystle Lemonias fue invitada por la Fundación Casa Santa Ana para desarrollar una residencia artística. Su particular trabajo desarrollado a partir de una infinidad de retazos de telas de diferentes coloridos y texturas llamó la atención de la fundación. Pero lo que motivó a la artista a venir a Panamá, fue la oportunidad de ahondar en su historia familiar. Su tatarabuelo, le había contado su padre, trabajó en el Canal de Panamá.

“Desde que tengo uso de razón, escuche esa historia por mi padre, él creció con esa historia y cuando Johnny (Roux) me propuso venir, despertó la idea de que esa era la oportunidad de referirme sobre esta parte de mi historia y cómo esta mano de obra [en el Canal] involucra a la sociedad panameña. Por un año estuve leyendo, buscando historias de otros trabajadores, y me percato de la cantidad de gente de alrededor del Caribe que estuvo aquí generando una fuerza económica, pero yo no lo sabía. ¿Cómo es que esta historia no es contada?”, se dijo a sí misma.

Su proyecto se convirtió en una manera no solo de contar la historia de su tatarabuelo. “No sé mucho más del hecho de que estuvo aquí, ¿qué hacía? No lo sé. No lo he averiguado todavía. Han sido seis semanas y esto recién ha empezado. Estoy apenas rasgando la superficie. Pero durante esta travesía, mientras he estado aquí he podido aprender sobre la historia de muchas familias que vinieron, y regresaron y también los que se quedaron, cómo se han integrado a la sociedad panameña”, cuenta.

“Estar aquí me ha dado la oportunidad de hacer este trabajo. Aprender más y hacer esta información que en los museos está accesible a los individuos para que puedan ver sus historias, puedan conectar con porque estas historias y el saber de dónde vienes te hace encontrar el valor que quieres tener en cualquier cosa que hagas en la vida”, reconoce.

En Panamá, Lemonias tuvo la oportunidad de visitar el Museo del Canal y revisar sus archivos. Algunas de las imágenes fotográficas de esa colección han servido de base para la creación de las piezas. Pero su investigación también ha incluido visitas online a la Biblioteca Nacional de Jamaica. Ambas instituciones han tenido un papel integral para conocer la historia de estos individuos.

Entre sus fuentes, destaca el libro de Oliver Senior, Dying to better Themselves, West indians and the building of the Panama Canal. “Ha sido la guía que me ha ayudado a tener un mapa de ruta, para entender a través de la investigación, venir al Canal además de la investigación a través de tantas fuentes, me ha permitido tener mi propia visión de las historias y poner imágenes”. Se refiere a imágenes históricas que debido a su edad, son en blanco y negro, pero ella les ha dado una vida mueva con los colores de las telas que ha utilizado.

Pintar con telas

La técnica utilizada por Lemonias para desarrollar su trabajo empezó a gestarse en sus años de estudiante durante un curso de arte experimental. “El reto era crear una pintura sin pintura. Debías usarlos principios de la pintura, estructurar una paleta y decidí utilizar telas como ese medio”, explica.

Inicialmente hizo un retrato resultado de una mezcla de t-shirts de diferentes actividades: una maratón de 5 kilómetros, programas de voluntariado, una variedad de actividades que se desarrollan en la vida escolar. “Vi cómo el branding y los bienes consumibles construyen una identidad, y pensé que a través de fibras podía decir mucho más que con la pintura”, analizó.

Lemonias, quien había iniciado su carrera enfocándose en el diseño gráfico estudió pintura y también se aventuró en medios de impresión.

“Una fractura en la relación con mi mamá hizo que me pusiera a pensar en todas las cosas que teníamos en común: Trabajo de cuidados, mi hermana mi madre y yo fuimos nanas luego de llegar a Estados Unidos; experimenté una especie de shock cultural, aprender una nueva economía, cómo sobrevivir en este nuevo país, son los cambios que vienen con la migración, pero sobre todo con la migración a Estados Unidos”, revela.

La ropa de niños tomó el lugar de esa materia prima. Ropa de los niños que tenían a su cuidado y que después les era donada. “Las llevé a la escuela sin saber qué haría con ellas, y así empezó este trabajo, experimentando trabajos con fibras, inspirándome con la historia de migración de mi mamá, viendo cómo enseñó a sus hijos a ser resilientes y a encontrar una vida por nosotros mismos; convirtiéndome en adulta y encontrando un lugar en la sociedad estadounidense.

Su residencia en Panamá

Evidentemente sigue habiendo un componente del valor de la fuerza laboral y de la migración y las grandes contribuciones que sostienen a la sociedad. “Me apasiona contar las historias de personas como yo, cuando fui una trabajadora del cuidado, un trabajo que la mayoría de la gente no quiere hacer para sostener el tejido de todo lo demás que hacemos”.

Tierra y gente

Al tener que seleccionar imágenes para su muestra, la artista quería abordar diversos puntos de la construcción del canal de Panamá y de los individuos que estaban trabajando en ella. Una gran parte contempla la tierra, pensando cómo era excavada y cómo ha cambiado la topografía completa del lugar. Seis imágenes ofrecen una mirada a estos espacios y cómo ha cambiado con una paleta que es muy rica en colores cálidos. “Mirando imágenes de Panamá, viniendo aquí y recibiendo telas de aquí, sentí que esa paleta era realmente integral y captura la luz de Panamá, cómo la luz pega en la tierra, cómo la gente está involucrada con la luz.

Krystle también pensó en los individuos, los trabajadores y qué tipo de iconografía podría describir sus experiencias, por qué vinieron aquí. “Vinieron por esperanza”, una esperanza que se representa en un lienzo impreso con billetes de lotería, pensando en las oportunidades (chances). “La oportunidad de moverse a otro lugar y apostar por ellos mismos a tener una mejor vida. Aún cuando no hay un individuo en el plano, hay una impresión que nos lleva directamente a esa oportunidad”, resalta.

La amarga realidad de la segregación, establecida por las leyes de Jim Crow y que se vivió en la zona del Canal, en esos momentos gobernada por Estados Unidos con las categorías de gold y silver roll llevaron a Lemonias a utilizar telas con esos colores en imágenes de las maquinarias, en las propias esclusas o en el ferrocarril. “Estoy usando tanto mi paleta, así como la impresiones para poder contar esta historia en diferentes capas”, detalla.

Las telas, en esta ocasión tienen diversas fuentes: de empresas que rehacen muebles y que constantemente le ofrecen material que tiene la oportunidad de una segunda vida. La familia Lemonias también ha contribuido a este proyecto, como descendientes de aquel trabajador que estuvo en Panamá a inicios del siglo XX. Otras fueron donaciones locales. “Quería telas panameñas para que estuviesen integradas al proyecto y tuve algunas donaciones para trabajar en el proyecto de forma híbrida”. Seis semanas, la duración de su residencia en Panamá permitió a Lemonias completar ocho piezas que serán exhibidas en Casa Santa Ana hasta el 6 de octubre. Pero esto no significa que su proyecto haya concluido. “Como dije, a penas estoy arañando la superficie de lo que ha ocurrido aquí, pienso que hay mucho más que decir en cuanto al pensamiento y experiencia de estos individuos. Además, Este libro (Senior) tiene muchas páginas, sigo leyendo y sigo aprendiendo y espero poder seguir trabajando con el Museo del Canal, y que continúen las colaboraciones con Casa Santa Ana y las organizaciones que están comprometidas con este tema.

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