• 01/02/2014 01:00

El pueblo primero

El mundo se revuelve en una crisis económica global, donde las potencias económicas compiten por no sucumbir al canibalismo, y los subde...

El mundo se revuelve en una crisis económica global, donde las potencias económicas compiten por no sucumbir al canibalismo, y los subdesarrollados porque la desigualdad no agudice sus graves problemas sociales. El país no escapa a esta feroz realidad. La OCDE y los grandes consorcios nos acosan con sus reglamentos proteccionistas, las deudas millonarias y el manejo neoliberal del comercio, que dificulta nuestra desarrollo socioeconómico, incluyendo la ampliación del Canal.

Localmente, el sector de la oligarquía económica, que ha controlado los gobiernos desde antes de la dictadura, durante la dictadura y después, ha manejado en beneficio de sus elites las ventajas de nuestra posición geográfica. Con el agravante de mimetizarse de populista, con o sin la participación de supuestos izquierdistas, creando una tremenda confusión en la ciudadanía. Partidos que se dicen de izquierda y siempre han sido manejados por la derecha, como el PRD, que no sale de sus contradicciones internas, el oportunismo de una izquierda que se plegó a lo militares, aunque los habían encarcelado y exilados. Y el CD, que siendo capitalista salvaje, adopta imágenes populares adornadas de publicidad. La inconsistencia ideológica de ciertos intelectuales, inclusive dirigentes oportunistas, han conducido a un transfugismo y a una mercantilización de la política.

El denominador común ha sido la ineficacia, la corrupción, el enriquecimiento ilícitos de los altas esferas, la injusticia social y legal, el juegavivo, la impunidad. La elite económica no ha cumplido su función social y la seguridad alimenticia, la educación, el transporte, la salud pública y la seguridad ciudadana continúan en crisis. La publicidad, las encuestas de dudosa confiabilidad, y definitivamente manipuladas, la compra de conciencias de políticos y electores, parece ser la metodología impuesta a los ciudadanos. Los modelos de países vecinos populistas de fórmulas autoritarias de imposición de sistemas no productivos, aunque bien intencionadas, no han sido la solución ideal para todos; debiendo esos países ajustarse a mecanismos más participativos; pero manteniendo una efectiva justicia social que regule la economía y no permita la explotación ni la corrupción.

Ya antes hemos tenido una dictadura al servicio de la oligarquía económica e internacional con violencia, muertes y exilios e intervención militar de USA (Chiriquí) con el PRD; y recientemente también muertes y violencia contra ngäbes, colonenses y en Bocas del Toro; por las mismas razones de obtener dinero para los mismos grupos mercantiles (CD).

La estrategia ya conocida de manejar las encuestas, la publicidad masiva, comprar conciencias e ingenuamente obtener la tolerancia de la policía es el preludio de una posible interferencia en el resultado electoral. Es preciso ahora y urgente la evaluación, auditoría y fiscalización técnica de las empresas encuestadoras y sus procedimientos.

El Panameñismo ya ha sido víctima de golpes de Estado por el PRD con intervención de USA en Chiriquí, de sacadas del gobierno por CD. Ha puesto centenares de muertos, encarcelados y exilados. Que se ha identificado en la lucha por la soberanía y por la libertad en la cruzada contra la dictadura militar, que ha creado medidas concreta socializantes (CSS, Trabajo de ocho horas, vacaciones y otras de beneficios laborales), se ha identificado por el desarrollo del campesinado; esta otra vez está al frente del pueblo para mantener la democracia y luchar por un Panamá mejor para los más humildes. Su ideología ha sido imitada por varios partidos. No se libra también de los intentos de influencias y presiones financieras.

Por los altos riesgos económicos mundiales y sus consecuencias contra Panamá, la violencia generada por la desigualdad de distribución de las riquezas que producimos todos, por la falta de conciencia cívica y educación en valores de los estratos populares, es urgente una reforma social educativa integral. Los medios masivos de comunicación social comercial, de alta eficiencia por la capacidad de sus creativos (TV), deben dar permanentemente educación vivencial en valores. La constituyente originaria debe darnos Justicia, eficacia y honestidad en toda la administración pública. Acciones concretas de Desarrollo Social, Inversiones productivas dirigidas, no tanto a monumentos de cemento, sino a la agroindustria y al crecimiento marítimo de puertos y pesca, con tecnologías y capacitación de nuestra gente.

Todos clamamos por una Unidad Nacional Popular, para ello es preciso previamente justicia, enmienda e indemnización para todas las víctimas de los errores históricos cometidos y para que no se repitan nunca más. Que los enriquecidos con lo fondos del pueblo, los devuelvan al pueblo. La trayectoria y la credibilidad es el gran argumento pero No podemos permitir que se pretenda engañar y dividir al pueblo de su misión productiva histórica, con capacidad y honestidad de ‘pro mundi servicio’, pero para un Panamá Mejor para todos.

MÉDICO Y EX MINISTRO DE ESTADO.

—LA EDUCACIÓN ES LA BASE DEL PROGRESO.

—IN MEMORIA DE ARNULFO ARIAS.

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