• 07/01/2025 00:00

Jubileo judeocristiano frente a un mundo al revés

¿Será que disfrutaremos prácticas sociales de un verdadero jubileo este año o en los venideros? Todo es posible, pero cuesta pensar que sí [...]

En la tradición milenaria del pueblo hebreo existían instituciones como la “Ley Shabbath”, la cual establecía que el séptimo día, para ellos el sábado (de allí el nombre de la ley) era de descanso. El séptimo año era para compartir y para la liberación de esclavos. El año 49º era de jubileo total. No solamente liberación de esclavos sino compartir la propiedad.

Lo que observamos en esta tradición semita es la profunda identidad de las prácticas sociales y económicas con su teología. Quien se identificaba con su fe religiosa se comprometía con las prácticas a seguir en la sociedad. En épocas modernas, el sionismo -vestido de falso semitismo judaico- ha puesto de cabeza tales instituciones culturales. En su afán colonialista de controlar Medio Oriente, aunque signifique asesinar más de 15 mil niños/as -en varios hospitales palestinos se han dado denuncias documentadas por la ONU- para evitar el repoblamiento de palestinos. Ni descanso ni compartir territorios ni propiedades aparecen en las prácticas sociales modernas del Estado israelí, amparado en una “teología” judía invertida, propia de un “mundo al revés”, como diría Eduardo Galeano.

En otras culturas semitas, como la judeocristiana, aún se habla de la institución del jubileo. Este año, la Iglesia Católica lleva a cabo uno que, como debería ser, se trata de una serie de prácticas simbólicas que deben ser concretadas en acciones de justicia que conlleven a una vida personal y social de paz. En tal sentido, el papa Francisco, al ofrecer al mundo su primera bendición del Ángelus del nuevo año, recuerda a los que nos decimos ser parte de la cultura judeocristiana, que: “Este año se caracteriza por un tema peculiar, la remisión de las deudas. El primero a remitir las deudas es Dios, como siempre le pedimos a nuestro Padre, refiriéndonos a nuestros pecados. Y nos comprometimos a perdonar a nuestra vez al que nos ofendió. El Jubileo quiere traducir esta remisión en el plano social, porque ninguna persona, ninguna familia, ningún pueblo se quede sin condonar sus deudas” (papa Francisco, 1/01/2025).

Un ejemplo aludido por el papa de esta remisión en el plano social -es decir, en lo concreto- es lo atinente a la deuda externa, cuando exhortó a los gobernantes de países donde se localizan los grandes agiotistas mundiales: “Coraje, por tanto, a los gobernantes de los países de tradición cristiana a dar un buen ejemplo, por ejemplo, cancelando o reduciendo lo más posible las deudas de los países más pobres” (papa Francisco, Op. Cit.).

¿Será que disfrutaremos prácticas sociales de un verdadero jubileo este año o en los venideros? Todo es posible, pero cuesta pensar que sí en un “mundo al revés” que nos lleva a pensar que la justicia social es lo injusto y lo injusto es lo justo.

El Banco Mundial (BM) por ejemplo, augura que Argentina tendrá el mayor mejoramiento de la economía en Latinoamérica para este año, solo por el hecho de que prevé el aumento de su producto interno bruto o PIB (Banco Mundial, 2024). Lo que soslaya el BM es que estas cifras se alcanzan gracias a la elevación escandalosa de la cantidad de pobres, que supera la mitad de la población argentina desde que el presidente Milei asumió su mandato en 2023 (Indec, 2023 y 2024) al facilitarle acceso a las grandes empresas en la privatización de actividades de energía, reducir programas sociales, gravarle nuevos impuestos a los que obtienen ingresos menores de 1.500 dólares mensuales, entre otras medidas que cortaron ingresos a la población.

Esta misma narrativa del BM es la que repiten muchos “comunicadores radiotelevisivos” en Panamá. Fíjense nada más el discurso que se asoma cada vez que se habla de las aportaciones de la Minera Panamá al PIB. ¿A costa de quiénes? ¿Beneficiando a quiénes? O el compromiso “prioritario” de pagar la deuda externa sin el más mínimo cuestionamiento del uso que se le dio. ¿Quiénes están pagando por endeudarnos en vez de evitar evasiones multimillonarias de pago de impuestos?

Ni estos “comunicadores” ni los “analistas” que estos invitan a sus programas de debates, ni los gobernantes “en democracia” lo han mencionado, porque su modo de razonar es el del mundo al revés y, por tanto, están muy lejos de practicar este jubileo en su sentido integral (justicia escatológica y justicia social). Tocará a las organizaciones sociales populares hacer valer un verdadero jubileo, tarde o temprano.

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