La vida en cinco libros

  • 30/03/2025 00:00
La vida de la reina de la sala, la relación entre vida y muerte, cómo desarrollar tu marca personal, la violencia de la mujer vista desde un thriller y la azarosa existencia de Frank Kafka

Celia Cruz fue una de las grandes voces de la música popular caribeña del siglo XX. La Guarachera de Oriente plantó bandera en el son cubano, el son montuno, el guaguancó, la guaracha, el bolero y la rumba, territorios casi por completo dominados por los hombres en el Caribe hasta que ella hizo su aparición arrolladora.

“Celia en Cuba, 1925-1962” (Planeta), de Rosa Marquetti Torres, recoge de manera exhaustiva los primeros pasos de la futura diva de la salsa en su tierra natal (en el barrio habanero de Santos Suárez para mayor exactitud). Es un viaje fascinante desde sus orígenes humildes hasta su ascenso dentro de la isla de la mano de orquestas como Anacaona y La Sonora Matancera. Es un periplo que nos explica el proceso, arduo y de altibajos, de cómo Celia se convirtió en un referente de la evolución histórica de una mujer afrocubana en una industria musical regentada mayormente por hombres.

La autora de esta biografía define a esa dama de voz cristalina y potente como a una artista disciplinada, responsable y auténtica; una creadora que sorteó con buena cara y mucha azúcar el racismo, la discriminación, la incomprensión, la xenofobia y el machismo.

La lectura de “Celia en Cuba, 1925-1962” tiene varias capas, ya que no solo es sobre la vida y trayectoria de una artista en mayúscula, sino que, a la par, es un espacio para conocer el desarrollo de la radio y la televisión en Cuba; sobre cómo era el mecanismo de los conciertos, las grabaciones y las salas de baile en las principales ciudades en la isla durante el siglo XX, y de paso, ofrece un vistazo del costado político, social, cultural, económico y político de la tierra de José Martí durante aquellos años de formación de Celia Cruz.

Nociones sobre la vida y la muerte

Manuel Sans Segarra es un médico especialista en cirugía general y digestiva. Desde chico le ha gustado la biología y la anatomía, por lo que le fue fácil seguir una carrera marcada por el método científico y newtoniano.

Su ensayo “La supraconciencia existe. Vida después de la vida” (Planeta) se basa, en parte, en sus experiencias en su práctica como galeno lidiando cotidianamente con la vida y la muerte en los hospitales de España, y otra cuota de sus opiniones se basan en estudios científicos, filosóficos y éticos relacionados con la conciencia y lo que ocurre a escala cuántica cuando un paciente es diagnosticado de muerte clínica.

Este hombre de ciencia ha sido testigo de pacientes que han regresado a este plano minutos, y hasta horas, después de una reanimación cardiopulmonar. ¿Qué narran los sobrevivientes? Algunos comparten que sintieron durante ese tiempo una serie de sensaciones que definían como de amor y paz; otros, indicaron que se habían reencontrado con personas queridas y unos más resaltaron que pudieron desplazarse por un territorio onírico sin los límites del espacio y el tiempo mediante el pensamiento.

Por todo lo visto y leído, Manuel Sans Segarra ha dejado de ver la muerte como algo triste, doloroso y trágico.

Sin acción no hay conversión

Vilma Núñez tiene experiencia en los rubros de negocios, publicidad y marketing digital. El cuarto libro de esta autora dominicana se titula “De imposible a invencible” (Paidós) y propone que te dediques preferiblemente para lo que realmente eres bueno.

Esta obra testimonial es sobre emprender en tu nuevo proyecto sin miedo a perder, es sobre disfrutar desde la construcción de propuestas realistas y posibles. Invita a tener una mirada puesta en el futuro usando como aliados a la confianza, la pasión, a la intuición y el optimismo.

Para ello, Vilma Núñez aconseja rodearte de personas que te incentiven a actuar como el emprendedor que puedes llegar a ser, y que hagas un plan para que vayas creando tu marca personal tomando en cuenta que toda acción lleva a una reacción.

Te incentiva a sacar provecho a los avances tecnológicos para potenciar tus servicios y ampliar la presencia activa entre tus potenciales clientes. ¿La meta? Dejar una huella positiva.

Los secretos de cada quien

Los thrillers psicológicos se sustentan en un entramado argumental que brinda giros de tuerca hasta para los lectores más precavidos, y que cada cierto tiempo ocurre durante la trama un hallazgo que te lleva al borde de la desesperación. Esto lo consigue Freida McFadden con su novela “El secreto de la empleada” (Summa Editores).

Esta médica, especialista en lesiones cerebrales, va obteniendo un sitio dentro de la literatura de ficción en Estados Unidos con historias dignas de ser llevadas a la gran pantalla, y que de paso, no permitirán que los lectores/espectadores puedan dormir luego de salir de la sala de cine.

Freida McFadden entró por la puerta ancha de la popularidad con “La empleada”, obra que le permitió estar en la cima de los libros más vendidos en Estados Unidos (incluyendo “The New York Times”) y ha recibido cientos de miles de comentarios en las redes sociales.

Interesante que esta personal de salud nunca se planteó ser una escritora como primer oficio. Sí asistió a varios talleres narrativos durante su etapa universitaria y claro que de niña se veía publicando sus creaciones literarias, pero nunca pensó que iba a lograr tanta repercusión mediática positiva al nivel de autores que ella admira como David Ellis y Tess Gerritsen.

Hace pocos meses llegó la traducción al español “El secreto de la empleada”, la continuación de su best sellers “La empleada”, que como buen ejemplo de suspenso literario te deja con tensión dramática cada cierto tiempo, ya que su gran tema es la violencia contra la mujer y los secretos que las víctimas guardan ante el medio a las represalias de su agresor (que con frecuencia es un familiar), una lamentable situación que ocurre en todos los países del orbe y en todas las clases sociales.

Ese misterio llamado Frank Fafka

Curioso que varias de las obras hoy comentadas son responsabilidades de autores que están vinculados con la salud. Porque Laurent Seksik también es médico, antes de haber sido novelista y dramaturgo.

Seksik siente fascinación por los seres humanos extraordinarios de carne y hueso, cuyas existencias marcaron de buena manera al resto de la humanidad. Es conocida una biografía suya dedicada al científico Albert Einstein y recibió ovaciones su versión escénica de “El mundo de ayer”, de Stefan Zweig.

Con “Kafka no quiere morir” nos acercamos al devenir de uno de los más increíbles autores de todas las épocas a través de tres personas cercanas al autor de “El Castillo” y que lo apoyaron en las épocas más complejas: el médico húngaro Robert Kopstock (lo acompañó en su agonía e influyó en su obra cumbre “La Metamorfosis”), la actriz polaca Dora Diamant (su compañera sentimental en los últimos años de su dilatada existencia) y Ottla Kafka (su hermana mayor y con la que mejor se llevaba dentro de su familia).

Como suele ocurrir con los libros bien construidos, “Kafka no quiere morir” también es, de costado, la manera de ver, desde el devenir de Kafka, a la Europa previa y posterior a esa pesadilla horrorosa que fue Adolf Hitler, y en su epílogo nos permite ver cómo el Viejo Mundo salió adelante después de aquella barbarie.

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