• 12/02/2023 00:00

Honrar, honra: en recordación de los 94 años de OTH

“Hace un tiempo, en una entrevista, me preguntaron por un personaje de la historia de nuestro país a quién admirara y mencioné al general Omar Torrijos, por su demostración de un gran amor por Panamá [...]”

El que no es capaz de reconocer méritos a otro ser humano, independiente de su dimensión personal, se pierde una de las satisfacciones personales más extraordinarias por el principio universal de que “honrar, honra”.

Hace un tiempo, en una entrevista, me preguntaron por un personaje de la historia de nuestro país a quién admirara y mencioné al general Omar Torrijos, por su demostración de un gran amor por Panamá y expliqué por qué.

Por su legado y lo que representó en la lucha por la identidad nacional y el rescate de la soberanía.

Recuperó en los panameños el fervor por las luchas fallidas, ya que con él se proyectó la defensa y decisión de derribar la quinta frontera que existía en nuestro territorio.

Transformó lo que debía hacer la conducción de un país, ayudando a crear las infraestructuras de educación en el interior, apoyando la organización de los asentamientos campesinos y de los sectores originarios, siempre olvidados.

Apoyó al doctor Renán Esquive en el enfoque de asegurar “salud igual para todos”.

Fortaleció a la clase media, volteando su mirada hacia los menos favorecidos, con oportunidades de estudio, y con ello, impulsó el mejoramiento de la calidad de vida de la población en general.

Contribuyó a la apertura de Panamá a la economía mundial, con el Centro Financiero y las relaciones internacionales, logrando apoyo internacional para la firma de los Tratados Torrijos-Carter, firmados en 1977, hecho que lo convirtió en uno de los mejores estadistas, y quizás el último mejor estadista de la República de Panamá.

Rescató el principal recurso; nuestra privilegiada posición geográfica, con la eliminación de la presencia militar foránea, a través de los Tratados Torrijos-Carter.

Torrijos dio muestras a través de su vida de que su amor por Panamá no tenía precio. Claro que no era perfecto como humano, pero en el momento histórico que le tocó vivir, se entregó a recuperar la vergüenza del pueblo panameño, postura que le costó la vida que estaba dispuesto a dar, cuando expresó que, si faltaba, se recogiera la bandera y se siguiera adelante.

Torrijos forma parte de nuestro ser panameño, porque hasta el 31 de diciembre de 1999, éramos Estado colonial, y así como hubo otros panameños que se distinguieron en la lucha por la afirmación de nuestra identidad, como Justo Arosemena, Victoriano Lorenzo y Belisario Porras, entre otros, pasará a la historia, para suerte de este pueblo, que es agradecido de todos aquellos, que como lo dijera Mateo Iturralde, no han vendido a esta patria, que merece un futuro promisorio, sin desigualdades ni pobreza.

Abogada, ex procuradora de la Administración.
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