• 07/12/2012 01:00

Alemán y Johnson... los héroes de Colón

Definitivamente la vida se nos torna injusta cuando el Señor reclama de manera inesperada a sus mejores hijos. Jorge Alemán y Fernando J...

Definitivamente la vida se nos torna injusta cuando el Señor reclama de manera inesperada a sus mejores hijos. Jorge Alemán y Fernando Johnson murieron haciendo lo mismo que por muchos años realizaron, ayudar a los demás. Ellos son parte de esa casta de héroes anónimos de la Cruz Roja de los que poco nos acordamos, a no ser que ocurran situaciones de auxilio y socorro.

Como brigadistas cumplieron cabalmente los preceptos de una institución como pocas. Humanidad para prestar auxilio, sin discriminación, a todos y aliviar el sufrimiento de los hombres en todas las circunstancias. Imparcialidad, al no permitir ninguna distinción de nacionalidad, raza, religión, condición social ni credo político. Neutralidad, con el fin de conservar la confianza de todos, absteniéndose de tomar parte en las hostilidades y, en todo tiempo, en las controversias de orden político, racial, religioso e ideológico. Independencia, auxiliares de los poderes, pero preservando una autonomía que les permita actuar siempre de acuerdo con los principios del movimiento. Voluntariado, de carácter desinteresado. Unidad para ser accesibles a todos y extender su acción humanitaria a la totalidad del territorio y Universales, todas las Sociedades tienen los mismos derechos y el deber de ayudarse mutuamente.

Tan arraigados tenían sus principios del deber, que las últimas palabras que escucharon decir a Jorge fueron: ‘¡Muchachos, salten que nos hundimos!’.

Ahora se fueron físicamente, pero vivirán eternamente en la memoria colectiva de todos aquellos que tuvimos el privilegio de conocerlos, en los muchos que ayudaron y los compañeros que enseñaron. Espero sinceramente que algún día podamos ser la mitad de lo valientes, generosos caritativos y entregado de lo que ellos fueron.

Sin alharacas ni fanfarrias nos dieron una lección de que la inmortalidad se alcanza a través de las obras y un legado donde la palabra servir adquiere su verdadero valor.

Hasta luego compañeros, paz a su alma.

*MÉDICO.

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