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Sostenibilidad en los océanos, acciones que buscan combatir la sobrepesca
- 25/09/2024 00:00
- 24/09/2024 17:05
La situación de la fauna acuática ha llegado a niveles preocupantes. En la actualidad, un 89,5% de las poblaciones de peces alrededor del mundo se encuentran explotados o en sobrepesca, de acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), mientras que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), prevé un aumento en la producción del pescado hasta del 17% para el próximo año.
En tan solo medio siglo, la cantidad de especies de peces sobreexplotadas alrededor del mundo se ha triplicado. Este problema afecta a todos los océanos del mundo y se caracteriza por la captura de más peces de los que pueden ser reemplazados de forma natural.
Sin embargo, el daño que causa este fenómeno va más allá de la desaparición de especies de peces y afectaciones a los ecosistemas marinos, pues también rompe la cadena alimenticia. La sobrepesca puede provocar la pérdida de alimentos que podrían abastecer a 72 millones de personas.
Además, miles de millones de personas dependen del pescado para obtener proteínas, además de que este alimento es el principal medio de subsistencia, de acuerdo a información de la organización Foro Mundial por la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).
Instituciones panameñas vienen enfrentando la sobrepesca en el país desde inicios de la década pasada, es de esta manera que la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP), viene llevando a cabo desde 2016 un plan de acción de pesca sostenible para intentar eliminar este fenómeno del país.
En colaboración con otras instituciones como el Ministerio de Ambiente (MiAmbiente) y el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), se promovió el Diálogo Nacional por la Pesca con la intención de generar insumos para la creación de un Plan Nacional de Acción para la Sostenibilidad de la Pesca en Panamá.
Este plan se convirtió en la hoja de ruta para la ARAP y la Comisión Nacional de Pesca Responsable a partir de 2017, lo que hasta el momento ha facilitado la coordinación entre la ARAP y otras instituciones públicas relacionadas con el sector pesquero, así como con el sector privado.
El plan se desarrolló en torno a cuatro ejes estratégicos: el fortalecimiento institucional, la ordenación y fiscalización integral, la promoción de una pesca responsable y sostenible, y la optimización de la productividad y competitividad. Estos ejes fueron formulados para guiar el desarrollo pesquero de manera alineada con los principios internacionalmente aceptados de gestión pesquera.
También, para la formulación de estos ejes, la ARAP realizó una revisión exhaustiva del marco legal de Panamá, de las políticas públicas nacionales y de los compromisos internacionales asumidos por el país en el ámbito pesquero.
Entre los principales instrumentos analizados se encuentran la Ley 44 de 2006, que crea la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá, unifica las distintas competencias sobre los recursos marino-costeros, la acuicultura, la pesca y las actividades conexas de la administración pública; la Política de Integración de Pesca y Acuicultura, la Política sobre los Recursos Acuáticos de Panamá para la Pesca y Acuicultura, el Pacto por el Agro, el Código de Conducta para la Pesca Responsable y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Alrededor del mundo también se siguen creando iniciativas para abordar la sobrepesca. Por su parte, la WWF trabaja para seguir buscando las causas de origen de este fenómeno y seguir midiendo su impacto a nivel local y comercial. Junto a entidades asociadas, trabajan en conjunto para la colaboración de las especies marinas afectadas por este fenómeno protestando contra la pesca ilegal y creando o ampliando áreas marinas protegidas.
La Iniciativa Pesquerías Costeras (IPC) es otro proyecto global organizado por la FAO, que busca la preservación de recursos marinos y garantizar que la pesca costera siga siendo una fuente de alimento y sustento para la población pero de manera sostenible y que no caiga en la sobreexplotación de las especies.
En América Latina, las actividades de la IPC son lideradas por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en colaboración con Conservación Internacional (CI) y WWF. Estas acciones se llevarán a cabo durante un período de cinco años, con un presupuesto de $6.5 millones, financiado por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (FMAM), y una cofinanciación adicional de $42.5 millones.
Dentro de la región, la IPC se centra en mejorar la gobernanza de las pesquerías, especialmente las artesanales y de pequeña escala; crear sinergias entre las pesquerías y las áreas marinas protegidas; desarrollar procesos más holísticos y enfoques integrados para la gestión de la pesca costera; aplicar herramientas y métodos para la planificación espacial marina e intercambiar conocimientos sobre mejores prácticas.
El intercambio de conocimientos sobre mejores prácticas y lecciones aprendidas tiene como objetivo apoyar la meta de la IPC de desarrollar procesos más integrales y enfoques holísticos para la gestión de la pesca costera.