De espacio natural a urbanizado:
la transformación del río Matasnillo

Actualizado
  • 25/05/2024 00:00
Creado
  • 24/05/2024 19:29
Aunque visualmente las canalizaciones ocultan en los mapas y a nuestra vista el recorrido de muchas de las quebradas que forman la cuenca del río Matasnillo, la realidad, es que una mirada más atenta a lugares que sufren de inundaciones con frecuencia nos deja percibir aún su existencia

El río Matasnillo es sinónimo de la contaminación de los cuerpos de agua en la ciudad de Panamá. Ha sido una de las cuencas más afectadas por la expansión urbana desde inicios del siglo XX. Con una superficie de 968 hectáreas y una población de 109.227 habitantes, según el censo de población y vivienda de 2023, este río atraviesa una de las áreas más densamente pobladas de la ciudad. Su degradación ambiental es un recordatorio constante de los desafíos urbanos y la urgente necesidad de saneamiento de la ciudad.

Utilizando como referencia unos mapas topográficos de entre 1937 y 1943, el Observatorio de Riesgo Urbano de Florida State University y Esri Panamá han realizado un análisis que busca la reconstrucción del paisaje natural del río Matasnillo. Este análisis ha facilitado visualizar la estructura de un río que en la década de 1940 tenía tres ramales principales. El primero, hacia el este, que nacía en el vértice sur del antiguo límite de la Zona del Canal –en donde actualmente se encuentra la urbanización Condado del Rey y la Universidad Tecnológica de Panamá–, hasta llegar a su desembocadura en la bahía de Panamá –próxima a Punta Paitilla–, en un recorrido casi paralelo con la carretera Transístmica.

El segundo ramal que nacía en Villa Cáceres y continuaba paralelo a un camino que iba de la antigua Zona del Canal hasta unirse con el tramo principal en el puente de la avenida Fernández de Córdoba y la via España. Desde el este de la cuenca había varios afluentes que atravesaban sectores como Pueblo Nuevo y San Francisco.

Mientras que hacia el oeste, desde la finca ‘El Cangrejo’ se le unían cuatro afluentes que nacían en el actual colegio La Salle, el parque Andrés Bello, el sector donde se encuentra Compañía Alfaro y el hotel El Panamá. Estos afluentes atravesaban los barrios de El Cangrejo, Obarrio, Campo Alegre y Bella Vista, hasta encontrar la desembocadura del tramo principal del Matasnillo en Marbella.

Lo que nos deja ver la descripción de estos mapas de entre 1936 y 1943, es que a medida que se fue dando la urbanización de la ciudad, y la construcción de las urbanizaciones antes mencionadas, los ríos y quebradas fueron desapareciendo. Así tenemos como con la construcción de El Cangrejo –a medidos de la década de 1940–, las quebradas que nacían en el sector del parque Andrés Bello, y al inicio de la via Argentina, habían desaparecido de los mapas. Similar destino tuvo el curso de agua que nacía en el sitio donde se construyó el hotel El Panamá.

Los afluentes que nacían en el antiguo Club de Golf, hoy parque Omar, corrieron con igual suerte. Las fotografías aéreas de 1972 muestran como con la urbanización del sector oeste de San Francisco centro estas quebradas fueron desapareciendo, al canalizarlas y solo ser visible en ciertos tramos como el puente que se encuentra al norte de Multiplaza, próximo a la estación Delta que está sobre la via Israel.

Uno de los rasgos más característicos del paisaje del río Matasnillo en los mapas y fotografías históricas de por lo menos hasta 1959, es la desembocadura del río con los manglares en la parte baja y un sector boscoso en Punta Paitilla. Aunque el proceso de urbanización de este sector había iniciado en 1931 con la construcción del aeropuerto por los norteamericanos, sería en 1958, con la devolución de estas tierras a manos panameñas que el paisaje natural de esta parte del río Matasnillo empezaría a desaparecer con la construcción de la urbanización por parte del IVU.

Canalización y las huellas del espacio de los ríos

La canalización de ríos como el Matasnillo en ciudad de Panamá es producto de una visión desarrollista en la que el espacio del río es visto como un espacio desvalorizado, el cual es necesario domesticar. El precedente de mayor envergadura de esta visión fue el encauzamiento de los ríos que conformaban el sistema hídrico del río Grande, el cual luego pasaría a ser parte del Canal de Panamá.

La evidencia normativa más reciente de este proceso de canalización de los ríos para aprovechamiento del suelo como bien inmobiliario se encuentra en el Decreto Ejecutivo 44 del 6 de mayo de 2002, por la cual se reglamenta la construcción de estructuras sobre cursos abiertos de aguas naturales en áreas urbanas. Este decreto señala en su parte justificativa que, “en muchos casos los inversionistas requieren el uso de las servidumbres pluviales en área urbana para el logro de sus proyectos, y levantar sobre ellas cierto tipo de estructuras que les permitan la utilización integra del espacio físico disponible en áreas urbanas”.

Este decreto continúa señalando que, “se prohíbe edificar sobre los cursos abiertos de aguas naturales. Sin embargo, en área urbana, los predios que están afectados por servidumbre pluvial, se podrán levantar estructuras sobre cursos abiertos de aguas naturales, siempre que estos sean previamente confinados mediante cajones pluviales o alcantarillas, y cumplan con todos los requisitos exigidos por el Ministerio de Obras Públicas (MOP), el Idaan y la Autoridad Nacional del Ambiente”.

Aunque visualmente las canalizaciones ocultan en los mapas y a nuestra vista el recorrido de muchas de las quebradas que forman la cuenca del río Matasnillo, la realidad es que una mirada más atenta a lugares que sufren de inundaciones con frecuencia nos deja percibir aún su existencia.

Otra forma de observar esta coincidencia entre pasado y presente es utilizando datos de la huella de las áreas inundables generadas por el BID/MUPA/IH Cantabria en 2016. Comparando estos datos es posible observar como el recorrido de los cauces de las quebradas que forman este río observadas en los mapas del período 1936-1943, se corresponden con las áreas inundables identificadas en este estudio para la misma cuenca.

La canalización y deterioro de los ríos es un proceso que, lamentablemente, aún continúa. Los mapas históricos nos permiten entender la magnitud de la transformación de los ríos panameños a lo largo del siglo XX y lo que va del XXI. Para explorar un mapa interactivo con estas comparaciones, visite https://metromapas.net/ o siga a @esripanama en redes sociales.

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