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Briceño: ‘Hacer música tiene que ser divertido, si se vuelve una carga, mejor dejarla’
- 31/01/2025 00:00
- 30/01/2025 18:44
Cantar: “esas son puras mentiras”, durante una conversación en la que alguien dice algo que puede no ser cierto. También, decir: “esto es lo que hay”; es común en Venezuela gracias al legado que ha dejado una banda que comenzó su carrera hace más de 30 años. Hoy siguen vigentes y llenando conciertos.
Los Amigos Invisibles se presentan este viernes en Amador, Ciudad de Panamá, como parte de las agrupaciones musicales del Panama Crossroads. La banda venezolana formada en 1991, ha sido nominada en múltiples oportunidades al premio Grammy, cuenta además con dos Grammy Latino cuya música mezcla elementos del disco, el acid jazz y el funk con diversos ritmos hispanos.
La Estrella de Panamá conversó con el vocalista y fundador de la banda Julio Briceño, quien dio detalles de la presentación en el país y compartió otros temas.
Sí, claro. No te voy a decir que lo pienso todos los días, pero sí lo he pensado. Porque esta es una carrera que nunca sabes cuándo se puede acabar. Mucho depende de uno y de la terquedad de querer seguir haciéndolo. Pero, no sé... me gusta mucho cocinar. A veces he pensado que, si tuviera tiempo libre, haría un curso de chef. Mi mamá cocina muy bien, mi hermano también. Me gradué en mercadotecnia audiovisual, entonces todo lo relacionado con cámaras, sonido y producción me encanta. Así que a lo mejor trabajara en los medios de comunicación.
Los originales éramos Cheo, Mauri, Armando, Mamel, Catire y yo. Éramos seis chamos entregados a hacer música, a intentar juntar sonidos y tratar de crear un sello original para poder destacar entre todo lo que se estaba dando en ese momento. Desde el principio tuvimos muy claro que había que tocar en vivo, que era la mejor forma de mostrarnos.
Por eso hoy seguimos tocando tanto en vivo. Si ves la cantidad de shows que hacemos anualmente, son entre 50 y 60. Todavía creemos que la mejor manera de hacerte un nombre es tocando en vivo, porque siempre va a haber público nuevo.
Desde el principio entendimos que, siendo una banda independiente, teníamos que hacer todo nosotros mismos: ser nuestro propio mánager, diseñador, administrador, compositor, ingeniero de luces y de sonido. Después, con el tiempo, vinieron las disqueras, los bookings y los mánagers, pero al principio todo lo movimos solos. Queríamos hacer de esto nuestro estilo de vida, y hasta hoy sigue siéndolo.
Hasta que el cuerpo aguante. Keith Richards, guitarrista de los Rolling Stones, decía: ‘Me preguntan hasta cuándo seguiré. No lo hago por ti, no lo hago por la fama, no lo hago por la música. Lo hago por mí’. Es un gran mensaje de vida. Yo lo sigo haciendo porque me encanta.
Nuestra base es el funk, aunque también tenemos algo de soul, algo romántico, y hasta ritmos latinos como el bolero. Somos de esa generación que creció sin preocuparse por mezclar distintos géneros.
Una de nuestras canciones más icónicas es El Sobón, que es un merengue. Esto es lo que hay es una salsa. De hecho, si alguien que no conoce a la banda escucha esa canción, pensará que somos una banda de salsa.
Como tú, mucha gente nos lo dice. Nos cuentan de cuando rumbeaban con nuestra música, o cuando escucharon por primera vez ciertas canciones. Hemos tratado de que, a nivel lírico, nuestras canciones sean juguetonas, con doble sentido, sin caer en lo cursi. Nos gusta hacer música ligera, de vacilón.
Porque, para nosotros, hacer música también tiene que ser divertido. Si se vuelve una carga o algo pesado, mejor dejarla. Creemos en la teoría de que la música es para pasarla bien.
Terquedad. Terquedad de seguir haciendo esto. En el arte, la incertidumbre económica siempre está presente. Hay meses buenos y meses en los que te preguntas: ‘¿Y ahora qué voy a hacer?’. Esa incertidumbre ha hecho que algunos miembros originales se fueran. Aquí no hay quince y último. Pero hemos aprendido a lidiar con eso. También ha habido un poco de suerte. La vida nos ha tratado bien a nivel de salud. Pero sí, mucha terquedad y mucha disciplina para mantener la banda unida y productiva.
Si tocamos un viernes en Panamá, y al día siguiente recibo seis mensajes de gente diciendo: “Gracias por venir, la pasé increíble”, entonces mi misión en Panamá se cumplió.
No puedo hablar de política porque en Venezuela no hay libertad de expresión y tengo gente allá. Pero sí puedo decir que los venezolanos, dentro y fuera del país, son unos guerreros. Les pido que, afuera, saquemos lo mejor de nuestro gentilicio y respetemos las culturas de los países que nos han recibido.
Los éxitos seguro. Tenemos muy claro que somos esclavos de esas canciones y que por eso es que nos llaman. Sobre todo el público latinoamericano siempre espera los hits, y todos esos van a estar.
Tenemos 90 minutos, así que nos damos el gusto de tocar algo del disco nuevo que es el que hemos estado promocionando en estos dos años. El resto del show tratamos de que sea un concierto karaoke.