• 23/07/2024 23:00

No más espera, esto es un asunto de vida o muerte

Nuestra lucha por lograr mejores condiciones para los pacientes de hemodiálisis continuará, ya que no es posible que por más de 20 años solo una empresa haya brindado un servicio que no ha sido óptimo [...]

La salud de quienes padecemos de insuficiencia renal crónica y requerimos constantemente de la hemodiálisis para seguir viviendo es cada vez más grave, a pesar de que existe un proceso de licitación que inexplicablemente se ha dilatado por cuatro años.

Seguir aplazando el “servicio de hemodiálisis y kits de hemodiálisis, así como el diseño, construcción y habilitación de unidades de hemodiálisis, según especificaciones técnicas”, pone en riesgo la vida de los pacientes de hemodiálisis que nos encontramos ante la disyuntiva de tener que ser atendidos en las salas de la Caja de Seguro Social con equipos vencidos, que ya cumplieron su ciclo de vida.

La espera es desesperante, el poco importa parece imperar, mientras nuestras vidas y bienestar están en peligro.

Hay que crear conciencia de que de los equipos y servicios que nos brinda este acto público depende la vida de cientos de pacientes de insuficiencia renal, una enfermedad que cada día aumenta en el país, sin que nosotros los afectados cuenten hasta el momento con la debida protección que nos debe otorgar el Estado.

En Panamá hay 2,700 pacientes, de ellos 2,233 estamos en hemodiálisis y más de 400 en diálisis domiciliaria.

La Organización Panamericana de la Salud define la insuficiencia renal crónica como la pérdida gradual de la función renal. Los riñones filtran los desechos y el exceso de líquidos de la sangre, que luego son excretados en la orina. Cuando la enfermedad renal crónica alcanza una etapa avanzada, niveles peligrosos de líquidos, electrolitos y los desechos pueden acumularse en el cuerpo. La situación es tan crítica que mensualmente entre 25 y 30 personas mueren por insuficiencia renal crónica y otras 50 ingresan a hemodiálisis, una estadística que resulta impactante, por no decir alarmante, por lo que no podemos esperar que pase más tiempo, ya que las cifras nacionales seguirán aumentando.

Como el panorama es cada vez más complicado y preocupante, la Caja de Seguro Social realizó una licitación para adquirir equipos nuevos, así como la construcción de seis nuevos centros de hemodiálisis, acto público que se realizó con la mayor transparencia a través de Panamá Compra.

En ese marco, el Consorcio Damos Vida ofertó el menor precio, adjudicándose la licitación, pero lamentablemente la empresa perdedora, que ha mantenido un monopolio por más de 10 años, interpuso un recurso valiéndose de las normas de licitación públicas ante la Dirección General de Contrataciones Públicas, logrando suspender el procedimiento.

Esta acción, a todas luces inexplicable, ha continuado año tras año, dejando de lado la salud de nosotros los pacientes, que sigue deteriorándose.

De adjudicarse cuanto antes la licitación, con estas nuevas máquinas se podrán atender aproximadamente a 800 pacientes más en comparación a los 2,200 pacientes que actualmente atiende la Caja de Seguro Social.

Nuestra lucha por lograr mejores condiciones para los pacientes de hemodiálisis continuará, ya que no es posible que por más de 20 años solo una empresa haya brindado un servicio que no ha sido óptimo, utilizando los mismos equipos e insumos que ya por su tiempo han bajado la calidad.

Nos merecemos mejores materiales, nuevas tecnologías y mejores oportunidades, esto no es un juego o un tema que podemos seguir posponiendo. Esto es un asunto de vida o muerte.

El autor es presidente de Grupadi
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