• 27/02/2025 13:31

Jueves de retóricas, mentiras y amenazas

Frente al escenario [...] solo corresponde seguir luchando y forjando la unidad del pueblo para enfrentar las medidas antipopulares de Mulino y su gobierno

De cadena nacional a transmisión en algunos medios de comunicación social, en eso se han convertido los jueves con Mulino. Ello se debe a la baja sintonía producto de una audiencia que se ha cansado de las mentiras, maltrato, ofensas y falta de propuestas reales a los miles de problemas que enfrenta el país.

Este jueves no fue la excepción. Sus anuncios: las nefastas reformas serán aprobadas bajo las directrices impuestas por el Ejecutivo. No considera el sentir del pueblo, que exige, rechaza el aumento de edad de jubilación, las cuentas individuales, la privatización de los fondos de la Caja y la externalización en la prestación de servicios de salud. Es evidente el conflicto de interés en Mon, Chapman y Boyd. Estos defienden los intereses de bancos, administradoras de fondos de pensiones y distribuidoras-comercializadoras de equipos médicos y medicamentos.

Inmediatamente, viene la mina. Que se reunió con proveedores y le “dolió cómo estaban”, pero no le duele la destrucción de la biodiversidad, la pérdida de cosechas, los proyectos ecoturísticos que son desmantelados y el atentado a la vida (contaminación) que genera este proyecto.

El eje central de las preguntas, el tema de “migración y derechos humanos”, la mayoría de ellas realizadas por corresponsales extranjeros, las respuestas a estas y otras preguntas fatales. Insiste en su visión del Canal como enclave, como protectorado, dejando claro que es la ACP, no el Gobierno, el que define sobre los embalses en Río Indio. Proyecto que desplazará cientos de familias que han habitado la zona durante generaciones. La Autoridad del Canal de Panamá ha expresado que cuenta con el aval de la junta directiva (en manos de los grupos oligárquicos) para iniciar este proyecto, valorado en más o menos 1.900 millones de dólares.

En su retórica de los jueves, ratificó ser un gobierno “100 % empresarial”, al decir de Guillermo Ford. Planteó “chenchén” para la banca, 272 millones de dólares y la concesión de tres aeropuertos. Sin embargo, mantiene silencio absoluto frente a la gran deuda social.

Insiste en la disminución del tamaño del Estado, reduciendo funcionarios, ministerios, secretarías y funciones duplicadas, bajo el parámetro de reducir gastos, lo que es contrario a la otorgación de mayores partidas al sector externo (Embajada de Panamá en España, Policía Nacional, entre otros). Este jueves anunció el posible cierre del BDA (banca de fomento). Recordar que bajo el neoliberalismo se planteó la política de desregulación estatal, en esta década se retoma el “Estado más chico”. A partir de esta premisa es posible interpretar la actual crisis como una manifestación exacerbada de la guerra por desplazar y marginar al Estado, para que “el sector financiero encuentre huecos donde seguir creciendo”.

El caso Sola. “Mr. Sola vaya a ver dónde hace negocios, porque nosotros no vamos a darle concesiones importantes...”. Señor Mulino, qué significa ¿dará concesiones “no importantes”? ¿Por qué no habló sobre las actuales? ¿Por qué no mencionó el estudio de impacto ambiental que ya se le aprobó? Qué cinismo.

No mencionó nada de Trump, aunque siempre está en su mente.

Frente al escenario de retóricas, mentiras, amenazas y represión solo corresponde seguir luchando y forjando la unidad del pueblo para enfrentar las medidas antipopulares de Mulino y su gobierno. Como dijo el papa Francisco en 2015, cuando visitó Paraguay y animó a los jóvenes a hacer bulla, pero también a ayudar a organizar el lío que se haga, “despierten la esperanza, hagan ruido”, debemos ser protagonistas de nuestro futuro.

*Conusi-Frenadeso
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