• 29/11/2020 00:00

Criptomonedas: otra 'palabra sucia' para el sector financiero en Panamá

Hace poco más de 2 años, recuerdo haber ido a la Superintendencia de Bancos y preguntar, en recepción, acerca del estado legal de las criptomonedas en Panamá; pero, para mi sorpresa, aquella señora que me atendió (muy amablemente), me refirió con el área de “Fraudes Financieros”.

Hace poco más de 2 años, recuerdo haber ido a la Superintendencia de Bancos y preguntar, en recepción, acerca del estado legal de las criptomonedas en Panamá; pero, para mi sorpresa, aquella señora que me atendió (muy amablemente), me refirió con el área de “Fraudes Financieros”.

En otra ocasión, solicité conversar con la persona encargada de capacitaciones de la Superintendencia de Bancos para identificar necesidades de formación en torno al tema, pero esta, no atendió a la solicitud (tanto personal, como por correo).

Lo mismo sucedió, un tiempo después, con la Superintendencia del Mercado de Valores, en donde, simplemente, se limitaron a recibir mi correo para enviar una respuesta que nunca llegó.

También, hice una visita al Ministerio de Economía y Finanzas para invitar a colaboradores de esta institución a una presentación acerca de “Declaraciones de renta con criptomonedas”, pero, a pesar del esfuerzo realizado y la confirmación por parte del equipo de Recursos Humanos de haber difundido la actividad entre sus colaboradores, para la noche del evento, ninguno se hizo presente.

Como uno de los primeros panameños que ha sido formado “académicamente” en el tema de criptomonedas, era inevitable sentir el malestar interno proyectado hacia la poca recepción y atención de quienes nos gobiernan en torno a temas tecnológico-financieros.

No obstante, a diferencia de las experiencias anteriores, es necesario mencionar que, tiempo después, un equipo conformado por miembros de diversos departamentos de la Superintendencia de Bancos, liderado por el Director de Tecnología, asistió a una presentación acerca de criptomonedas organizada, exclusivamente, para ellos. Y, llamó mucho la atención que este equipo fue completamente receptivo al tratar sobre criptomonedas. Tanto que, hubo frases como: “No entiendo por qué los bancos en Panamá aún no facilitan operaciones con Paypal”.

Curiosamente, aunque dicha presentación se trataba acerca de las criptomonedas, con la frase esbozada, identificábamos una debilidad relacionada con la entrada de las FINTECH (la primera “palabra sucia”) en el país. Porque cabe mencionar que, antes de las criptomonedas, ya existían procesadores de pago como Paypal (Desde 1998).

Lo interesante con las criptomonedas es que, a pesar de ser una tecnología que nació a finales del 2008 y puesta en marcha en enero de 2009, bancos en la Unión Europea, Estados Unidos, el continente asiático y algunos en los países latinoamericanos, ya están familiarizados con esta tecnología, facilitando operaciones financieras con la misma. A diferencia de nuestro país que, al usar criptomonedas, puedes exponerte a diversas situaciones incómodas con los bancos como, por ejemplo, el rechazo de apertura de cuenta bancaria, bloqueos de transferencias internacionales (usualmente cuando se utiliza algún “exchange” o casa de cambio en línea), bloqueo de tarjetas de crédito, cobro de comisiones por “Quasi Cash” (equivalente a un aproximado de 10% sobre el valor de compra), incluso hasta el cierre de la cuenta bancaria. Todo esto, a discreción del banco.

Es interesante que, en el “Panama Hub Digital” y “Hub financiero de Latinoamérica” ocurran estas situaciones, cuando ya se ha comprobado que es viable usar criptomonedas para transacciones comerciales por la trazabilidad que facilita, desde la perspectiva tecnológica. Mientras que, con un “maletinazo” se hace mucho más compleja la trazabilidad del dinero.

Las criptomonedas, en Panamá, todavía son consideradas por los bancos como un instrumento de alto riesgo y limitan la introducción esta tecnología en su cartera de servicios, posiblemente, por el miedo (irracional) de las “represalias” con las que puedan responder los bancos corresponsales; incluso si estos se encuentren en la lista de bancos internacionales que facilitan operaciones con criptomonedas.

También, es interesante observar que cuando se conversa con algún miembro de la banca, las finanzas o la economía en Panamá, se perciba un “rechazo inconsciente”, porque consideran las criptomonedas como “una tecnología para lavar dinero”, cuando se ha demostrado que es todo lo contrario, por su alto grado de transparencia en las transacciones.

El tiempo pasa

Han pasado 12 años desde que Bitcoin se presentó en un documento como prototipo y alternativa al sistema financiero tradicional del mundo y que, en la actualidad, las decisiones de los bancos centrales y gobiernos de algunos países como China, Suecia, Uruguay, Venezuela, la Unión Europea, entre otros, le han dado la razón a la tecnología, al estudiar y planear la creación y emisión de lo que se conoce como una “CBDC (Central Bank Digital Currency)” o Moneda Digital emitida por Banco Central, las cuales han sido inspiradas en el protocolo Bitcoin. Mientras que, en Panamá, continuamos con los dilemas bancarios en relación con las criptomonedas.

Actualmente, son 7 años desde que en nuestro país se comenzaron a realizar transacciones con criptomonedas; pero, la demanda nacional ha sido baja, como para que los bancos, financieras y reguladores le presten la debida atención al tema. No obstante, es meritorio mencionar que en nuestro país es posible comprar propiedades inmuebles, autos, alimentos o adquirir servicios y pagar con criptomonedas, como sucede con cualquier otro tipo de transacción comercial. Pero, aun así, el mercado local carece de madurez, conocimiento y desarrollo de la consciencia ciudadana para abrazar esta tecnología.

Comunicador ejecutivo, facilitador, mediador.
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