Este domingo 16 de febrero se efectuó en el boulevard Panamá Pacífico el XXV Festival de Cometas y Panderos, organizado por Aprochipa.
- 21/02/2025 00:00
Soberanía de papel: recursos naturales en una época extractivista
Luego de la visita del senador estadounidense Marco Rubio a Panamá y el aumento de la tensión por la administración del Canal de Panamá, surgen múltiples interrogantes sobre el rumbo que está tomando la gestión de nuestros recursos naturales, especialmente el agua. Más allá de los discursos oficiales, hay mensajes que se pueden leer entre líneas, particularmente en relación con el papel que juega el capital extranjero en la explotación de estos recursos.
En su agenda, Rubio encontró tiempo para visitar AES Panamá, una empresa de capital norteamericano que administra la hidroeléctrica Bayano, en la provincia de Panamá, así como la hidroeléctrica Chan II, en Bocas del Toro. Esto nos lleva a plantear la hipótesis de que Estados Unidos podría estar buscando insertar a AES en el territorio de la cuenca de río Indio para la construcción del reservorio multipropósito que abastecería de agua al Canal de Panamá.
No sería descabellado pensar que una potencia como EE.UU. busque influir en la administración de un recurso estratégico como el agua, esencial para el funcionamiento del Canal.
Este contexto hace aún más llamativa la narrativa del actual administrador del Canal de Panamá, quien ha declarado que Bayano no es una alternativa viable para garantizar el suministro de agua, contradiciendo lo establecido en el Plan Nacional de Seguridad Hídrica 2050 del Consejo Nacional del Agua.
Si Bayano puede ser la mejor opción, según lo recomienda el estudio, ¿por qué se impulsa la construcción de un nuevo reservorio en río Indio? La necesidad de un nuevo reservorio no solo responde a la demanda del Canal, sino también al suministro de agua potable para la población.
Bayano podría haber sido una solución clave para resolver los problemas de acceso al agua en la zona este de la ciudad y en las áreas cercanas al Canal, más aún cuando ya se encuentra en construcción el anillo hidráulico. Sin embargo, en lugar de fortalecer alternativas locales, se abre la puerta a negociaciones que podrían favorecer intereses foráneos.
En un país donde llueve abundantemente y el agua es un recurso valiosísimo, resulta alarmante que la clase gobernante haya optado por negociar con los recursos naturales, en una nueva etapa de la diplomacia del garrote. Esto nos da una clara señal de hacia dónde vamos: una soberanía cada vez más frágil y dependiente de decisiones externas en la gestión de nuestras riquezas naturales.
La defensa de nuestros recursos naturales no puede recaer únicamente en decisiones políticas, sino en la acción organizada de las comunidades. Es fundamental que la ciudadanía se una para exigir transparencia en la administración del agua y asegurar que este bien común no sea entregado a intereses privados que solo buscan lucrar. La historia nos ha demostrado que solo a través de la movilización y la participación activa podemos garantizar que los recursos que sostienen nuestra nación permanezcan en manos del pueblo y sean utilizados para el bienestar colectivo.