Mulino defiende acuerdos con EE.UU.: ‘Aquí no hay nada opaco’

Actualizado
  • 21/02/2025 00:00
Creado
  • 20/02/2025 18:30
El presidente, José Raúl Mulino, confirmó que los migrantes fueron trasladados a Darién. Tachó de “morbo” las críticas en torno a su política migratoria y confirmó que los acuerdos con el Gobierno de Estados Unidos continúan

La reciente revelación en un medio estadounidense, sobre el uso de un hotel de la ciudad capital como “centro temporal” de migrantes deportados por Estados Unidos, ha generado cuestionamientos en torno a los alcances de los acuerdos entre Washington y el Gobierno panameño.

Este jueves, durante su conferencia semanal, el presidente, José Raúl Mulino, defendió su política migratoria y calificó de “morbo” algunas de las críticas al manejo de su gobierno sobre el tema.

El mandatario explicó que la disposición de mantener en el hotel Decápolis, donde según el Ministerio de Seguridad se encontraban hasta este martes unas 299 personas de varias nacionalidades, fue una decisión que se enmarca dentro de los acuerdos con Estados Unidos y que en estos “no habría” nada ilegal.

“Tengo que negar por falsas muchas de las premisas que se están especulando en medios y redes, como si tuviéramos algo aquí escondido, y no es así”, comentó Mulino, confirmando la versión del ministro de Seguridad, Frank Ábrego, quien dos días antes convocó súbitamente a una conferencia de prensa para dar explicaciones sobre la noticia publicada por The New York Times.

Allí, el diario detalló, citando entrevistas con los migrantes, que estos se mantenían incomunicados en las habitaciones y sin conocer con claridad cuál sería su destino final. Muchos provenientes de Vietnam, Nepal, Afganistán, China, India y otros países arribaron a suelo panameño en tres vuelos provenientes de Estados Unidos, como resultado del endurecimiento de la política antiinmigrante de ese país tras la llegada de Donald Trump al poder.

Desde julio de 2024, Panamá mantiene un Memorándum de Entendimiento con Estados Unidos, en el que se acordó cooperar en la gestión de la migración irregular en la región. Un documento firmado durante el gobierno del expresidente Joe Biden y que oficialmente se presentó como un mecanismo para deportar migrantes que ingresaban por la selva de Darién, con apoyo financiero de Washington.

Entrado el segundo mandato de Trump y las posteriores amenazas contra nuestro país por una supuesta “presencia china” en el Canal, esa política recibió un ajuste a finales de enero pasado tras la visita del secretario de Estado, Marco Rubio. Ahora, Panamá debía recibir deportados desde Estados Unidos y luego enviarlos a sus países.

Un giro que desdijo lo planteado en un comunicado por el Ejecutivo el 5 de diciembre pasado: “A la luz del Derecho Internacional, no tenemos obligación de recibir deportados de otras nacionalidades que no sean la panameña”.

La Estrella de Panamá preguntó al presidente sobre este cambio, y este justificó la medida como resultado de la postura de Trump que estaría “empujando” a los migrantes al sur.

“Las circunstancias sobre el tema migratorio varían de día a día. Cuando vino Rubio a Panamá no teníamos ese problema, lo tenemos producto de las decisión que está tomando el Gobierno de Estados Unidos, que está empujando hacia al sur a los migrantes que están en Estados Unidos. ¿A quién le crea la presión? A los países que estamos al otro lado de la frontera”, sostuvo Mulino, y agregó: “aquí no hay nada opaco”.

El presidente detalló ayer que del total de migrantes deportados, unos 157 son mujeres, 142 hombres, 24 niños y niñas, además de 12 grupos familiares. De estos, 13 habrían aceptado un “retorno voluntario” y 97 fueron trasladados al Centro de Recepción de Migrantes en la provincia de Darién. Cinco saldrán del país por vuelos comerciales y ocho más serán igual enviados a Darién.

Sobre el trato a los migrantes, negó que estén siendo maltratados y afirmó que estos estaban recibiendo atención de Acnur (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) y la OIM (Organización Internacional para las Migraciones). “Es falso que los estamos maltratando, hay que ser bien perverso para pensar que nosotros como panameños vamos a maltratar a esa pobre gente que es víctima de una realidad que ojalá ningún panameño se encuentre en ella”, dijo.

Tras conocerse de la presencia de los migrantes en el hotel, La Decana intentó conocer la versión de las personas asiladas en el Decápolis, pero no fue posible ante el fuerte cerco de seguridad impuesto por la fuerza pública.

Organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional y Human Right Watch han alertado sobre la política de Trump dentro de su país y hacia fuera, en particular sobre posibles vulneraciones a las garantías fundamentales de los migrantes.

En declaraciones anteriores, el Gobierno panameño ha insistido de que se trata de “retornos voluntarios” y no de deportaciones forzadas. Además, que se ha registrado una “disminución” de ingreso de migrantes irregulares por Darién de 93 %.

Nicaragua y Martinelli

Mulino también confirmó en la conferencia de los jueves que conversó con la embajadora de Nicaragua en Panamá, Jessica Padilla Leiva, en un encuentro que ocurrió en el Palacio de las Garzas. El mandatario confirmó que dejó un mensaje a su homologo nicaragüense, Daniel Ortega, al que en esta ocasión se refirió con el título de presidente y no de “dictador”, como anteriormente se ha expresado de su gobierno.

“Le mandé un mensaje personal al presidente Daniel Ortega, con mucho respeto, que no puedo hacer público en este momento por cortesía elemental. Pero sí la tuve ayer [miércoles a la embajadora] aquí [en Presidencia]”, dijo.

Además, puntualizó que se conversó sobre la situación del expresidente Ricardo Martinelli.

Martinelli se encuentra asilado en la sede diplomática nicaragüense desde el 7 de febrero de 2024, tras ser condenado a 128 meses de prisión por el delito de blanqueo de capitales en el caso New Business.

El también líder del gobernante partido Realizando Metas ha ido incrementando sus críticas a Mulino desde sus redes sociales, para exigir se resuelva su situación, asegurando que su condena tiene “motivaciones políticas”.

Martinelli enfrenta otros procesos judiciales, entre ellos, el caso vinculado a la trama de corrupción de Odebrecht.

OTROS TEMAS
Durante la conferencia semanal, el presidente también habló sobre el debate de las reformas a la Caja de Seguro Social y del posible aumento del pasaje del Metro de Panamá.
Confirmó que se reunió el miércoles con la presidenta de la Asamblea Nacional, Dana Castañeda, a quien insistió sobre la “importancia” de aprobar la reforma.
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