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- 08/06/2023 00:00
Picasso: muerte y transfiguración
Hace ya cincuenta años murió Pablo Ruiz Picasso. Descansó en la tierra de Francia, país que eligió tempranamente como epicentro de su trabajo, merced el ambiente parisino, la Ciudad Luz en la magnificencia de su esplendor como centro mundial de las Artes, y luego por la victoria del fascismo en su tierra natal. Republicano insobornable, Picasso, el más universal de los artistas españoles de todos los tiempos, abrevó de sus raíces malagueñas y de la revolucionaria Cataluña -pues Barcelona era el verdadero puente entre España y Europa; pero sobre todo del arte de los grande maestros de su Hispania natal: el Greco y sus alargadas figuras; del aragonés tremendo, Goya y Lucientes, de trazo firme; pero más lejanos aún, Picasso abreva de los artistas anónimos que dieron forma a las figuras del Cantábrico y los Pirineos en la temprana Edad Media.
Este español universal, era una leyenda ya con 18 años. Entre juerga y continuas pasiones amatorias, el infatigable Picasso renovaría la Pintura, siendo adalid de las fuerzas que entonces pasarían de las expresiones altísimas del arte figurativo –a las que él contribuyó con su dibujo perfecto y sus cuadros tristes de su afamado Período Azul, a los más dulces y casi angélicos de su Período Rosa-, a la deconstrucción de la imagen y la invención del Cubismo y los oníricos sueños del Surrealismo. Y no parar ya más. Eterno aprendiz, Picasso seguirá en una ola creadora que no paró, sino hasta aquel 8 de abril de 1973 en el cual se cerraran sus mil ojos -que dijera Rafael Alberti – a sus noventa y un años.
Una muestra sintética de grandes períodos creativos de este genio, podrá apreciarse en Panamá, en la Casa de España, situada en el Paseo Esteban Huertas, sobre las murallas del Casco Antiguo, entre el 6 de junio y el 29 de julio del presente año. La Obra Artística de la Fundación Universitaria Iberoamericana (Funiber) ha traído una muestra de 40 litografías de Picasso, que dan cuenta de tres grandes hitos de su arte. La muestra que Funiber presenta, bajo la curaduría del Maestro Federico Fernández, se agrupa en cuatro secciones básicas: “Les Bleus de Barcelona”; 11 obras, editada por Jaime Sabartés, destinadas para la inauguración del Museo Picasso de Barcelona, con de la serie azul de Picasso.
El segundo conjunto es: “Bailarines”. Son 14 grabados sobre cuero con dibujos de bailarines. Se trata de estudios de corte académico, donde sobresale el dominio de la técnica de Picasso como dibujante eximio. Varios de ellos han sido realizados de un solo trazo. En suma, un Picasso heredero del clasicismo más puro.
El tercer conjunto es “Geneviève”, obras sobre su amante Geneviéve Laporte; 12 obras sobre papel Japón. Nuestro autor la muestra desnuda, de medio cuerpo, de frente y de perfil o jugando con Cupido. Son dibujos de fresca espontaneidad, casi decorativos, muy dinámicos, sorprendentes y poco conocidos.
Finalmente, la cuarta sección son dos cuadros: dibujos preparatorios de “Las mujeres de Argel”, pertenecientes también a la serie llamada de “La California” (c. 1955). La trascendencia de estos estudios es que darían paso al cuadro de Picasso que alcanzó el récord histórico por su precio en subasta. También se exhibirá un cartel “original “de una exposición de “Les Bleus de Barcelona”.
En suma: la muestra “Picasso: Aún sorprendo” tiene la virtud de mostrarnos una magnífica síntesis de un creador imprescindible, cuya leyenda sigue creciendo. Muerto, Picasso se transfigura en el cielo del Arte. Y sus ojos siempre abiertos, penetrantes y curiosos, de niño perenne, nos miran a través de sus obras. Inmortalizado por ellas, su contemplación es la mejor manera de celebrar su ascenso al Parnaso, donde seguramente seguirá seduciendo a las propias Musas.