La reunión de este miércoles 13 de noviembre en la Casa Blanca entre el presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, y el mandatario electo, Donald...
- 08/03/2024 00:00
- 07/03/2024 18:11
El domingo pasado bandas criminales en Haití asaltaron las dos más grandes prisiones del país y liberaron a más de 4.000 presos. El presidente Ariel Henry se encontraba en Kenia, asegurando el envío de unos mil policías kenianos para salvaguardar la paz en su país. Las bandas criminales acusan al presidente Henry de querer utilizar a los policías kenianos como su guardia personal para mantenerse en el poder. Recordemos que Ariel Henry no sostuvo elecciones como debió en 2023 y que llegó al poder en 2021 luego del asesinato del presidente Jovenel Moïse. Irónicamente, entre los pocos reos que permanecieron en las cárceles estaban los 18 mercenarios colombianos contratados por una empresa con vínculos a Venezuela y registrada en Miami.
En Chile hallaron a principios de marzo el cuerpo sin vida del teniente venezolano y disidente del régimen de Maduro, Ronald Ojeda. El militar venezolano fue secuestrado de su hogar una semana antes por grupos evidentemente vinculados al aparato represivo de la dictadura venezolana.
En EE.UU., el 22 de febrero, un migrante venezolano asesinó a una joven estudiante de enfermería en la Universidad de Georgia. El migrante había sido detenido anteriormente en Nueva York por varios delitos. El hermano del presunto asesino también entró al país de manera ilegal y la fiscalía de Georgia confirmó vínculos con la banda criminal transnacional venezolana conocida como El Tren de Aragua.
El mes pasado en Ecuador bandas criminales tomaron control de una estación de televisión y asaltaron universidades. El año pasado asesinaron a un candidato presidencial, y más de 50.000 nacionales chinos ingresaron al país sudamericano para iniciar su recorrido hacia EE.UU. Una carretera humana de tragedia, miseria y lo ilícito.
Al otro lado del Atlántico la inteligencia rusa dejó expuestas las debilidades y doble moral del país más poderoso de Europa: Alemania. El Kremlin divulgó una conversación de 38 minutos entre oficiales de la fuerza aérea alemana, en donde discuten las opciones para bombardear el puente Kerch que une Crimea con Rusia, utilizando misiles tipo Taurus. Propaganda perfecta para el estilo retro del Kremlin; de seguro aquellos de la tercera edad temblarán al escuchar que la sucesora de la Luftwaffe está nuevamente planeando bombardeos a infraestructura civil rusa.
Del otro lado de la moneda, este miércoles, un misil balístico ruso mató a cinco civiles en Odessa e impactó a menos de 500 metros del convoy que trasladaba al presidente ucraniano y al primer ministro griego.
Y como en Piratas del Caribe, el mismo día, los hutíes en Yemen atacaron una embarcación operada por una compañía griega, matando a tres de sus tripulantes. Las fuerzas navales indias tuvieron que evacuar a los demás marineros, por temor a que la embarcación se hundiera tras el ataque.
Todo lo anterior son menos de dos semanas de titulares internacionales. Titulares que no cubren ni un cuarto de los acontecimientos violentos y de caos. Titulares no muy lejanos a nuestra realidad inmediata y que para muchos forman parte de los límites a nuestra plenitud personal. Mas allá de izquierda o derecha o quien es responsable del estado de los asuntos sociales, debemos comenzar por despertar a que no son acontecimientos enmarcados en las pantallas de nuestros celulares o televisores, sino que son hechos que día a día destruyen el tejido social. Plauto, el comediógrafo latino, inmortalizó durante los tiempos de la antigua república romana la frase: “Lupus est homo homini, non homo, quom qualis sit non novit”. La frase normalmente es atribuida a Hobbes que se limitó a decir que el hombre es el lobo del hombre, pero la frase completa dice: “Lobo es el hombre para el hombre, y no hombre, cuando desconoce quién es el otro”.
Es necesario reconocer al hombre y sus derechos para escapar de la naturaleza anárquica, para escapar del lobo en el hombre. Esos derechos básicos que definen al hombre para reconocerlo los enumeró John Locke de manera sencilla: la vida, la libertad y la propiedad. Lo más básico que debemos garantizar para poder escapar al lobo dentro del hombre es la seguridad y protección de estos derechos. Es una lógica escalonada. Para garantizar la vida, la libertad y la propiedad del hombre, debemos establecer los límites y las normas que regulen y estandaricen la seguridad de una sociedad. La historia humana ha demostrado que este rol no podemos dejárselo a una sola persona, porque un monarca benigno para uno puede ser un tirano para otro. Tampoco podemos dejárselo a los más sabios, porque la mayoría vive en torres de marfil, alejada de la experiencia común. Pero tampoco puede quedar en manos del vulgo, cuyas pasiones son tan oscilantes como la marea.
Es por eso que tenemos una democracia republicana, o aspiramos a tenerla. Una arquitectura de controles y contrapesos para mantener al lobo en cada hombre alejado del potencial de socavar los derechos fundamentales de cada hombre. Un poder legislativo que represente a los diferentes constituyentes de un Estado. En el caso de EE.UU. es un sistema bicameral para dividir aún más el poder entre una cámara proporcional a la población y otra proporcional al poder federal de cada estado, que es equitativo. Un sistema de cortes con jueces nombrados con aprobación y escrutinio de otros poderes del Estado. Y un ejecutivo para hacer cumplir las leyes y sentencias. La lógica escalonada obliga a priorizar la seguridad de los derechos fundamentales antes que cualquier otra cosa o cualquier interés.
Cuando vemos los titulares en las noticias, en cualquier país del hemisferio, es sorprendente la falta de protección a la vida, libertad y propiedad de las personas. Los controles y contrapesos no están funcionando. Y aquellos que tienen en sus manos el poder de las decisiones de nuestros gobiernos, están gobernando para una minoría de privilegiados sin una preferencia política más refinada que elevar a quien les permita mantener el poder.
Mas de 4.000 millones de personas irán a las urnas en 2024. Recordemos cuál es la misión fundamental del Estado: la protección de los derechos fundamentales. Plauto también famosamente dijo “buscando las cosas inciertas, perdemos las ciertas”. Que la vanidad egotista del lobo en cada hombre no permita que nos den espejitos a cambio del oro de nuestra vida. Reconozcamos al hombre y controlemos al lobo. La izquierda y la derecha se vuelven insignificantes cuando la vida, la libertad y la propiedad están expuestas a los apetitos del lobo.