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'El tulipán de hierro' apuesta su última carta
- 24/08/2022 00:00
- 24/08/2022 00:00
Hay viejas sentencias en el argot del fútbol que se esgrimen de vez en cuando como frases populares sabias, para calificar o graficar con estas un momento en particular. Una a la que se acostumbra recurrir como infalible y lapidaria, suele argumentar que “la gente solo recuerda al que queda campeón, del segundo nadie se acuerda”.
Con ella a veces en mente, algunos jugadores (no solo célebres) han encontrado justificación para despojarse con desprecio, ante la mirada del público o las cámaras de la televisión, de las medallas que los reconocen como subcampeones, restándole importancia y trascendencia a esa meritoria ubicación.
Pero hay un momento en la historia de la Copa del Mundo de las XXI ediciones que lleva realizadas, que quiebra esa frase sin ninguna contemplación, la hace pedazos, la Copa del Mundo Alemania Occidental 1974.
De aquella décima edición, celebrada del 13 de junio al 7 de julio de 1974, quienes siguen este deporte saben bien que la ganó Alemania occidental aunque al referirse a ella, el dato relevante es que el gran protagonista fue entonces la Selección de Holanda (hoy Países Bajos), subcampeón brillante y excelso del torneo.
Además, la figura que se puso sobre la sien la corona del mejor jugador del mundo fue su delantero-mediocampista Johan Cruyff; y también, aunque parezca inconcebible, fue la selección que cambió y revolucionó de allí en adelante el concepto y la táctica de cómo se debía jugar el fútbol moderno.
La llamada “naranja mecánica” no alzó en el estadio Olímpico de Múnich el nuevo trofeo con el que la FIFA comenzaba a premiar al campeón, al perder 2-1 contra los alemanes occidentales; sin embargo, 48 años después aún seguimos recordando más al subcampeón; su huella no se desvaneció.
Cuatro años más tarde (1978), los Países Bajos sin la lucidez de aquel momento en Alemania 1974, accederían a una segunda final (nuevamente ante el país anfitrión) para perderla con Argentina (3-1).
Caerían en un bache al estar ausentes de los torneos de 1982, 1986 y 2002, recuperando trascendencia en su participación en Sudáfrica 2010, alcanzando su tercera final mundialista, esta vez la primera al comienzo del nuevo siglo, frente a España, en el estadio Soccer City de Johannesburgo. La derrota 1-0 ante los españoles les marcaría con tres finales disputadas, tres finales perdidas, dando a entender que su techo es el subcampeonato.
Para alcanzar el logro máximo de un reconocimiento pleno con el título de campeón, entre el viejo y el nuevo periplo han tratado de mantener su vocación al juego ofensivo debatiéndose en su propuesta, entre inclinarse para ello en la llamada línea cruyffista de juego u optar por un sistema más metódico, rígido y pragmático, cuya cabeza visible ha sido Louis Van Gaal.
Llegan a Catar 2022 precisamente de la mano del entrenador Van Gaal, un viejo referente por el que se decantaron después de no lograr convencer, para que aceptaran el puesto, ni a su paisano Erik Ten Hag ni al ex entrenador de Alemania, Joachim Löw.
Lo sacaron de su retiro del fútbol sin tener que rogarle. Regresó para cerrar su ciclo en los banquillos según sus palabras, como casi siempre carentes de humildad, afirmando: “Mi objetivo personal es convertirme en campeón mundial. Quiero transmitir eso a mis futbolistas. Pero no lo hago por mí mismo, sino para ayudar al fútbol neerlandés... y si estuviera en el puesto de la federación (presidencia), también me habría escogido a mí mismo. Por eso dije que sí”.
Louis Van Gaal ha combinado picos altos exitosos en su carrera profesional con la obtención de títulos con el Ajax, Barcelona, Bayern de Múnich, así como bajos con despidos clamorosos como el protagonizado con el Manchester United. Es reconocido por su fuerte carácter y la inclinación por llevar a la perfección la mecanización de los movimientos de sus equipos, dándole prioridad a una disciplina táctica colectiva que a veces no encuentra oxígeno para quebrar al rival (cuando este le adivina o contrarresta el método).
Un “oxígeno” que le podría aportar, con un destello individual improvisado, algunos jugadores “estrella” con los que ha contado, pero que a veces, dicen ellos, no lo intentan al sentirse amarrados a sus instrucciones inmodificables de mantenerse apegados a su libreta de apuntes.
Cuenta por ello con anecdóticos momentos de desencuentros con figuras prominentes de sus equipos, pero también a su favor el haber descubierto y promovido, entre otros, destacados jugadores como Puyol, Xavi Hernández, Müller, Alaba o Rashford.
Es la tercera ocasión en la que Van Gaal dirige a la selección orange. Fracasó con ella en su primer ciclo, al quedar eliminados del mundial 2002, y logró invicto en su segundo mandato (2012-2014), el tercer lugar en Brasil 2014.
Después de quedar eliminados de la Eurocopa 2016 y de la Copa Mundial Rusia 2018, al concluir para ellos la Eurocopa 2021, derrotados en los octavos de final 2-1 por la República Checa, el año pasado apelaron a Van Gaal para que afrontara las eliminatorias mundialistas hacia Catar.
Bajo el mandato de Van Gaal disputaron el grupo G del clasificatorio europeo junto a Turquía, Montenegro, Letonia, Gibraltar y Noruega. Clasificando de primeros en el grupo con 23 puntos a 2 más de Turquía, segundo del grupo, que hizo 21 puntos. Ganaron 7 partidos, empataron 2 y perdieron 1.
Semanas después revelaría en una entrevista televisiva que estaba recibiendo quimioterapia por un cáncer de próstata. Según él, ha superado positivamente el tratamiento, lo cual le permitirá llegar a Catar 2022 sin contratiempos.
A sus 71 años recién cumplidos (8 de agosto), parece claro que será su tercera y última presencia en la dirección de la Selección de los Países Bajos, pues la federación neerlandesa ya ha firmado con Ronald Kooman el contrato para que releve a Van Gaal una vez concluya la Copa, encargándose del tramo hacia el mundial del 2026.
Un recorrido sobre su óptica en el fútbol nos acerca a conceptos que ha emitido, especialmente a partir de una larga entrevista en 2019 con el periodista Diego Torres, del diario español El País, y nos permite saber grosso modo qué busca y cómo posiciona en el campo a sus equipos.
Sobre el sistema de juego apunta: “El 4-3-3 es el mejor modelo para atacar y defender. Pero tienes que aplicarlo con los 11 jugadores. Incluso el portero debe sumarse al juego de campo para defender, porque cuando avanzas al campo rival, él debe hacerse cargo del espacio enorme a la espalda de su zaga”.
Refiriéndose a la creación de juego señala: “Hoy los armadores del juego deben ser los defensas centrales y el centrocampista más defensivo, porque solo atrás encuentras espacios para hacer la jugada. Por supuesto, en el mediocampo también hay espacios, pero su aprovechamiento es más complicado”.
Sobre Messi: “Me gusta Messi como jugador individual. Es el mejor jugador individual del mundo porque sus estadísticas son asombrosas. ¡Me gusta! Pero, ¿por qué no gana la Champions desde hace cinco años (2019)? ¿Por qué? Como capitán, debe preguntarse por qué el equipo no gana en Europa”.
A Neymar no lo dejó escapar para señalarle: “Mire a Neymar en el PSG. ¿Cuántas Champions ganó? Neymar y Messi me gustan como futbolistas individuales, no como jugadores de equipo. Yo creo que en los juegos colectivos no hay nada más importante que el jugador de equipo”.
Dejó sentado su principio básico cuando Torres le preguntó, ¿qué es más importante, el espíritu de equipo o la táctica? Respondió directo: “La táctica. Pero solo puedes cumplir con tu idea táctica cuando tienes espíritu de equipo”.
Países Bajos inicia su participación en el mundial enfrentando a Senegal, el 21 de noviembre, en el estadio Al Thumama, Doha. La selección senegalesa, actual campeona de la Copa Africana de Naciones, cuya figura estelar es el incansable goleador Sadio Mané, será un primer termómetro para medir desde el inicio su proyección hacia el título.
Comenzaremos a saber entonces si esta selección de los Países Bajos, bajo la batuta de Louis Van Gaal, llamado “El tulipán de hierro” –un apodo apoyado en la flor emblemática de los neerlandeses, pero despojada de su delicadeza con el apelativo de hierro– para representar el famoso carácter de su entrenador, tiene la fortaleza suficiente para ir por un título que esperan alcanzar en una cuarta final.