Tejada dejó un legado que transciende al mundo del fútbol panameño

El fútbol panameño sigue de luto luego del fallecimiento del ex jugador Luis Matador Tejada, quien sufrió un paro cardiorrespiratoria la tarde de este domingo 28 de enero durante un partido de la Liga de Veteranos en Santa Librada.

Tejada falleció con 41 años (nacido el 28 de marzo de 1982), pero dejó un legado que será siempre recordado por todos los panameños. El Matador fue muy conocido por sus acrobáticos en la cancha, como las que hizo durante el Hexagonal Final de la Concacaf de 2005 rumbo a la Copa Mundial de la FIFA en Alemania 2006 frente a México o el anotado cuando vestía los colores del Toluca de México contra el Santos Laguna en el 2012 en la Liga MX.

Sin embargo, Tejada será recordado más por ser un hombre de “familia”, esto según uno de sus primos, Nazar Hansell, quien conversó en exclusiva con La Estrella de Panamá.

“Él (Tejada) siempre fue una persona alegre y carismática. Era ese tipo de persona que no le gustaba que sus amistades y su familia discutieran. Si había algún tipo de problema, el siempre intentaba que las cosas se arreglaran o que estuvieran en paz. Era una persona mucho de familia y que estuviera junta. Creo que será algo que quedará marcado para el resto de nuestras vidas”, señaló.

Hansell, con una voz frágil y afligida aún por la pérdida de su primo, señaló que Tejada le contó algunas historias mientras jugaba en el extranjero. Vale la pena destacar que el Matador tuvo un gran recorrido en varios países, como México, Perú, Estados Unidos, Colombia e incluso en los Emiratos Árabes Unidos.

Uno de sus primos también señaló que llegó a compartir cancha con Tejada en ligas amistosas. “Tenemos fotos y videos juntos. Hicimos un convivio en la Plaza hace un par de años y a él [Tejada] le gustaba eso. Compartir con sus amistades y familiares. Le gustaba mucho estar con los niños”, dijo.

Uno de los ídolos panameños, quien es oriundo de San Joaquín, fue una persona muy querida en su barrio, esto según el propio Hansell. “El Matador fue una persona muy querida en todos lados. Yo me quedaba sorprendido que donde yo fuera con él el trato que recibía era muy diferente al que recibían otros jugadores. Por su carisma, por su forma de ser... eso al final es lo que me llevó de él”.

“Me da satisfacción saber que en vida la gente lo quiso mucho por lo que fue, por lo que hizo y por quien fue, no por lo que tenía”, enfatizó.

Por último, Hansell afirmó que su primo fue “lo máximo de lo máximo”.

Añadió que “no había algo de él que no me gustara. Normalmente lo que hacía, lo hacía bien tanto en la cancha, como con su familia”. “Yo creo que la gente escuchará solo cosas positivas de Tejada porque lo negativo era muy poco, casi nada y prefiero quedarme con lo bueno de él”, reiteró.

Una trayectoria imborrable

El éxito más importante que ha tenido la selección de Panamá no se puede explicar sin la aportación de goles que logró Tejada. El ex futbolista fue una pieza clave para que Panamá clasificara a la Copa Mundial de la FIFA en Rusia del 2018.

Debutó con La Roja el 10 de junio del 2001 en un partido amistoso contra Trinidad y Tobago. Su primer gol en un juego de Eliminatorias de la Concacaf se produjo en el 2004 contra Santa Lucía rumbo a la Copa Mundial de la FIFA Alemania 2006, mientras que su primer tanto en una Copa Oro llegó en la edición del 2005 contra Colombia.

Tejada registró varias actuaciones destacadas con la selección. Entre ellos se incluye el subcampeonato que obtuvo en la Copa Oro de 2005. En esta edición anotó tres goles. Además, fue el autor de uno de las anotaciones más recordadas en la selección. Fue en el 2005 contra México en el estadio Rommel Fernández durante el Hexagonal Final. De chilena, el Matador envió el balón al fondo de las redes para poner el 1-1 parcial del juego.

Tejada participó en hasta cuatro ediciones de Copa Oro (2005, 2009, 2011 y 2015), en la Copa América Centenario del 2016 y en la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018. Durante la justa mundialista, vio minutos contra Bélgica y frente a Túnez.

A nivel de clubes, debutó con el Tauro en el 2001 en la antigua Anaprof, hoy conocida como la Liga Panameña de Fútbol (LPF). Luego pasó a formar parte del Plaza Amador antes de empezar su carrera en el extranjero. Su primera parada sería el Deportes Tolima en el 2003.

Tras pasar un tiempo en Tolima, regresó al Tauro y en el 2004 regresó a Colombia para vestir los colores del Envigado. Luego de sus buenas actuaciones con la selección durante la Copa Oro del 2005, llamó la atención del Al-Ain de los Emiratos Árabes Unidos. Firmó ese mismo año por un periodo de tres temporadas y pudo disputar la Liga de Campeones de la AFC, llevándose el subcampeonato tras perder la final contra el Al-Ittihad de Arabia Saudita.

Tras su fugaz paso en Asia, regresó al Plaza Amador y en el 2006 volvió a firmar por un club colombiano, esta vez para el Once Caldas. En el 2007 volvió hacer las maletas para migrar al Real Salt Lake de los Estados Unidos. De ahí siguió su aventura en el extranjero y jugó para otros clubes como el Juan Aurich, Deportivo Toluca, Tiburones de Veracruz, Universidad César Vallejo, Universitario, Sport Boys y el Pirata FC.

En el 2020 dio por terminada su carrera fuera de fronteras y ese año firmó con el Universitario de Penonomé. En el segundo semestre se comprometió con el Plaza Amador. Luego jugó para el Herrera, San Francisco y colgó las botas con Potros del Este.

En cuanto a distinciones individuales, fue el máximo goleador de la Copa Oro del 2005, máximo goleador de la Primera División de Perú en el 2011, entre otros más.