Fuego, el gran protagonista

Actualizado
  • 18/08/2024 00:00
Creado
  • 17/08/2024 10:09
El restaurante Kanibal basa su oferta en el paso de excelentes productos por el fuego. No se limita a las carnes. Pescados y platos vegetarianos son parte del repertorio

Justo al frente del mercado san Felipe Neri, en plena Avenida B, está ubicado el edificio Casco Parking que alberga en su sexto piso, dos de las más recientes propuestas gastronómicas. Una de ellas es Kanibal, que además de ofrecer un acogedor salón, cuenta con una cómoda terraza con una espectacular vista que abarca el skyline de la moderna ciudad de Panamá.

Las mesas son alargadas y con formas caprichosas a las que se acoplan algunos sofás. Las luces del atardecer tiñen los espacios con sus luces cálidas. El cielo va poco a poco oscureciendo y el ambiente invita a disfrutar.

La propuesta de Kanibal está ligada al fuego, elemento que, controlado, generó un cambio trascendental en la humanidad. Con el control del fuego el hombre procesa sus alimentos, deja de ser gregario, evoluciona.

Y más concretamente en la cocina, es el principal transformador de los alimentos, transformación que no solo se limita a las carnes. Con unas buenas brazas, el resultado para pescados y también vegetales es impresionante.

La cocina de Kanibal está a cargo del chef Fermín Azkue, quien lidera los equipos de Salvaje y Arrogante, dentro y fuera de Panamá. Lo secunda Nicolás Jiménez, quien mantiene al punto todas las preparaciones. Ambos nos atienden a cuerpo de rey.

Son las 7:00 en punto y los convocados a la mesa disfrutamos de los últimos celajes del atardecer mientras las luces de la ciudad se van encendiendo y el dj pone la música a sonar. La degustación se inicia con una ronda de cocteles signatura: Valkiria, preparado con vodka, licor de melocotón, maracuyá y cítricos terminado con kombucha de jengibre y mango; Pisco punch, con pisco acholado, licor de chile, naranjilla, maracuyá y solución de ácidos. Clarificado con notas frutales frescas y el aroma de chile tostado; Furia, inspirado en una margarita, con base de tequila, maracuyá, jugo de limón, sal de tajín y licor de chile; por último, un Caribbean potion, con ron blanco, ron de coco, agua de coco y pandan, piña y solución de ácidos. Coctel clarificado, inspirado en la piña colada. Cada uno de ellos servido en una forma única.

Del raw bar, degustamos un tiradito de pez limón con salsa acevichada, cilantro, maíz cancha y serranito pepper, muy fresco, y un hot stone tiradito, carpaccio de res en salsa sommang, acabado en mesa. El secreto, mojar bien el carpaccio en la salsa antes de someterla al calor de la piedra. Así, no se pegará mientras que la salsa impregna la carne con su sabor. Por último, un ceviche de aguacate y palmito ahumado con salsa acevichada y ají amarillo. Fresco y con un toquecito de picante.

Continuamos con una variedad de platos seleccionados del aparte ‘para compartir’. Un smoked avocado, con aguacate hass a la brasa, crema de aguacate, chicharrón de pescado y salsa acevichada. El aguacate en diferentes preparaciones aporta profundidad. El chicharrón y la salsa acevichada hacen un balance para la cremosidad del aguacate. Continuamos con unos dumplings de res, con espuma de parmesano y jamón serrano. Una interesante fusión de la cocina asiática y la europea. El sabor de la carne es rico, como el de una empanada.

De la sección ‘Del huerto a mi brasa, probamos una patata Kanibal, puré de papa cubierto con queso parmesano; una coliflor steak a la parrilla con crema de shiso, coulis de coliflor y chimichurri; un puerrito ardiente, a la brasa con salsa romesco de kimchee, excelentes acompañantes de las proteínas de la sección Cortes y brasas. Del mar, un pez limón madurado, preparado a la brasa con salsa de miso y menta. Kanibal madura en su propia cocina el pescado que ofrece. De la tierra, una picaña acompañada del chimichurri de la casa. Carne muy tierna, en su punto.

Del bar llegan unos spritz, preparados -from scratch- en Kanibal: el Pasión spritz, con vino de maracuyá, prosecco y kombucha de mango y jengibre. El Tropical spritz, con vino de piña, prosecco y kombucha de mango, jengibre y el Sunset Spritz, con vino de sandía, prosecco y kombucha de arándano. Tres propuestas tropicales y únicas de este coctel originalmente europeo.

Falta el postre o, mejor dicho, los postres... un pie de maracuyá, con crocante de almendras, ganache de maracuyá y helado de coco; un soufflé de chocolate a la brasa con helado de caramelo salado y praliné de almendras y un smoked tapioca, con crumble de mantequilla de maní, cocoa, nuez de nogal y tapioca de manchego. Broche de oro para una deliciosa comida en una hermosa velada.

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