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Un viaje de aromas a través de las épocas y rincones del mundo
- 22/05/2023 00:00
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El 22 de mayo de 1905 nació el perfumista francés Edmond Roudnitska conocido por crear fragancias de marcas de lujo como Christian Dior, Hermes y Elizabeth Arden que se siguen utilizando en la actualidad.
Desde muy joven su curiosidad se dirigió al mundo de la perfumería y se enamoró del arte del aroma y las emociones que estos podían evocar en las personas. Su trabajo fue reflejo de su imaginación y talento en crear nuevas e icónicas fragancias que perduran en el tiempo.
El mundo de la perfumería se remonta a épocas antiguas, mucho antes de le Edad de Piedra, cuando los hombres quemaban maderas aromáticas y resinas, desprendiendo olores agradables con la finalidad de complacer con humo a sus divinidades.
Esta práctica se le conoció como per fumum en latín, lo que más adelante se conocería como “perfume”. De ahí, otras civilizaciones experimentaron con mezclas de flores, plantas y otros objetos que les permitiera crear dulces aromas por distintas razones.
La perfumería dio sus inicios cerca del año 3.500 a. C. por parte de la civilización de Mesopotamia. Una tablilla cuneiforme del año 1.200 a. C. encontrada en dicha región reveló que los primeros perfumistas de la historia, eran mujeres. Estas, estarían encargadas de fabricar perfumes mezclando flores y plantas para consumo del rey, no solo por el aroma que desprendían, sino para uso medicinal.
Los egipcios se abastecieron de plantas de otros países en sus rutas comerciales para crear una resina aromática utilizada en rituales religiosos mientras que la perfumería griega inició alrededor del siglo XIII a. C. a través de la influencia de Creta, Micenas y Chipre al igual que sus contactos con Egipto y Asia Menor. Se utilizaron plantas mediterráneas (tomillo, hinojo, lirio, incienso, azafrán, etc.) proporcionadas por comerciantes fenicios desde diferentes lugares.
Los romanos fueron los encargados de dar a conocer el uso de laboratorios y la venta de la perfumería, un lujo que presentaba un alto costo en aquella época. Las fragancias comenzaron a formarse con mejores técnicas de conservación, y se creo registro de una botánica de olores y calidades de materia utilizada.
Así, se crea el primer gremio de perfumistas conocido como “ungüentaril” quienes creaban fragancias entre tres formatos: solido, con un solo ingrediente; liquido, hecho a base de flores y especias, y polvo, el cual se daba triturando pétalos que aromatizaban con especias.
Los relatos bíblicos son otra fuente que enfatiza el uso de los perfumes mientras Jesús estuvo en la Tierra. El incienso y la mirra acompañaron al oro en el regalo de los Reyes Magos para el nacimiento de Jesús y fue utilizado por la hermana de Lázaro para ungir los pies de Cristo en perfume.
Posterior a esta época, el mundo del perfume siguió formándose a lo largo del tiempo, definiendo la historia del mundo y sus civilizaciones.
La zona del Mediterráneo Oriental enfatizó la perfumería gracias a la riqueza y surgimiento de nuevas materias primas como el ámbar gris, el almizcle y el agua de rosas.
En el siglo XII el rey Felipe II de Francia da reconocimiento a la creación de perfumes como una profesión y surgen las primeras escuelas dedicadas a formar maestros de las fragancias tras cuatro años de estudio.
Los siglos XV y XVI marcan grandes avances entre las ciencias y la naturaleza, lo que permitió la creación de mejores fórmulas olfativas, siendo Venecia el lugar que marcó la moda de la época con grandes perfumistas. Los italianos fueron los primeros en utilizar las fragancias para perfumar su ropa debido a la peste de aquel tiempo.
Los perfumistas extranjeros viajaron a París donde el arte de los aromas se encontraba en su apogeo, razón por la cual un florentino abrió su primera tienda en la ciudad parisina en 1533.
El siglo XVII y XVIII marcó el triunfo de la perfumería en Versalles y las cortes de Francia, expandiéndose por toda Europa. Así, emergió la profesión de perfumista y la industria de perfumería de lujo en Grasse. La época también resaltó el crecimiento de botanistas y de las ciencias naturales y el proceso de mejora de grado en la pureza del alcohol propició perfumes más delicados.
En 1709, Jean Marie Farina, creó un perfume al que llamó Eau de Cologne (Agua de Colonia) que consistía en una solución alcohólica perfumada con esencias de plantas producidas en monasterios italianos durante la Edad Media. La misma se convirtió en la fragancia favorita del emperador, nobles y casas reales alrededor del mundo, decidiendo copiar la fórmula y convertir el nombre en un término genérico denominando un nuevo gusto de notas frescas y cítricas.
Las mujeres de esa época encontraron una fragancia que aportó frescura y dinamismo a los perfumes hechas por un compuesto químico denominado aldehído. En 1921 nació Chanel N5 creada por Ernest Beaux para Coco la cual tuvo un gran éxito en la alta sociedad. En la década de los '30 salieron a la luz fragancias conocidas como “cuero” formadas con notas secas que hacían alusión al material por el que fueron nombradas y su mezcla con inflexiones florales. Al culminar la Segunda Guerra Mundial, Christian Dior lanzó el New Look que entrelazo la moda y el perfume.
En los años '50, la perfumería francesa tenía gran prestigio y se resaltaban nombres del mundo de la moda como Poiret, Worth, Chanel. Nina Ricci y Patou quienes poseían sus propias fragancias. Aquí entró el continente americano avanzando con grandes pasos y nacen los “Eaux de toilette” masculinos.
La década de los '60 introdujo las aguas frescas que aportaban suavidad a las fragancias mientras que en los años '70, las mujeres utilizaban perfumes que correspondían a su estilo de vida. En Francia y Estados Unidos nacieron los perfumes bajo conceptos que prometen seducir a la mujer sofisticada y provocadora al igual que la natural y romántica.
La década de los '80 hasta los 2000 brindó diferentes fragancias para hombres y mujeres quienes se atrevieron a mezclar sus estilos sin importar los estereotipos sociales. Las mujeres utilizaron perfumes fuertes y los hombres fragancias suaves. A su vez, se crearon aromas que fuese aptos para hombres y mujeres al igual que fragancias suaves que permitieran a los consumidores viajar a su infancia.
El último informe de la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa) mostró que el sector de la perfumería consolidó en 2022 un crecimiento del 11,3% representando una cifra de 9.250 millones de euros en ventas junto al negocio de cosméticos.
El Director de Conocimiento y Estudios de Mercado de Stanpa, Óscar Mateo, destacó el valor de dicho incremento en una coyuntura económica complicada: “Algunos datos nos reflejan que tiene que ver con una fuerte necesidad de los consumidores de recuperar el bienestar, de cuidarse más y de disfrutar de la vida social y la autoestima”.
Con el pasar de los años, la perfumería ha sido vista como una forma de expresión y un regalo que muchas personas disfrutan.
También pueden ser una de las mejores formas de ventas y muchas celebridades y empresarios famosos han optado por crear sus fragancias y ofrecerlas al mercado como Madonna, Shakira, Rihanna, Sofía Vergara, y Jennifer López.
Lo cierto es que estas fragancias pueden llevar a las personas a un lugar o espacio en el tiempo y haciéndolas recordar memorias que parecían olvidadas. La perfumería ha sido una de esas creaciones del hombre que no se ha olvidado. Es más, ha perdurado y se ha reforzado con el pasar del tiempo logrando viajar a través de las épocas y rincones del mundo.