Fondo de pensiones

Pensar que Panamá será igual en los próximos 50 años es descartar que el país logrará el desarrollo humano que toda sociedad aspira a tener. Y es bajo esa premisa que los cambios que hagamos respecto al trabajo y las jubilaciones, tienen que ir casados con una proyección de desarrollo nacional. Sobre el trabajo, hay que hablar en términos de productividad, en lugar de salarios mínimos. Sobre las pensiones, tenemos que hablar de una población que vivirá más y exigente de bienestar. En pocas palabras, legislar para las pensiones de hoy, pero que se proyecten a 50 años, inmediatamente entramos en un error. Es bueno ir pensando en lo que hicieron los noruegos con su gran fondo de pensiones. El trabajador noruego aporta sus cuotas y sus pagos, pero eso no es suficiente a la hora de jubilarse y es allí donde entra el gran fondo de pensiones que compensa lo restante. Y este fondo de pensiones se alimenta, entre otras, de las concesiones para la extracción de petróleo del mar del norte. Nuestro fondo de pensiones también debe alimentase de otras fuentes, más allá de los aportes del trabajador y del patrono, porque hay que planificar el estado de bienestar de nuestros viejos, el futuro, para que disfruten la vida y cual noruego, también puedan vivir en los paraísos de jubilados. Ahora que entramos en la discusión sobre la ley de la Caja de Seguro Social, no solo es lograr su sostenibilidad, sino también en el futuro de la sociedad con buenas pensiones, porque no será la misma que tenemos hoy. ¡Así de simple!