Un daño terrible

El fallo reciente del caso mal llamado “Panama Papers”, donde la jueza Baloísa Marquínez sentenció que las pruebas presentadas no fueron suficientes ni concluyentes para determinar la responsabilidad penal de los acusados, es solo un pequeño paso frente al grave daño que ha causado el Ministerio Público con investigaciones amañadas, siguiendo directrices contra enemigos políticos. Y es que este caso nunca debió ser y sí, a los funcionarios responsables debe caerle todo el peso de la ley. La justicia nunca debe usarse para causar daño, sino para dirimir y buscar la verdad. No fue el caso de los “Panama Papers”, donde funcionarios irresponsables causaron hasta la muerte de personas y ¿quién paga por eso? Lo triste fue que, mientras se destruía la imagen del país y se le infligía una puñalada a nuestra economía, aquí cayeron en el juego de la supuesta excusa de combatir el terrorismo, proliferación de armas de destrucción masiva, el narcotráfico y lavado de dinero, cuando lo que se escondía era todo un chantaje financiero con listas discriminatorias, para sacarnos del marcado. Y estos funcionarios sirvieron de verdugos de sus propios compatriotas e iniciaron procesos sin pruebas, cuya realidad se demuestra con el fallo de la jueza Marquínez. Panamá no puede caer en manos de este tipo de funcionarios que se prestan para servir a intereses ajenos a los nacionales. El entrante nuevo gobierno debe promover una verdadera purga en el Ministerio Público para que realmente sirva para investigar la verdad y no como brazo de oscuros intereses. ¡Así de simple!