Reflexión para políticos

Hoy, el mundo cristiano conmemora la “pasión y muerte de Jesús”, una denominación que engloba los episodios evangélicos que narran los sucesos protagonizados por Jesucristo entre la última cena, su crucifixión y muerte. Es un momento de reflexión y un espacio que utilizan las familias para reunirse y celebrar. Este momento, empero, es oportuno para pensar. Pensar el país que queremos y cómo llegar a ello. ¿Será posible tener un país con grado de desarrollo humano? ¿En qué tiempo podemos lograrlo? Hoy, más que nunca, la sociedad está reclamando que se elimine la desigualdad social; que haya oportunidades para todos… Que la riqueza llegue a todos los rincones del país. La sociedad ya no está en una actitud pasiva y, aunque algunos siguen adormecidos por las dádivas, otra parte exige cambios. Los dirigentes políticos todavía creen en la práctica del discurso anti-Gobierno y de culpar por lo mal que hace gestionando el poder público. Pero esa retórica insulsa lo que demuestra es la falsedad de su verbo. Este Viernes Santo es bueno que lo aprovechen esos políticos para cambiar su discurso y, en lugar de criticar, nos empiecen a responder ¿qué país proponen?, ¿en qué tiempo podrían lograr que Panamá llegue al grado de desarrollo humano?, ¿cuánto proponen que se ahorre de los dineros del Canal, los puertos, la minería, la explotación del agua…? Que nos digan ¿qué sistema político nos conviene y nos ejemplifiquen por qué lo proponen…? Seguir con su retórica de crítica sin propuestas es seguir en el error. ¡Así de simple!