Entrelíneas del 10 de enero de 2025

Venezuela vive tiempos decisivos y muy convulsos. Hoy viernes Nicolás Maduro -una vez más- pretenderá tomar posesión como presidente tras unas elecciones fraudulentas y cuestionadas por la mayoría de los países del mundo. El régimen conoce su derrota y hasta el mismo Diosdado Cabello lo aceptó ayer- en un desliz- a Telesur. Lamentablemente la ilegitimidad de la investidura de Maduro no le impedirá intentar perpetuarse en el poder lo que agravaría el conflicto político- social en el país y salpicaría a toda la región. El camino que parece tomar la dictadura será la represión, detenciones arbitrarias y descalificaciones a quienes defienden los principios democráticos y la soberanía de un pueblo. Por ejemplo, ayer ha mostrado su rostro más despiadado: María Corina Machado fue detenida por agentes chavistas que dispararon contra la comitiva que la trasladaba cuando abandonaba la marcha opositora convocada en Caracas y luego fue liberada tras ser coaccionada a grabar videos. En esta misma línea, Maduro tachó el miércoles por la noche al presidente José Raúl Mulino de “cobarde” y agregó otros insultos por “amenazar” a Venezuela, declaraciones condenables y deplorables. Panamá ha legitimado la victoria de Edmundo González Urrutia y ha prestado las bóvedas del Banco Nacional para resguardar las actas originales del Tribunal Electoral venezolano que demuestran la amplia victoria de la oposición. González Urrutia no pretende claudicar y ha desmontado cualquier teoría de un gobierno en el exilio: ha dicho que llegará a Caracas a hacer cumplir el mandato popular. En este punto, ante semejante violación sistemática de los derechos humanos y democráticos, el mundo debe estar vigilante: de nada sirven los pronunciamientos medidos y calculados de algunos gobiernos ante lo que sucede en ese país. Que la oposición- liderada por Machado- logre organizar y concretar su estrategia. Que los ocho millones de migrantes que huyeron en busca de libertad y oportunidades, regresen a reconstruir su patria. Llegó la hora.