Maduro se 'autocorona dictador' frente a una oposición que no claudica

En las calles de Venezuela se esperaba el cambio. Miles de seguidores de la oposición salieron a exigir la libertad y soberanía de su país. En los diferentes estados, la muchedumbre hizo oír su voz: “¡Gloria al bravo pueblo”, gritaron. Sin importar la edad, el sueño venezolano era solo uno: recibir al presidente por el cual ellos habían votado y el que, según las urnas, aparece como vencedor electoral.

Mientras, en el Palacio Federal Legislativo, Nicolás Maduro se proclamó jefe de Estado, tal cual lo había prometido. Sin mostrar las actas, jurando, frente al presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, su tercer mandato. “Esta toma de posesión constitucional venezolana no la pudieron impedir y es una gran victoria”, dijo en su discurso, que duró alrededor de dos horas, mientras la cinta tricolor colgaba diagonalmente de su pecho.

Por otro lado, Edmundo González Urrutia, reconocido el presidente electo por Panamá y otros países, seguía en República Dominicana. Andrés Pastrana, exmandatario colombiano confirmó la noticia a NTN24 ayer alrededor de las 2 de la tarde.

“Acabamos de terminar una reunión con él. Sigue aquí con su señora y miembros más importantes de su estaf”, dijo el bogotano sobre el dirigente opositor, quien había prometido regresar a Venezuela para juramentarse con el cargo que, según él, le correspondía.

Los seguidores de la oposición soñaron con el cambio. Se veía en las manifestaciones dentro del país petrolero y en el extranjero. Sin embargo, el régimen parece seguir ejerciendo un control férreo bajo el liderazgo de un chavista que relega los derechos humanos y, por sobre todo, los resultados de la urna electoral.

En el salón Elíptico de la Asamblea Nacional, Nicolás Maduro juró la presidencia del país. Horas antes, el encargado de las operaciones militares chavistas puso en práctica un sistema de misiles antiaéreos 9K37 BUK de fabricación rusa y se cerraron las fronteras con Colombia. El régimen se encontró alerta ante la promesa de González Urrutia de regresar a Venezuela.

”El poder de Estados Unidos, junto a sus esclavos en América Latina, convirtieron la elección de Venezuela en una mundial. Y se la ganamos”, dijo el líder chavista. Para dispersar aquella duda de ilegitimidad, Maduro se expresó en la simbología del momento: su banda tricolor confeccionada por mujeres de una parroquia, el collar con las llaves del arca que guarda el acta de independencia y el sarcófago de Bolívar.

A su investidura asistieron Miguel Díaz-Canel, presidente de Cuba, y su homólogo nicaragüense, Daniel Ortega. Pero Maduro no se olvidó del mandatario argentino: “La extrema derecha dirigida por un nazi sionista, un sádico como Javier Milei. Cree que le puede imponer a Venezuela un presidente”, exclamó. Aprovechó el momento también para burlarse de quien intenta robarle la silla: “¿Ya llegó?”, preguntó en tono jocoso refiriéndose a González Urrutia.

”No aprendieron de la experiencia Guaidó” dijo en cuanto al político opositor reconocido como presidente interino del país petrolero en 2019 por Estados Unidos y gran parte de los países de la Unión Europea y América Latina.

Mientras el régimen celebra su “victoria”, Estados Unidos parece contar los días por el fin de la dictadura venezolana. El 9 de enero aumentó de $15,000,000 a $25,000,000 la recompensa por la entrega de información que lleve a la captura de Nicolás Maduro al calificar de “ilegítima” su investidura presidencial.

El Gobierno estadounidense también ofreció $25,000,000 por el ministro de Interior y Justicia de Venezuela, Diosdado Cabello y $15,000,000 por el arresto del ministro de Defensa, Vladimir Padrino López. Los tres miembros del régimen enfrentan cargos ante la justicia norteamericana.

Además del incremento en el valor de las recompensas, la Oficina de Control de Activos de Extranjeros del Departamento del Tesoro de EE.UU. informó sobre nuevas sanciones contra los aliados de Nicolás Maduro. “El Tesoro sanciona a funcionarios venezolanos que apoyan la represión y la reivindicación ilegítima del poder de Nicolás Maduro”, comunicó.

Héctor Obregón, presidente de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y Ramón Celestino Velázquez, ministro de Transporte, son unos de los funcionarios de más alto nivel sancionados por Estados Unidos.

El pasado 9 de enero, el Consejo de la Unión Europea (UE) emitió el Reglamento de Ejecución (UE 2025/44), por el cual agregó a su lista de sanciones a otros 15 funcionarios y altos cargos del régimen de Nicolás Maduro. Esto eleva el número a 69 venezolanos castigados por la entidad. Entre ellos se encuentran figuras clave del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) como su presidenta, Caryslia Rodríguez, al igual que miembros del Consejo Nacional Electoral (CNE), las Fuerzas Armadas y organismos de inteligencia venezolanos.

Por otro lado, ayer, la entidad geopolítica señaló que “deplora” la “intimidación” de las autoridades de Venezuela contra Machado, quien había sido detenida tras participar de las manifestaciones del día anterior.

“Deploramos los actos de intimidación contra María Corina Machado. La UE hace un llamamiento a las autoridades de Venezuela para que pongan fin a todas las detenciones injustas y arbitrarias, incluidas las de ciudadanos con doble nacionalidad y extranjeros, y liberen incondicionalmente a todos los presos políticos”, indicó un portavoz de la UE.

El fin por el cual se emitieron dichas medidas ocurre para apoyar “una solución negociada y democrática a la crisis”, señaló en un comunicado la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, quien advirtió a Nicolás Maduro que la eliminación de dichas sanciones dependerá de los “avances tangibles” en derechos humanos y el Estado de derecho, al igual que los “pasos significativos hacia un diálogo genuino y una transición democrática” que dé.

Alrededor de las 3 de la tarde del 10 de enero, por una publicación vía X, María Corina Machado se dirigió al pueblo venezolano. Refiriéndose a las manifestaciones a las que convocó el día anterior, la líder opositora expreso su agradecimiento: “ratifico mi profunda confianza en que la libertad está cerca”, aseguró.

“Ellos perdieron. La militarización de Caracas y otras ciudades es una demostración de quién le tiene miedo a quién y de cuánto miedo le tienen al pueblo. Hoy, 10 de enero, Maduro consolida un golpe de Estado frente a los venezolanos y el mundo”, agregó.

Posterior a eso, Machado contó lo ocurrido el pasado 9 de enero cuando fue interceptada luego de aparecer en una manifestación en Chacao tras 133 días de clandestinidad. “Las motos de la Policía Nacional Bolivariana nos interceptaron. Un funcionario me preguntó mi nombre para confirmar que se trataba de mí. Fui brusca y violentamente arrancada de la moto”, relató.

“Luego, me montaron en otro vehículo en el medio de dos hombres. Así son ellos: atacan a una mujer por la espalda”, insistió. “Me dijeron que tenían la orden de que me fuera y para poder hacerlo me pidieron que grabara un video como una fe de vida”.

A su vez, Machado descartó el regreso inmediato de González Urrutia al país suramericano. “Edmundo vendrá a Venezuela cuando las condiciones sean adecuadas”.

En una publicación en X, ayer y alrededor de las 5 de la tarde, Edmundo González Urrutia se dirigió al pueblo venezolano que lo respalda como su presidente electo. “Hoy, en Caracas, Maduro ha violentado la Constitución y la voluntad soberana de los venezolanos expresada el 28 de julio”, inició.

“Consuma un golpe de Estado, se autocorona dictador. No lo acompaña el pueblo ni ningún gobierno que se respete como democrático”, agregó.

El venezolano aseguró que: “sigo trabajando las condiciones para mi ingreso a Venezuela y asumir como lo manda la Constitución y me lo ha ordenado el pueblo, la presidencia de la República y la comandancia en jefe de la Fuerza Armada Nacional”.

“Estoy muy cerca de Venezuela y listo para el ingreso seguro para hacer valer los votos”, concluyó.