• 18/10/2019 00:00

El ignorado peligro para la salud panameña

La salud panameña corre grave peligro; y no es únicamente por la falta de medicamentos, la poca cantidad de centros de salud en condiciones óptimas de funcionamiento, o el pobre enfoque en la medicina preventiva y la concienciación acerca de las enfermedades crónicas.

La salud panameña corre grave peligro; y no es únicamente por la falta de medicamentos, la poca cantidad de centros de salud en condiciones óptimas de funcionamiento, o el pobre enfoque en la medicina preventiva y la concienciación acerca de las enfermedades crónicas... el problema yace mucho más profundo, enraizado en, y, corrompiendo el mismísimo fundamento de todo el sistema: la educación de profesionales de la salud.

Los galenos (junto con enfermeras(os), tecnólogos médicos, técnicos en urgencias médicas y otras profesiones en el campo) son el núcleo esencial e irremplazable de todo buen sistema de salud. No es un secreto que nuestro amado istmo tiene grandes deficiencias en este ámbito, contando con una cantidad considerablemente menor de médicos per cápita, que el absoluto mínimo, recomendado por la OMS; y con sucesos ocurridos recientemente en nuestra Asamblea Nacional, sumados a la negligencia de Gobiernos anteriores, amenazan con deteriorar drásticamente la situación.

Para empezar, la casa madre de estudios en este campo, la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá, se vio en la penosa necesidad de disminuir de 300 plazas anuales para admitidos de primer ingreso, a tan solo 100, gracias a factores como carencia de espacio, falta de recursos y aulas insuficientes; además del temor de que los recién ingresados a la carrera tengan que padecer aún peores carencias que las que experimentan los actuales estudiantes, como lo son: pocos laboratorios y en mal estado, escasez de reactivos, áreas de estudio muy limitadas en dimensiones y falta de salones para impartir clases, entre algunas. Desde hace ya ocho años, el actual decano de la Facultad, Dr. Enrique Mendoza, ha luchado incansablemente para conseguir la construcción de una nueva Casa de Estudios para la Facultad de Medicina; esfuerzos que han estado muy cerca de ser fructíferos, pero al final, terminan siendo rechazados, relicitados o simplemente, ignorados.

Además, recientemente, gracias a la deficiencia en la formación de profesionales de la salud, ha emergido una propuesta en la Asamblea Nacional que pretende únicamente tapar el sol con un dedo, eliminando el examen internacional (de carácter obligatorio) presentado por todos los egresados de la carrera de medicina a nivel nacional, para poder ingresar al internado y así obtener la idoneidad; propuesta que garantiza el detrimento de la calidad de atención de salud. Este examen tiene la función de validar los conocimientos adquiridos por los graduados, garantizando que sean capaces de atender efectivamente a la población panameña. Eliminarlo, sería quitarle la garantía a la población de que está recibiendo atención médica de alguien altamente capacitado.

Es una propuesta floja por parte de la Asamblea Nacional, cuando bien, en su lugar, se podrían orientar recursos a la mejora de la actual facultad, permitiéndole manejar un mayor volumen de estudiantes (siendo los que aplican anualmente alrededor de 2000, aceptando únicamente a los 300 mejores), manteniendo una alta calidad educativa, ya que alrededor del 98 % de los egresados de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá aprueba el examen anteriormente mencionado.

Es hora de dejar de hacerle la vista gorda a este tema, que nos compete a todos como panameños. El futuro de nuestra salud está en jaque, y es hora de llamar la atención hacia la educación de los profesionales de la salud, que ahora, junto con el resto de estudiantes universitarios panameños, afrontan el prácticamente injustificado recorte de 18 millones de dólares al presupuesto.

Ya es tiempo de que las autoridades dejen de jugar con el futuro de la salud panameña. Luchemos por una nueva facultad, por la permanencia de los exámenes, por la mejora en la educación... luchemos por Panamá.

Estudiante de Medicina.
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