Hay acontecimientos que son de gran importancia y que merecen una reflexión, pero los espacios que tenemos durante un mes en particular no siempre brindan la oportunidad de opinar al respecto. Más cuando los vientos traen otros eventos inesperados. Marzo es uno de esos meses y, al culminar el mes, quiero llamar la atención sobre ellos.
El 8 de marzo conmemoramos el Día Internacional de la Mujer, una fecha para reflexionar y conmemorar más que felicitar a las mujeres de todo el mundo. A pesar de los avances y los espacios que han ganado y han ido ocupando las mujeres en todos los campos del quehacer humano, persiste la discriminación en el ámbito laboral, cerrándoles las oportunidades de crecimiento profesional, incluso cuando están mejor preparadas que los hombres para desempeñar muchas de las labores. Por otro lado, las mujeres aún sufren de acoso, vejámenes y violencia en muchos lugares y escenarios. Las estadísticas en Panamá muestran un alarmante aumento de los feminicidios, un acto de barbarie que a pleno siglo XXI aún persiste y parece que aumenta en nuestro entorno.
Para la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el tema de este año “Para TODAS, las mujeres y niñas: Derechos. Igualdad. Empoderamiento”, señala que: “reivindica ampliar la igualdad de derechos, el poder y las oportunidades para todas, con un futuro feminista en el que no se deje a nadie atrás. El empoderamiento de la próxima generación es el núcleo de esta idea, ya que la juventud, en especial las mujeres jóvenes y las niñas adolescentes, serán los protagonistas de cambios duraderos en el futuro”. Marzo enaltece la lucha constante de las mujeres por su superación y respeto, es un tema continuo y sin descanso.
Alrededor del mundo, el 21 de marzo, también se celebró el Día Mundial de la Poesía, fecha declarada por la UNESCO en 1999. La periodista argentina Paula Álvarez Vaccaro escribió hace unos años que “la fecha se estableció para apoyar un género en peligro de extinción”. Sin embargo, asiente que “será una buena excusa para volver a leer, difundir y conocer uno de los géneros más ricos y expresivos de la literatura universal”. Y así ha sido, más que extinguirse, la poesía ha ido conquistando nuevos espacios y se ha expandido a la luz y, con la ayuda, de las controversiales redes sociales. Nuevas generaciones de poetas y poetisas han encontrado la manera de compartir, a través del espacio digital, su creación poética... su voz... el lugar que construyen con palabras e imágenes en este mundo y universo que a veces es difícil, doloroso, perverso, triste e inseguro para el cuerpo y para el alma que tratan de compartir con el resto de los mortales. En marzo la poesía cobra vida, pero en realidad jamás morirá.
También, cada 21 de marzo, la ONU, con el objetivo de renovar su compromiso de trabajar contra el racismo, celebra el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial. Ya antes había señalado que “...Por lo destructivo del comportamiento, es necesario que los gobiernos y los organismos que ese día harán o publicarán (...) enunciados, no pierdan el tiempo ni el papel en tratar de cumplir ‘políticamente’ con esta fecha”. Desde que escribí eso hace algunos años, la situación de la discriminación racial alrededor del mundo se ha intensificado.
Hace falta mucho más que reconocer el problema con una fecha emblemática. La perversidad humana se ha vuelto tan sutil ante los llamados mundiales para corregir estos males milenarios, que se han traducido en otras conductas de marginación social, que siguen arrinconando más aún a los grupos humanos que los correctivos deseados deben favorecer.
Según Sheikha Al-Misnad, miembro del Comité de las Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación Racial, “La sociedad civil, en colaboración con organizaciones internacionales, ha contribuido a la elaboración de constituciones con artículos sobre igualdad y no discriminación (...). Sin embargo, la discriminación racial sigue siendo generalizada, añadió, y las soluciones legales por sí solas no pueden erradicarla. Desafortunadamente, ha existido en la mentalidad de las personas a lo largo de la historia, y requiere más esfuerzo y tiempo para cambiar”. Marzo con sus retos sin resolver, bienvenido abril listos y vigilantes.