Panamá y Jr Mulino: Un punto de inflexión

¿Qué es un punto de inflexión? Punto en que una curva cambia de sentido. Y eso ocurrió el pasado 5 de mayo.

El nuevo presidente al que he tratado poco, más bien en una operación comercial de bienes raíces (por casualidad si traté bastante a su difunto padre) cuando me lo presentaron gente muy seria por el año de 1973 dentro del régimen militar y como jefe militar de Chiriquí lo recomendé para ser alcalde de David, demostrando una seriedad intachable, cuando el hoy nuevo mandatario era un niño.

Se tropieza José Raúl Mulino no con un jugoso valle de flores para disfrute; todo lo contrario, un espectro con más complicaciones que premios.

De un experto economista- ciencia de la cual soy ajeno- recojo una síntesis del actual panorama: una deuda en relación al Producto Interno Bruto donde por cada dólar que producimos se debe la mitad, un déficit fiscal aproximado al 4.5%, cuando según el especialista debía estar en 1%, un desempleo arriba del 7% y la informalidad la calcula en 45%, mientras la enorme mayoría de los votantes- añade el economista- lo hicieron esperando la promesa de todos los candidatos presidenciales del ansiado “Chen Chen”.

¡Menudo Tsunami enfrenta el nuevo mandatario! Si nos sirve de consuelo hay países en este continente y otros en peores circunstancias.

Debemos ahora resaltar los activos especiales, casi milagrosos que tiene Panamá. Recordemos la negra herencia dejada en los 6 años del tenebroso desgobierno de Noriega, el enorme trauma de la Invasión y el nuevo resurgimiento del país, parecido a un arte de magia.

Positivo y para mí sorpresivo el discurso de apenas horas, cuando hago estas notas, el sentido de búsqueda de concertación de Mulino con las fuerzas políticas que hace días lo adversaban. Franco nos pareció su tono de “dejar la rivalidad atrás”, y muy saludable, casi inédito, tener como invitados especiales en el acto de Proclamación a sus adversarios presidenciales. ¡No lo necesita solo José Raúl Mulino, lo necesita Panamá!

Nos pareció que el nuevo mandatario reconoce que simbólicamente hubo otro ganador moral, silencioso y humilde: Juan Diego Vázquez. Él es el Icono de ese sentido patriótico novedoso. Su ejemplar accionar legislativo, crítico e incansable- asombrosamente sin más inversión que pocos dólares y toneladas de mística y conciencia cívica- llenaron los cuadros televisivos de los resultados del color blanco.

¿Cuántos millones tendría que haber gastado un capo político criollo para llenar 20 curules nuevas para este periodo? Nos complació que Mulino, demostrando una buena cuota de inteligencia emocional, les reconoció su valía y ofreció una colaboración a nivel de los enlaces legislativos dentro de una mutua cooperación y respeto.