Sobre la minería en Panamá

Ya que nuestros gobernantes insisten en privilegiar la megaminería y su ecocidio, nosotros los panameños ecologistas la gran mayoría, le asistimos a nuestro presidente Laurentino Cortizo se ponga del lado de los panameños que estamos en el lado correcto de la historia y dicte Decreto Ejecutivo para:

1-Prohibir la megaminería en todo Panamá.

2-Acciones congruentes ecológicas constructivas “como lo establece la Constitución Política de la República de Panamá en su Régimen Ecológico a favor de la preservación de la vida para que el presidente Cortizo decrete el 100% del territorio de Panamá y sus mares protegidos de toda destrucción, depredación, contaminación.

Ecocidio que nos impone la megaminería extranjera, producto del contubernio entre: a) los gobernantes corruptos post dictadura b) la oligarquía criolla corruptora c) el capitalismo minero salvaje escogido en Panamá.

El presidente Laurentino Cortizo afirma: “panameños, todos, tengan la certeza que el gobierno buscará las mejores opciones para garantizar el mantenimiento sostenido de la mina a través de un contrato que establezca beneficios justos para las partes”.

Con esto nos quiere decir que continuarán las gestiones hasta que firmen un contrato que le permita continuar y expandir. Ya están los decretos que entregan miles de hectáreas de bosques de la cordillera central para la expansión de la actividad minera y mayor ecocidio: muerte y destrucción de nuestros bosques, contaminación y acidificación y debilitamiento de nuestros ríos y mares con muerte de corales e intoxicación de peces y toda vida marina”.

A medida en que avanza la explotación minera de manera paralela avanza el ecocidio.

En los mares de Panamá ya inició el blanqueamiento de corales; indica su muerte por acidificación y aumento de temperatura del agua. La megaminería produce ecocidio e incrementa el calentamiento global y de los mares.

De seguro, la dilación para la firma de un contrato ilegal entre el gobierno y empresa minera es una estrategia para que los panameños no protestemos a la hora de dicha firma, con el cuento de que no hay dinero para los compromisos de la Caja del Seguro Social para pagar el régimen de jubilaciones y pensiones cuando Panamá tiene varias fuentes para obtener miles de millones de dólares cada año vía:

1. Recabar los miles de millones de dólares que se dejan de percibir cada año por la falta de pago de impuestos. El gobierno con los funcionarios de Hacienda Pública y recaudadores de impuestos con apoyo en el Órgano Judicial debe convertirse en más eficiente recaudador de impuestos. La corrupción sin límites permite que: “La evasión fiscal anual en Panamá es por los $5,000,000,000 (cinco mil millones de dólares)".

2. Con políticas públicas con cero tolerancia a la corrupción e impunidad de seguro, el estado puede evitar los robos, fugas de alrededor de 5 mil millones de dólares cada año.

3. Más eficiencia en el pago de las cuotas obrero patronal, esta falta de pago que afecta a los trabajadores y a la Caja del seguro social ronda los 350 millones de dólares por año.

4. Con Políticas públicas más eficientes en la recaudación de impuestos, recaudación de las cuotas obrero patronal que no pagan a la CSS, y con una administración pública, honesta, honrada, transparente, sin la robadera, tenemos dinero suficiente para proporcionarle a la CSS. Todo el dinero "qué administraciones previas se robaron y que necesita para subsanar el déficit financiero que padece".

5. Tendríamos dinero suficiente para sufragar las inversiones sociales, mejores escuelas y aulas universitarias equipadas; ampliar y mejorar la calidad de los servicios del sector salud. Rehabilitar con mayor calidad la red de carreteras inservibles y apertura de nuevas carreteras a lo largo y ancho del país, etc.

6. Políticas públicas responsables para el pago puntual de los intereses de la deuda y el pago al capital para disminuir progresivamente la deuda y los intereses.

7. No pedir prestado ni un dólar más porque el incremento de la deuda pública nos impone la pesada carga de intereses y el peligro de hipotecar el país y/o justificar la venta del Canal de Panamá. La cereza del pastel ambicionada por muchos capitalistas y países del mundo.