- 10/04/2025 00:00
Más allá de la Tierra: el cerebro humano en la frontera final
Es innegable pensar que el futuro es hoy con los grandes avances científicos, las investigaciones y los descubrimientos a favor de las ciencias.
Sin embargo, cuando cae la noche, me llaman la atención estas interrogantes: ¿Qué hay más allá de la exosfera? ¿Será que los nuevos satélites y telescopios podrán obtener información relevante en el espacio exterior de nuevas estrellas localizadas a distancias siderales? ¿Qué sucede con los astronautas, cosmonautas y taikonautas por su cerebro cuando realizan las misiones espaciales?
Para dar respuesta a la última interrogante, se debe comprender qué involucra estas misiones, factores como los ambientes de gran riesgo y hostiles, asilamientos, estrés casi continuo, adaptabilidad a la gravedad y trabajar en equipo con tripulantes de otras nacionalidades con idiomas distintos, tanto así que provoca realizar exhaustivas entrevistas, simulacros y desafíos para observar detalladamente sus respuestas a nivel fisiológico, cognitivo y conductual.
Todo esto con el fin de mantener una estabilidad mental debido a que se conoce que cada individuo dará una respuesta diferente a los estresores y no se puede anticipar su respuesta, y es ahí donde la psicología y la psiquiatría aplicada al área espacial debe brindar herramientas a los tripulantes para afrontar los desafíos del espacio.
Que esos astronautas, cosmonautas y taikonautas puedan tener una resiliencia para afrontar estar lejos de casa, herramientas para una mejor comunicación, apoyo emocional, técnicas de relajación, incluso actividad física y recreativa. En relación con este ultimo, a pesar de los espacios reducidos, ellos pueden tener este tipo de actividades para una higiene mental.
El apoyo de la tripulación entre ellos mismos también es de suma importancia porque les permite superar desafíos operacionales y emocionales. Le pongo un ejemplo con Marte, al que desean llegar para el año 2030. Tiene un viaje alrededor de dos años y medio, la comunicación de Marte a la Tierra dura aproximadamente 40 minutos en ser recibida y lleve esto al contexto de que surge un problema y los tripulantes estarán expuestos a resolver por ellos mismos antes de poder recibir ayuda desde la Tierra.
No es descabellado pensar lo que deben afrontar estos viajeros, porque a pesar de estar bajo un riguroso entrenamiento, como humanos somos cambiantes, somos dinámicos, y por eso reaccionamos a estos eventos de diferentes maneras al aislamiento y la soledad de un entorno único que va a generar en nuestros cuerpos una respuesta percibida como desafiante y que prepara al cuerpo para la acción por liberar hormonas como cortisol, adrenalina e influyendo en el sistema nervioso, el metabolismo y sistema inmunológico.
Esto es el espacio exterior: la oscuridad interior, el lado oscuro de la exploración espacial.