• 14/11/2024 00:00

Enfrentando la diabetes a través de una mejor nutrición

El consumo de dietas saludables es fundamental para la prevención de enfermedades no trasmisibles como la diabetes tipo 2. La diabetes es una de las enfermedades crónicas no transmisibles (ENT) que, junto con la obesidad, la hipertensión arterial, las enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer (colon, estómago, entre otros) está provocando una alta morbimortalidad en la población. Se habla de diabetes cuando el cuerpo no puede mantener niveles adecuados de azúcar en sangre debido a la falta o mal funcionamiento de la insulina, la hormona que regula estos niveles.

Un análisis detallado de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que abarca 156 países, revela que los costos ocultos de los sistemas agroalimentarios globales alcanzan aproximadamente 12 billones de dólares estadounidenses anuales. De esa cifra, alrededor del 70 % (8,1 billones) se atribuye a prácticas alimenticias poco saludables y está vinculado a graves enfermedades no transmisibles, como cardiopatías, accidentes cerebrovasculares y también la diabetes, superando significativamente los costos asociados con la degradación ambiental y las desigualdades sociales.

En 2024, la lucha contra la diabetes se desarrolla en un contexto donde el 71,7 % de la población panameña adulta presenta exceso de peso, así como el 13 % de los niños menores de cinco años y el 36 % de los escolares y adolescentes. Según el último informe de Naciones Unidas, aunque es posible avanzar hacia un país libre de hambre, el 5,6 % de la población panameña (alrededor de 200.000 personas) aún no tiene acceso a suficientes alimentos.

Para controlar adecuadamente la diabetes tipo 2, es fundamental mejorar el acceso y consumo a las dietas saludables. Sin embargo, los patrones alimentarios actuales basados en un alto consumo de alimentos ultraprocesados de bajo costo desde edades tempranas, acelera la aparición de estas enfermedades.

Facilitar el acceso y consumo a las dietas saludables es una estrategia clave para combatir la diabetes, particularmente la tipo 2. Los países de la región están implementando políticas que facilitan el acceso a estas dietas y combaten la malnutrición, promoviendo además una alimentación adecuada entre las personas con diabetes. Algunos ejemplos de políticas incluyen etiquetado frontal de advertencia nutricional, impuestos a la comida poco saludable, o subsidios para la producción de frutas y hortalizas.

Algunas acciones destacadas que contribuyen a este objetivo es la entrega de alimentos saludables en programas sociales, como los de alimentación escolar. Incluir alimentos frescos como frutas, verduras y pescado no solo favorece la salud, sino que también refuerza hábitos y estilos de vida saludables.

Panamá, junto a otros países de la región como Cuba, El Salvador, Guatemala y Paraguay, trabaja en el desarrollo de nuevas guías alimentarias con un enfoque integral, que considera no solo recomendaciones para los consumidores, sino también orientaciones para el sistema productivo y políticas públicas que faciliten el acceso a dietas saludables. Estas guías se denominan guías alimentarias basadas en el sistema alimentario.

En el marco del Día Mundial de la Diabetes, la FAO recuerda que enfrentar la diabetes requiere esfuerzos conjuntos de individuos y Estados.

Establecer políticas públicas en favor de dietas saludables y sostenibles es esencial. Un ejemplo de ello son los sistemas de etiquetado frontal de advertencia nutricional, que permiten a los consumidores identificar rápidamente productos con exceso de sal, azúcar o grasas, reduciendo el riesgo de problemas de salud como la diabetes. Un estudio realizado por la FAO, la Organización Panamericana de la Salud y el Movimiento de Alimentación Saludable demostró que estos sistemas son capaces de facilitar la identificación de alimentos pocos saludables y de influir en la decisión de comprar o no de productos ultraprocesados. El entorno alimentario influye significativamente en las preferencias y el consumo. Otros países están innovando en facilitar el acceso a dietas saludables mediante el aumento de la producción de cultivos frescos, la educación nutricional y los impuestos a la comida chatarra, entre otras estrategias.

En Panamá, la FAO, en conjunto con los ministerios de Salud, Agricultura, Educación, Medio Ambiente y Desarrollo Social, promueve políticas públicas que facilitan el acceso a dietas saludables y sostenibles, y a la sostenibilidad del sistema agroalimentario. Esto incluye incentivar la producción y el consumo de alimentos nutritivos de origen local, preservar la biodiversidad agrícola y reducir la dependencia de alimentos altamente procesados.

Estas acciones son fundamentales para contribuir a la prevención y control de la diabetes, protegiendo a su vez los recursos naturales y garantizando la seguridad alimentaria para las generaciones futuras.

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