Reflexiones de fin de año

A pocos días para que el 2024 llegue a su fin, deseo expresar algunas reflexiones que me dejó este año, con el firme deseo de que el 2025 sea mucho mejor. Mi oración a Dios es que así sea.

En primer lugar, en Panamá este año se celebraron unas elecciones generales que marcaron un parteaguas en nuestro país, donde después de muchos años de dominio partidista, la libre postulación está abriéndose paso para tener un lugar en la administración pública.

Los jóvenes están llenando esos vacíos que la corrupción había dejado a su paso, aunque debemos reconocer que no podemos caer en el mesianismo ni en la intransigencia, pues pueden causar mucho daño a la hora de querer enrumbar este país. Esa es mi exhortación a las actuales autoridades que llegaron tanto por medio de partidos políticos como por la libre postulación.

Segundo, en los últimos días el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó unas declaraciones típicas de su estilo diplomáticamente poco ortodoxo, en la que sugería retomar el control del Canal de Panamá de no cumplirse, según él, ciertas condiciones como “reducir el costo del peaje para los buques estadounidenses” y “no seguir permitiendo que China aumente su influencia en el Canal”.

Trump ya había expresado esto antes, pero lo que seguro no se esperaba esta vez es una respuesta contundente tanto del presidente José Raúl Mulino como del pueblo panameño que, como pocas veces, se había unido para defender al Canal como un activo de propiedad totalmente panameña, su neutralidad permanente y, en consecuencia, la soberanía de Panamá sobre su territorio.

Los que hablan de que Estados Unidos “regaló” el Canal deberían leer más sobre la historia de las relaciones entre Panamá y Estados Unidos en torno al Canal para que no repitan semejante equivocación.

En ese sentido, aquí es donde vemos que Estados Unidos tiene muy arraigado dentro de su ser ese gen injerencista propio del imperialismo que reinó en siglos anteriores y que tanto le ayudó a mantener su hegemonía, donde se ha convertido en una suerte de policía del mundo para supuestamente mantener el orden, aunque eso signifique destruir a todo un país.

Tercero, la afirmación de Trump de que China administra el Canal es una total falacia. Cierto es que China ha aumentado su influencia en Latinoamérica tras la negativa de Estados Unidos de mejorar sus relaciones diplomáticas con Latinoamérica. También es cierto que China no está suscrito al Tratado de Neutralidad Permanente del Canal de Panamá, por lo que cualquier exceso de China podría poner en peligro esa neutralidad, pero de ahí a aseverar eso como excusa para exigir la devolución del Canal es un total disparate. En todo caso, la diplomacia panameña debe estar a la altura de la circunstancia para evitar a toda costa que el Canal sea utilizado como arma de guerra y así garantizar su neutralidad.

Y, por último, lo que está sucediendo en la franja de Gaza es un acto de total salvajismo y barbarie. No podemos aceptar que inocentes sigan muriendo porque Israel, cual imperialista, quiera imponer su voluntad en un territorio que históricamente ha sido de los palestinos, sin contar que los grupos terroristas que han surgido desde la declaración del Estado de Israel tampoco han contribuido a que se llegue a un acuerdo de paz que le ponga fin al fuego.

En fin, por un 2025 con mayores oportunidades para Panamá. ¡Dios bendiga a la Patria!