• 26/11/2024 13:53

El drama del arroz con puerco

Ya está por concluir el Mes de la Patria. Ocurrieron muchos acontecimientos atmosféricos y de otra índole. Suspensión de clases, desfiles, inundaciones, deslaves, modificación de horarios, damnificados, población disconforme. Igualmente, se va anunciando, con algún grado de anticipación, las primeras señales de festividades y nacimiento del redentor. Costumbre religiosa, católica, cristiana, sincretismo, o festividad comercial en la conjunción mercantil de fe, dogmas y creencias populares muy arraigadas en la población.

Por otro lado, ¿qué me impide comerme una pierna de jamón nacional o un picnic importado, a pesar de los precios prohibitivos? Quizás lo anterior sea una interrogante que se hacen muchos ciudadanos para este periodo navideño, pero debemos remontarnos a unos meses atrás con otra situación que tiene plena vigencia en la actualidad, implicando un producto de primera necesidad que es el arroz y que guarda cierta similitud con los ricos derivados de los animales domésticos que son los cerdos o puercos. También observaremos las enormes filas para adquirir dicho grano.

El drama es profundo y complejo. Se anticipa a meses anteriores y la historia se repite casi todos los años, con variados matices para ambos rubros. Tratando de escudriñar el escenario nacional, uno de ellos con numerosas variables en este caso el sector agropecuario, dándole secuencia cronológica en tiempo, factores, acciones y características, observamos el panorama de las escaramuzas entre distintos actores y sectores, en este caso el arroz y porcinos, ambos atados cual siameses con problemas y dificultades, donde las autoridades gubernamentales, IMA, productores, molineros, transformadores de la materia prima, (arroz y cerdos) procesadores, empacadores, industriales, comerciantes, importadores, distribuidores al detal, feria libres o Agroferias, consumidores y otros personajes. Todos enlazados como cadena en un circuito de la economía. Unos más influyentes que otros.

No crean que estoy mezclando peras con manzanas en un mismo saco, pero presentan intereses antagónicos unos y otras aspiraciones naturales, al final son actividades comerciales y negocios. Veamos, entonces, los acontecimientos y como se entrelazan las actividades que deben perseguir un bien común -aparte del fin utilitario que es generar riqueza en su máxima expresión-, pero asegurar, garantizar y fortalecer la producción y nuestros productores locales y que debe ser el soporte y el rumbo de la estructura social nacional, siempre con la finalidad de asegurar la tan cacareada seguridad y soberanía alimentaria. En el caso del arroz, se habla de la importación de 60.000 mil qq limpios colocados en el país. Los productores argumentaron que podían suministrar cada semana 5.000 qq, luego “recularon”, después aparecieron los molineros que tenían disponibilidad y cada uno estaba jugando sus cartas. Creo que llegó el arroz importado de Arkansas. Un juego de ajedrez o como se define una escaramuza: “refriega de poca importancia sostenida entre contenedores o disputa o contienda de poco valor”. Pero hubo una pequeño pulseo y maniobra. Participaron productores, IMA y Analmo. Comunicados iban y venían, reuniones. Hay un impasse. Rechazan la importación.

Respecto al cerdo, en reunión sostenida con la Comisión de Presupuesto de la Asamblea Nacional, autoridades del IMA anuncian la importación de jamones picnic, aduciendo entre otras cosas el desconocimiento de la oferta de productos nacionales, en lo que Anapor sostiene que no es necesario importar 1.200 toneladas de jamón picnic que pudieran desplazar 160.000 cerdos de la producción nacional. Los productores y la agroindustria nacional están en la capacidad de proveer dicha materia prima. Sostienen las autoridades que era necesario importar productos derivados del cerdo como pernil, costillas, chuletón Boston bult y puerco liso para cubrir la demanda de fin de año.

A su vez, la Anapor riposta en un comunicado, sustentando que las estadísticas no mienten; “el picnic con hueso no es la pieza del cerdo de mayor consumo en Navidad”. Parece que la importación mencionada fue discutida y rechazad en la reunión de la Cadena Agroalimentaria del Cerdo y sus derivados. Fue un rifirrafe (contienda, riña o bulla ligera y sin mucha trascendencia) pero tiene ciertas implicaciones económicas para la industria y el productor.

Ojalá el Oriza sativa, arroz y el Sus scrofa domesticus (nombres del cerdo doméstico, chancho, puerco, cochino, marrano) puedan ir aclarando las posiciones, conceptos, estadísticas, patrones de consumo y de otra índole que pudieran ser divergentes y adversos, incluyendo las técnicas, productivas, económicas. o empresariales. Todo esto con el objetivo de intentar alcanzar algún grado de consenso, y los márgenes de utilidad y rentabilidad sean los más justos y equitativos. La economía no siempre es racional y exacta, a pesar de las leyes de mercado, oferta y demanda y liberación de control de precios. Entonces, al final de cuentas, debe prevalecer la producción nacional, porque debemos recuperar el lema de anteriores administraciones gubernamentales: “Panameño, con orgullo consume lo tuyo” y además que no falte en la mesa, un rico arroz con puerco, a precios accesibles al consumidor.

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