- 11/04/2025 00:00
Afrenta a la lucha de Panamá por su soberanía y recuperación del Canal
El mundo ha sido testigo de las amenazas de Donald Trump de apoderarse del Canal de Panamá con base en una serie de mentiras que sigue repitiendo de forma insistente, la principal de ellas, que China prácticamente controla el Canal y que incide de forma dominante en la política interna de Panamá.
Sin fundamento alguno repite que el canal está en peligro y que, por ende, ellos tienen que actuar por cualquier vía. Lo cierto, la historia registra que el canal entró dos años después de su construcción en operaciones producto de los intereses de Estados Unidos frente a la Primera Guerra Mundial; el canal solo en una ocasión estuvo cerrado, por ellos mismos, producto de la invasión norteamericana a Panamá en 1989; hoy está amenazado por la política mentirosa y prepotente de Trump.
El Gobierno ha respondido indignamente cediendo a todas las exigencias del Gobierno de Estados Unidos. A pesar de ello, lejos de suavizar su discurso y acciones contra Panamá, Trump ha endurecido su postura amenazando con hacerse por la fuerza del Canal, arguyendo violaciones de Panamá al mal llamado Pacto de Neutralidad. Además de ello, teniendo de rodillas al gobierno de Mulino, ha impuesto 10 % de aranceles a los productos de Panamá, de manera unilateral, violando incluso el ya oprobioso Tratado de Libre Comercio (TLC) que se niega a renegociar tal como lo piden los sectores productivos del país en ruinas.
Así, el lunes 7 de abril arribó a Panamá el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, jefe del Pentágono. Su presencia se da en el marco de la Conferencia de Seguridad Centroamericana 2025 (Centsec). Su misión principal, demostrar que los estamentos armados, el gobierno y autoridades panameñas son fieles y obedientes a los intereses de Estados Unidos. Se trató también de la firma de un acuerdo de “cooperación” con Panamá que ha sido negociado a espaldas de nuestro pueblo. Un tratado o convenio de esta naturaleza debe pasar por la aprobación de la Asamblea Nacional de Diputados. Busca disfrazar la presencia permanente de tropas estadounidenses y bases militares con supuestos ejercicios de largo plazo.
Se trata de una afrenta gigantesca a la lucha histórica del pueblo panameño por su soberanía y la recuperación del Canal. Es un hecho violatorio de nuestra Constitución y del denominado Pacto de Neutralidad que establecen que no puede haber presencia militar extranjera en nuestro territorio.
Pese al llamado de diversos sectores a la unidad nacional y a la solidaridad de los pueblos con la causa panameña, Mulino se ha convertido en el principal aliado de Donald Trump, siendo su principal cómplice en sus planes contra Panamá, rechazando el apoyo internacional aduciendo que no necesita compañeros de viaje, mientras a lo interno desata una feroz persecución contra los movimientos populares y sociales, reprime ferozmente al pueblo, viola los derechos humanos, las libertades ciudadanas y la libertad sindical, judicializa a los luchadores sociales, impone reformas inconsultas en la CSS que, según encuestas, solo apoya el 8.6% de la población, impulsa proyectos depredadores del ambiente como la reactivación de la mina a cielo abierto en Donoso desconociendo un fallo de la Corte Suprema de Justicia, así como los embalses en el río Indio, sofoca con la fuerza policial las protestas de vastas comunidades carentes de agua potable, desbancariza a las centrales sindicales y al principal sindicato del país, el Suntracs.
Frenadeso, en este sentido, envió nota a los participantes de la X Cumbre de la Celac solicitando que “se escuche el grito de desesperación de un pueblo ante las injusticias y arbitrariedades cometidas por un mandatario que pisotea la Constitución y leyes nacionales, el derecho internacional y que con su sumisión a los dictados de Donald Trump pone en peligro la paz en la región al remilitarizar el país con fuerzas de Estados Unidos”.
Insistimos, “tanta sangre derramada por nuestros héroes y mártires en nuestra historia por la dignidad y la soberanía nacional no puede quedar en vano”.