La historia de una millonaria herencia de un magnate ruso en tribunales panameños


- 11/04/2025 00:00
La batalla legal por la herencia del millonario ruso Oleg Bourlakov avanza en Panamá. El 3 de abril, la fiscal Ruth Sánchez admitió una querella por presunta falsedad de documentos presentada por una firma de abogados panameña en representación de una de las hijas del difunto magnate.
Los querellados son la hermana de Oleg Bourlakov, su esposo, abogados y una serie de fundaciones y sociedades presuntamente utilizadas para privarla a ella, su mamá y su hermana de la fortuna de su padre.
Oleg Bourlakov era un empresario ruso con una fortuna estimada en 3,7 mil millones de dólares, de acuerdo con la revista Forbes. Estaba casado con Loudmila Bourlakova, con quien tuvo dos hijas, Verónica y Elena Bourlakova. En septiembre de 2017, Loudmila inició el proceso de divorcio tras descubrir que Oleg mantenía una relación amorosa con una modelo veinteañera, Sofia Shevstova, con quien tuvo una hija llamada Nicole, reconocida como hija y heredera del multimillonario por un tribunal en San Petersburgo. Las hijas de Loudmila, Elena y Verónica, tomaron partido con su madre y se distanciaron de su padre.
Bourlakov tomó acciones para traspasar muchos de sus bienes, distribuidos en sociedades y fundaciones alrededor del mundo, a nombre de su hermana, Vera Kazakova y su esposo Nikolai Kazakov.
En 2018, Oleg denunció un intento de asesinato, luego de que extraños dispararan contra él mientras se encontraba dentro de su Cadillac en Mónaco. Ese mismo año, fue hospitalizado tras ser envenenado con arsénico. En 2021, Bourlakov murió por Covid-19. Su hermana Vera pidió realizar una autopsia, pero Loudmila y sus hijas no permitieron que el cuerpo fuera examinado y le dieron sepultura en Canadá.
Vera, la hermana de Bourlakov, asegura tener un testamento escrito a mano en el que su hermano le deja los bienes a ella y su esposo Nikolai, quien también fue socio y amigo del fallecido empresario ruso.
La esposa de Bourlakov y sus hijas aseguran que el dinero les corresponde legítimamente a ellas y han tomado acciones legales en varios países como Inglaterra, Suiza y ahora Panamá.
En el caso de Panamá, estiman un perjuicio económico de 30 millones de dólares. Presentaron la querella por dos presuntos delitos, el de asociación ilícita para delinquir, que no fue admitido, y el de falsedad de documentos en general, que sí fue admitido.
El caso gira alrededor de la sociedad Edelweiss Investments, Inc., inscrita en 2010 en el Registro Público de Panamá. De acuerdo con la querella, esta sociedad fue creada para proteger y gestionar algunos de los activos de la familia Bourlakov, y recibía aportaciones procedentes de otra sociedad panameña llamada Finco Financial, Inc., que habría recibido los fondos por la adquisición, explotación y venta de la empresa Novoroscement OJSC.
Novoroscement es una empresa rusa de cemento fundada en 1882, en la que Oleg Bourlakov jugó una parte fundamental para su expansión y desarrollo durante la época soviética.
Los querellantes aseguran que se falsificaron documentos para la emisión de supuestos certificados de acciones y para nombrar a la sociedad Hemaren Stiftung, en la que Oleg Bourlakov y Nikolai Kazakov era beneficiarios finales, como accionista de Edelweiss.
“Tras la muerte de Oleg Bourlakov en 2021, Nikolai Kazakov se ha aprovechado de este artificio fraudulento para reclamar que él es el único beneficiario de Hemaren Stiftung e intentar apropiarse ilegalmente de las acciones de Edelweiss Investments Inc., y así tomar el control de los activos de Edelweiss Investments Inc.”, señala el documento legal al que tuvo acceso La Estrella de Panamá.
La querella incluye a Vera Kazakova, Nikolai Kazakov, así como las personas presuntamente responsables de la firma de los certificados de acciones y la firma de abogados que actuó como agente residente.
En el documento de admisión de la querella, el Ministerio Público detalla que se encuentra en una “etapa incipiente de la investigación, donde se hace necesario realizar diligencias para verificar la ocurrencia o no del ilícito querellado”.