• 30/06/2024 23:00

De administradores a administrados

Ocupar posiciones de jerarquía en el gobierno, también cobra a los victimarios al cese de sus fracasadas funciones ostentadas efímera y temporalmente

Al último acto de transición de autoridades donde exservidores públicos se encuentran por última vez con designados funcionarios que toman posesión de sus nuevos cargos estrenando Gobierno, es preciso reflexionar para salientes y entrantes, errores incorregibles por quienes experimentaron enceguecimiento, por intoxicación de poder, fama y dinero al confundir la investidura del cargo público que ocupaban, con inexistentes atributos personales de inteligencia y méritos.

Era de esperarse desde el primer día, la inconsciencia de que el poder es una adicción, un espejismo atrapado en una burbuja ajena a las realidades, diariamente alimentada por genuflexos aduladores profesionales, que celebran la menor idea mediocre de su jefe, en una asociación cómplice sin estándares, ética y menos eficiencia.

Es a partir de hoy, 1 de julio cuando forzosamente se convertirán en administrados, ciudadanos comunes, sin las mieles embriagantes del Poder, y les toca enfrentar fuera de la burbuja la realidad generalizada de escasez de dinero imperante en la calle que ellos contribuyeron a crear con sus experticias y artes de pillaje.

Ocupar posiciones de jerarquía en el gobierno, también cobra a los victimarios al cese de sus fracasadas funciones ostentadas efímera y temporalmente.

Mensaje a las autoridades entrantes, bajo la premisa “de quien ignora la historia está condenado a repetirla”, decimos esto por simple y matemático, puesto que la esperanza de vida de los panameños es de 78.6 años; significa que la mayor parte de ese tiempo de vida serán administrados con o sin gracias, y si tienen oportunidad como es el caso actual de administrar y servir al país por cinco años eso tan solo representa 4% del tiempo de una vida, significa que el otro 96% restante de existencia han sido y serán administrados, incluyendo familiares y amigos, sin excepción estarán sometidos al poder absoluto de funcionarios, ojalá no adulados y alabados por sus ineptitudes y deficiencias como ya ha ocurrido.

Estos porcentajes a simple vista demuestran a autoridades del Órgano Ejecutivo, Asamblea Nacional, Órgano Judicial y gobiernos municipales que deben cuidar cada día de su mandato, pensando que volverán a ser gobernados y que es altamente probable que no volverán a ostentar cargo en el gobierno alguno.

Razón disuasiva suficiente para gobernar y administrar desde el día uno con enfoque inteligente superior, de favorecer a todos los contribuyentes, ciudadanos de bien y habitantes en general de la república, puesto que cuentan con 60 meses para lograrlo y evitar, otra vez, regresar a hacer filas, pedir favores, buscar contactos, cierres de calles, esperar soluciones que nunca llegan en salud y educación, es decir recibir un tanto más de lo que ofrecieron, porque en la calle les tocará trabajar doble, recibir la mitad de dinero, pagar impuestos, finalmente ser un gobernado común y corriente digerido por el mal gobierno.

Depende de cada uno blindar con normas legales y reglamentarias, que no den margen ninguno a la discrecionalidad personal del funcionario de turno, antes garantizar la protección a los gobernados, según sea el grado de amor a la patria y cariño a sus habitantes, sin perder la óptica que su destino a partir del 1 de julio de 2029 es ser un gobernado más para siempre.

El autor es abogado
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