• 24/06/2024 09:27

Aura Emérita Guerra de Villaláz, un ejemplo luminoso al derecho panameño

El 13 de mayo de 2024, la Dra. Aura Emérita terminó su recorrido por este mundo dejando una profunda estela bañada de valores para quienes compartieron con ella alguna experiencia de vida. Pero el eco de una vida cargada de objetivos logrados, llega a la sociedad entera a través de los sonidos claros de un servicio realizado con ideales imperecederos. Algunos de esos ecos se recogen en estas líneas dedicadas a su memoria y que también formaron parte del homenaje que en 1997 le ofreció el Centro de Estudios para la Independencia Judicial y el Ejercicio Libre de la Abogacía en Panamá (CEIJAP) como tributo a su dedicación y esfuerzo en el mejoramiento de la administración de justicia, la investigación y la docencia universitaria. En dicho homenaje tuve el honor de pronunciar la semblanza de la Dra. Aura Emérita Guerra de Villaláz.

Al terminar el primer ciclo de estudios en Concepción, su pueblo natal en la provincia de Chiriquí, Aura Emérita fue becada para estudiar magisterio en la Escuela Normal Juan Demóstenes Arosemena, de Santiago de Veraguas. Vale anotar que sus abuelos paternos y sus tías eran excelentes educadores.

Su vida estudiantil fue vibrante y positiva, y no solo se limitó a lo académico sino también a participar en actividades cívicas y en jornadas nacionalistas como dirigente de la Asociación Federada de la Escuela Normal. Como lo atestiguan compañeros suyos, Aura Emérita era una revolucionaria líder estudiantil, que gozaba de simpatía y aprecio por parte de los estudiantes y profesores. De acuerdo con entrevista dada por el profesor Vicente Bayard, ella participó en todos los movimientos estudiantiles normalistas, en una época en la Normal se convirtió por su beligerancia en uno de los más influyentes baluartes de la Federación de Estudiantes de Panamá, y siempre actuó en un plan de altura, con optimismo y decisión.

Aura Emérita se graduó con honores de maestra en la Escuela Normal Juan Demóstenes Arosemena y en su memorable discurso se refirió con firmeza y claridad a los problemas que afectaban la educación del país. Su liderazgo y madurez, como lo afirma el profesor Bayard, fue un producto de la interacción con profesores nacionales e internacionales que en la década de los cincuenta, sobresalieron por sus ideas académicas y sociales y que nutrieron la formación de la sabia, patriótica y nacionalista Aura Emérita.

Al ingresar en la Universidad de Panamá, Aura Emérita decidió estudiar la carrera de Derecho que culminó con honores obteniendo el título de abogada dentro del Capítulo de Honor “Sigma Lambda”. Su paso como estudiante por esta casa de estudios se distinguió por su participación en actividades diversas, tales como la creación de la Sección de Investigación Jurídica que actualmente se conoce como el Centro de Investigación Jurídica de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas. Esta sección fue creada en 1955 por el Dr. Narciso Garay, cuando fungía como Decano de la Facultad de Derecho, quien entusiasmó a un grupo de estudiantes para que laboraran en esa ardua tarea de investigación.

En el campo de la administración de justicia y administración pública, la Dra. Aura Emérita tuvo una hoja de servicios meritoria en sumo grado. En 1961 ingresó al Órgano Judicial como relatora de la Corte Suprema de Justicia y desde 1963 hasta 1969, fue secretaria de la Sala Segunda Penal de la Corte. También ejerció como juez penal y civil de Circuito. El Juzgado Séptimo del Circuito de Panamá, Ramo Penal inició labores con la Dra. Aura Emérita como juez. La Sra. Gabriela Horna, que se desempeñaba en ese Juzgado como taquígrafa de audiencias afirma que la Dra. Aura Emérita era una funcionaria estudiosa, recta en sus decisiones, imparcial, responsable, seria, trabajadora, humanitaria y cristiana, manteniendo su despacho siempre abierto a todo el público. Ella reconoce que su propio desempeño en las entidades bancarias por más de 25 años ha sido responsable, organizada y honesta, gracias en gran parte, al ejemplo recibido de la Dra. Aura Emérita.

La defensa de los Derechos de la Mujer ha sido otra de las actividades sobresalientes de la Dra. Aura Emérita. En 1967 ocupó la presidencia de la Unión de Ciudadanas de Panamá, pero anteriormente, cuando la presidenta era la Sra. Gladys de Branann, la Dra. Aura se ofreció para redactar los primeros estatutos de la sociedad. Además, en representación de esa sociedad, la Dra. Aura presentó ante el Pleno de la Corte Suprema de Justicia, un recurso de inconstitucionalidad para que declararan como insconstitucionales frases contenidas en los Artículos 1 y 6 del Decreto N° 49 del 4 de febrero de 1972, expedido por el Alcalde del distrito de Panamá por el cual “se dictan medidas relacionadas con la decencia pública y permanencia de mujeres en cantinas, pensiones, hoteles, burdeles y otros centros de diversión análogos”. En ese decreto, según la Dra. Aura Emérita, aparecían dos frases que eran inconstitucionales: “frecuente esos lugares en la compañía de un varón que se haga responsable de ellas”, y “prohíbase la entrada y permanencia de cualquier mujer en cantinas, centros nocturnos, cabaret, boite, etc., a menos que se encuentre debidamente acompañada por un varón, o por una mujer de edad que se haga responsable de la misma, o porte el carnet o tarjeta de identificación de que trate este decreto”. Tanto el procurador auxiliar de esa época como el Pleno de la Corte Suprema de Justicia, accedieron a la solicidtud demandada, y las dos frases se declararon inconstitucionales a través de la sentencia del 21 de junio de 1972.

La Dra. Aura Emérita fue fundadora de la Asociación Panameña de Abogadas y de la Asociación de Magistradas y Juezas de Panamá; de esta última, fue presidenta en el período de 1994 a 1996. Otra de las facetas que sobresalen en la personalidad de la Dra. Aura Emérita es la de educadora e investigadora. Por 32 años, ella estuvo ligada al Centro de Investigación Jurídica de donde surgieron excelentes trabajos publicados en los Anuarios de Derecho, en la Revista Jurídica Panameña, en Boletines de Informaciones Jurídicas y Jurisprudencia constitucional. Durante doce años (1969-1972 y de 1978 a 1987) fue presidenta de ese centro y a pesar de las limitaciones económicas, materiales y de personal que existían siguió adelante gracias a su dinamismo e iniciativas, de modo que consiguió una proyección nacional e internacional de la institución.

Como educadora, la Dra. Aura Emérita manifiesta su vocación a la docencia diciendo que “podría dejar de ser abogada, pero jamás dejaría de ser educadora”. Por más de 25 años ejerció como docente en la Universidad de Panamá y en la Universidad Santa María La Antigua, como catedrática de Derecho Penal y cursos de Maestría. Los calificativos de su desempeño como docente incluyen la excelencia, calidad, responsabilidad, puntualidad metodología y demás características de una docente ejemplar.

Uno de los aspectos sobresalientes de la Dra. Aura Emérita fue su desempeño profesional como magistrada de la Corte Suprema de Justicia en donde sus huellas son imborrables. Sus fallos en los que fue Ponente, sus salvamentos de voto y su lucha por el prestigio del Órgano Judicial figuran en el recuerdo imperecedero de este órgano del Estado.

Entre los atributos que identificaron las actuaciones de la Dra. Aura Emérita, según lo atestigua la Licda. Maribel Cornejo (hoy Magistrada de la Sala Penal), se pueden mencionar: su puntualidad en el trabajo, responsabilidad y consagración a su profesión, no permitir la morosidad en su despacho, su papel de orientadora, consejera y docente, su intelectualidad en la doctrina y la jurisprudencia, su capacidad de organización, la ética en los comportamientos propios y de sus subalternos, la metodología efectiva para tratar los casos trascendentales a su cargo, la respuesta a tiempo y profesional a sus procesos.

Aludir a los múltiples logros, distinciones y realizaciones que forman parte de la trayectoria de la Dra. Aura Emérita, implica un espacio mucho más amplio, porque ella fue incansable y toda su vida estuvo llena de trabajo, dedicación, esmero, lo que representó cosecha abundante. Reconocer el valor de la personalidad de la Dra. Aura Emérita Guerra de Villaláz y de su trayectoria en el ámbito educativo y jurídico de nuestro país, va a la par de una gratitud a su recuerdo, porque personas como ella engrandecen la patria, dándole a nuestra historia la fuerza que necesitamos para seguir labrando caminos de paz y de justicia.

El autor es abogado y exmagistrado de la CSJ
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