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Panamá lleva ante la OMC consulta pública sobre etiquetado de alimentos
- 16/04/2024 23:00
- 16/04/2024 18:21
Panamá da los primeros pasos para adoptar un reglamento técnico sobre etiquetado de alimentos preenvasados. El 15 de marzo, el Ministerio de Comercio e Industrias (Mici) elevó una consulta abierta ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) para crear un reglamento del etiquetado que beneficie a la población.
La consulta abierta para los 189 países miembros de la OMC estará disponible hasta el próximo 15 de mayo y los interesados deben compartir sus comentarios acompañados de evidencia técnica, científica y comprobada. El objetivo es establecer los requisitos que debe cumplir el etiquetado de productos alimenticios preenvasados para consumo humano, a partir de los 3 años de edad, y así proveerle al consumidor final información y prevenir prácticas engañosas.
Una vez cerrada la consulta, la oficialización del Reglamento Técnico Centroamericano RTCA 67.01.6023 conllevará la aprobación del Consejo de Ministros de Integración Económica (Comieco). El documento también está colgado en los sitios web de las entidades del resto de los países centroamericanos que integran el Sistema de la Integración Centroamericana (Sica).
Las entidades gubernamentales que abordan el tema del etiquetado en la región son: el Ministerio de Economía (Mineco, de Guatemala), Organismo Salvadoreño de Reglamentación Técnica (Osartec, de El Salvador), Secretaría de Desarrollo Económico (SDE, Honduras), Ministerio de Fomento, Industria y Comercio (Mific, Nicaragua), Ministerio de Economía, Industria y Comercio (Meic, de Costa Rica) y el Mici, de Panamá.
Aunque el resto de los países centroamericanos tiene normativas o reglamentos previos o que datan de 2010, no fue hasta 2013 cuando entró en vigor el acuerdo de adhesión de Panamá al Subsistema de Integración Económica del Sistema de la Integración Centroamericana (Sieca), para negociar en bloque el tratado de libre comercio con la Unión Europea.
Joseph Gallardo, de la Dirección General de Normas y Tecnología Industrial del Mici, explicó a este medio que el reglamento sería el primero de unos tres, empezando con el etiquetado general, y posteriormente abordarían los etiquetados nutricionales y de advertencia.
Gallardo comentó que aunque Panamá ha demorado en reglamentar el etiquetado, a diferencia del resto de la región, el país trabaja con el Codex Alimentarius, en Canadá, donde plantean un etiquetado apoyado en la tecnología, como el uso de códigos QR y comercial, por lo que los productos que ingresen a Panamá estarían con información también en inglés. Explicó que en la región solo quieren el etiquetado en español, y el intercambio comercial con el resto de la región sería en ese solo idioma.
El especialista hizo hincapié en que al ser Panamá un país con un importante intercambio comercial y avance tecnológico, busca además crear una plataforma con información que incluso sirva a los productores para darles trazabilidad interna, lo que nos pondría en la delantera regional. “Hasta ahora no hemos recibido ningún comentario de la consulta o la gente está conforme con lo que allí aparece o no se han dado cuenta”, dijo Gallardo, quien participa en la reunión ordinaria del comité del Codex sobre contaminantes de alimentos.
Ante el tema de la consulta abierta, Pedro Acosta, presidente de la Unión Nacional de Consumidores y Usuarios de la República de Panamá (Uncurepa), expresó a este diario su sorpresa, ya que en discusiones previas se hablaba de etiquetado en dos idiomas, pero el documento colgado no trata el tema.
Panamá, cumpliendo con la Ley 45 de 2007 del consumidor, dice que se debe etiquetar en español e informar de forma clara y veraz al consumidor, tanto de peso, medidas y demás, indicó el líder de la Uncurepa, y agregó que “antes eran normas y reglamentos técnicos, las normas no son de obligatorio cumplimiento, pero los reglamentos técnicos sí, y en Panamá, ahora todo lo que era norma se está convirtiendo en reglamento y se convierte en ley”.
El etiquetado de los alimentos frescos preenvasados se rige por las disposiciones internas de cada uno de los países miembros, quedando excluidos de la aplicación del citado reglamento los alimentos no procesados y los productos procesados envasados en presencia del consumidor, como: agua envasada, hielo, café, té por infusión, especias, hierbas culinarias a los que no se les han agregado otros ingredientes.
En el documento expresan que quedan excluidas además las unidades de empaque cuya superficie más amplia sea inferior a 10 cm². En caso de que se encuentren en un empaque secundario, debe colocarse la declaración. De igual forma, la norma excluye del ámbito de aplicación del presente reglamento las bebidas alcohólicas fermentadas y destiladas. Cuando en la etiqueta de un alimento, exceptuado en el presente reglamento, se declare información nutricional, el etiquetado de este debe cumplir con los requisitos del reglamento.
Además, las bebidas alcohólicas no podrán hacer declaraciones de propiedades nutricionales (a excepción de las frases permitidas en bebidas alcohólicas fermentadas o las que se refieran a disminución de contenido de energía, azúcar y sodio), ni saludables. El Reglamento Técnico Centroaméricano RTCA 67.01.6023 establece que dentro de los nutrientes que deben declararse en las etiquetas están: valor energético, grasas totales, grasas trans, grasa saturada, carbohidratos, azúcares totales, azúcares añadidos, sodio y proteína.
Cifras de la Encuesta Nacional de Salud de Panamá en 2019 indican que el 72% de los adultos está con sobrepeso, de los cuales el 36% tiene obesidad. Además, en Panamá alrededor de 40% de los niños de edad escolar y adolescentes presentan exceso de peso; y en niños pequeños, de menos de cinco años, este mal afecta al 13%. Al tomar en cuenta los datos de 2003, cuando el exceso de peso en escolares era del 20% y en niños pequeños era del 9,4%, se puede destacar que este fenómeno de malnutrición ha aumentado alarmantemente en los últimos 20 años, según el doctor Israel Ríos Castillo, oficial de nutrición de la FAO.
Otro intento de etiquetado en los alimentos lo presentó en enero de 2020, Yaidelis González Fuentes, diputada suplente del circuito 8-8, con el anteproyecto de ley 317 sobre ‘Etiquetado frontal de advertencia nutricional’ que gráficamente da las advertencias nutricionales con un octágono de color negro. El proyecto de ley 265 y/o anteproyecto 317 sigue pendiente de discusión en primer debate desde agosto de 2021 en la comisión Trabajo, Salud y Desarrollo Social.
La diputada suplente González Fuentes confirmó a este medio que el documento fue prohijado, pero que “no hay voluntad política y también existe presión de parte de los representantes de la industria para que no se discuta”.
Luego de la propuesta legislativa de González Fuentes, en 2022, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Movimiento de Alimentación Saludable de Panamá confirmaron los beneficios de contar con etiquetado frontal de advertencia nutricional en Panamá. Para el estudio, unas mil personas en el país realizaron sus compras de alimentos en 31 supermercados, donde estos consultaban el sistema de sellos octagonales de advertencia, para tomar la intención de compra, sobre la correcta identificación del producto más saludable y sobre la presencia de un exceso de nutrientes críticos en los productos.
Al respecto, el coordinador subregional de la FAO para Mesoamérica, Adoniram Sanches Peraci, indicó que frente al desafío que representa la lucha contra la malnutrición en la región y en Panamá, es fundamental tomar medidas oportunas para mejorar la situación nutricional de la población. “El etiquetado frontal de advertencia nutricional es una herramienta completa, de fácil implementación y utilización, que permite informar mejor a la población para que todos podamos conocer lo que estamos consumiendo, y tomar las decisiones apropiadas para cuidar nuestra salud y la de nuestras familias”, dijo el representante de la FAO en septiembre de ese año.
En línea con estos resultados, los representantes de las agencias de Naciones Unidas coincidieron en la necesidad de contar con los sellos octagonales, para orientar la toma de decisiones en políticas públicas dirigidas a establecer ambientes alimentarios más saludables, y a prevenir las enfermedades no transmisibles asociadas a la mala alimentación en Panamá.
El estudio cobra especial importancia, tomando en cuenta las cifras que indican que, en el país, más del 71% de la población adulta se encuentra en sobrepeso, y más del 35% es obesa.
El etiquetado frontal con sellos octagonales es una herramienta completa, aprobada en Chile, Perú, Uruguay, México, Argentina y Colombia, y por sus resultados la impulsan en las Américas.
También desde la óptica de salud, Luis Villarreal, experto en salud pública y nutricionista, aplaudió los avances de que el consumidor panameño y de la región tenga una mejor información de lo que compra, sobre todo para que pueda tomar mejores elecciones al momento de cuidar su salud. “Es una gran noticia y va a beneficiar a millones de personas en toda la región a mediano plazo. Panamá es un país que puede ponerse a la vanguardia, al igual que otros países, y que tienen mayor campo en información de los productos que se consume habitualmente. De implementarse el etiquetado frontal hará una gran diferencia y el resultado se notará en la población en cuando a la disminución en las cifras de patologías como diabetes, hipertensión, hígado graso de tipo no alcohólico”, aseveró.
Villarreal dijo que en Panamá se carece de educación nutricional porque no se tiene buena información, no hay un sistema que permita acceder a información actualizada y acorde a la realidad nutricional del país, donde la mayor cantidad de casos se dan en personas que tienen exceso de peso.
“El consumidor no solo se está obligando a elegir las opciones ideales, sino que tiene la información para que pueda saber exactamente qué tiene lo que va a comer y tome las mejores decisiones según su presupuesto y los productos que encuentra. Que además pueda priorizar el consumo de alimentos locales, que le permitan tener un cuerpo y una mente más sanos, y sobre todo que tenga una mejor calidad de vida”, acotó.