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Moody’s: la presidencia de Trump cambiará las políticas fiscal, comercial, e inmigratoria
- 13/11/2024 00:00
- 12/11/2024 18:12
Con 312 votos electorales, el 5 de noviembre de 2024, el republicano Donald Trump se convirtió en el segundo presidente de Estados Unidos en conseguir dos mandatos no consecutivos. Ocupando la posición 45 durante el quinquenio 2017-2021, y ahora tomará posesión el 20 de enero de 2025, como el presidente 47 de Estados Unidos.
Debido a que Trump ganó con el 50, 3% de los votos, unos 75,136,943 escrutados al 12 de noviembre, la calificadora Moody’s Ratings emitió un comentario el 11 de noviembre, sobre las posibles implicaciones que traerá un cambio sustancial de las políticas estadounidenses con respecto a las del actual gobierno de Joe Biden.
Según la empresa, Trump determinará las prioridades de política exterior con efectos crediticios de gran alcance, ya que la segunda administración de Trump podría afectar la dinámica económica y crediticia global debido a cambios en las políticas exterior y comercial de Estados Unidos.
En el caso puntual de América Latina desde el punto de vista comercial, la calificadora dijo que los aranceles generales reducirían la demanda de exportaciones de América Latina, siendo México y Centroamérica los países más expuestos.
“Es probable que la próxima administración trate la creciente influencia de China en la región y que México sea el centro de atención a medida que se revise el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Unas políticas inmigratorias más estrictas en Estados Unidos también reducirían los ingresos por remesas, lo que perjudicaría a más países de Centroamérica y el Caribe”, afirmó la calificadora.
Con base en el reporte, para Europa, Moody’s Ratings prevé un menor apoyo de Estados Unidos a Ucrania, lo que podría aumentar las cargas fiscales de los gobiernos europeos, que compensen inicialmente el apoyo de Estados Unidos. La retirada de Estados Unidos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) también aumentaría los riesgos de seguridad en Europa dado que Rusia cobraría más confianza, y esto pondría en mayor riesgo a los países situados a lo largo de la frontera oriental de la OTAN. Además, los aranceles generales propuestos y las tensiones entre Estados Unidos y China probablemente perjudiquen a los socios comerciales de la región, pero podrían beneficiar indirectamente a Europa al convertirla en un destino de inversión más atractivo por su relativa estabilidad política.
En la región de Asia Pacífico, los flujos comerciales y de inversión podrían desviarse aún más de China a medida que Estados Unidos reduzca sus inversiones en sectores estratégicos, lo que afectaría negativamente la economía china y, en consecuencia, frenaría el crecimiento regional. Sin embargo, este cambio podría beneficiar a India y a los países de la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (Asean por sus siglas en inglés). La continua polarización entre Estados Unidos y China también podría exacerbar las divisiones geopolíticas en la región y aumentar los riesgos de interrupción del suministro global de semiconductores.
Las medidas de política fiscal prometidas en la campaña exacerbarían los riesgos fiscales
Ante la falta de medidas políticas que ayuden a limitar el déficit fiscal, el deterioro de la fortaleza fiscal del gobierno federal afectará cada vez más al perfil crediticio soberano de EE. UU. Debido a las políticas fiscales que Trump prometió durante su campaña y la alta probabilidad de que se aprueben debido a los cambios en la composición del Congreso, los riesgos para la fortaleza fiscal de Estados Unidos han aumentado.
Durante su candidatura, Trump propuso extender la Ley de Empleos y Reducción de Impuestos (TCJA, por sus siglas en inglés) de 2017, eximir de impuestos las horas extras y las ingresos por propinas, reducir la tasa de impuesto sobre la renta corporativa al 15 % y eliminar los impuestos a la renta sobre las prestaciones del Seguro Social. Para financiar estos recortes de impuestos, Trump propuso un arancel general de importación del 10 %-20 % y aranceles específicos de hasta el 60 % para las importaciones procedentes de China. Estimamos que el efecto neto de las políticas propuestas por Trump sería un aumento significativo de la deuda y el déficit fiscal federal anual.
El Comité para un Presupuesto Federal Responsable (Committee for a Responsible Federal Budget), una organización independiente y no partidista que se centra en la política fiscal de Estados Unidos, estimó que las propuestas de Trump añadirían $7.7 billones a la deuda federal proyectada hasta 2035, según su escenario central, que resultan de $10.4 billones en medidas que aumentan el déficit, $3.7 billones en medidas que reducen déficit y $1.05 billones en costos por intereses. El modelo presupuestario de Penn Wharton estimó que las políticas propuestas por Trump aumentarían el déficit primario en $4.1 billones durante la próxima década. Ampliar el ya elevado déficit fiscal federal en ese orden de magnitud exacerbaría la débil asequibilidad de la deuda, nuestra principal medida de fortaleza fiscal de Estados Unidos.
El límite de deuda federal se restablecerá a principios de 2025. Resolver el límite de deuda para financiar el déficit fiscal y mantener la estabilidad del mercado financiero será fundamental para el soberano. Esperamos que se resuelva el límite de la deuda y que el gobierno estadounidense continúe cumpliendo sus obligaciones de deuda de forma oportuna y plena.
Incluso antes de las elecciones, esperábamos que la política comercial mantuviera una trayectoria proteccionista. Sin embargo, las políticas comerciales propuestas por Trump, incluidos los aranceles generales a las importaciones, probablemente sean más disruptivas, aumenten los riesgos para el crecimiento global y puedan generar represalias por parte de los socios comerciales. Las medidas proteccionistas podrían interrumpir las cadenas de suministro globales y afectar negativamente a los sectores que dependen de materiales y bienes importados, como la manufactura, la tecnología y el comercio minorista.
Además, los cambios en las políticas industriales nacionales que apoyen a los sectores afectados del país y creen capacidad de fabricación local (además de las medidas comerciales de represalia) tendrían efectos tanto positivos como negativos en varios sectores, sobre todo en la industria manufacturera.
A pesar de las políticas inmigratorias propuestas por Trump y de la incierta aplicación de las deportaciones masivas que mencionó, la posible implementación de políticas más radicales que fueron centrales en su campaña es un riesgo clave. Es probable que Trump aplique políticas inmigratorias más agresivas, incluyendo el aumento de las deportaciones, la construcción de barreras adicionales en la frontera, regulaciones más estrictas de visado y menos concesiones de asilo. Si bien estas políticas tienen como objetivo reducir la inmigración no autorizada y priorizar la inmigración legal basada en el mérito, podrían provocar una escasez de mano de obra en sectores que dependen mayormente de la mano de obra de inmigrantes, como la agricultura, el comercio minorista, la hotelería, la construcción y la atención médica.