La victoria de Trump y los posibles impactos para la economía y los mercados

Actualizado
  • 11/11/2024 00:00
Creado
  • 10/11/2024 18:06
Se prevé que la semana bursátil comenzará con cierta volatilidad, que se mantendrá durante un tiempo, mientras se va esclareciendo en qué medida Trump aplicará sus políticas anunciadas, que conllevan bajadas de impuestos y adopción de aranceles en las importaciones de productos extranjeros, lo que podría arrastrar a una guerra comercial

Tras la victoria de Donald Trump, la semana pasada, los mercados financieros en Estados Unidos como el Dow Jones, el S&P 500 y el NASDAQ se dispararon hacia máximos, reflejando un impulso financiero inicial positivo.

Y es que los analistas consideran que la victoria del republicano conlleva implicaciones para la economía, la política monetaria y las relaciones geopolíticas. Así, todo parece indicar que la semana bursátil comenzará con cierta volatilidad, que se mantendrá durante un tiempo, mientras se va esclareciendo en qué medida Trump aplicará sus políticas anunciadas, que conllevan bajadas de impuestos y adopción de aranceles en las importaciones de productos extranjeros, lo que podría arrastrar a una guerra comercial.

En una publicación de EFE, el analista de Allianz Global Investors Hans-Jörg Naumer, estimó que es posible que el mercado experimente una mayor volatilidad en las próximas semanas, aunque precisó que el “panorama técnico es estable”, a lo que se une que los indicadores de riesgo sugieren un entorno “relativamente positivo”.

Por su parte, el analista de Retro Magnum Sicav en Quadriga José Lizán subrayó que el punto de interés se centra en las medida que va a tomar la administración americana y cómo puede afectar a la inflación dentro de medio año o un año.

Desafíos, oportunidades y el futuro del comercio

La firma global de Marketing y Corporate Affairs, LLYC, por su lado, profundizó en los posibles impactos de las políticas del nuevo gobierno en su informe “2024 U.S. Election: Impact on Business for the North American Region”, analizando los cambios que enfrentará el sector privado en ámbitos clave como el energético, la salud y el financiero.

En línea con su partido, se prevé que Trump impulse políticas republicanas centradas en la reducción de impuestos corporativos y la desregulación para estimular la manufactura y la inversión dentro del país. De acuerdo con el documento, este enfoque abarca la eliminación de restricciones a la energía, salud y manufactura, lo que podría incrementar preocupaciones ambientales y desafíos de sostenibilidad.

A la vez destacó que la falta de inversión en tecnologías verdes y el incumplimiento de regulaciones ambientales también exponen a las industrias a riesgos operativos y de reputación si no se adaptan a estándares internacionales más estrictos.

En el ámbito comercial, añadió, la tendencia será hacia una postura proteccionista que buscará modificar acuerdos y aplicar aranceles para impulsar la producción local, siguiendo la política “America First”.

A su juicio, el aumento potencial de los aranceles en sectores clave como la industria automotriz y textil podría impactar negativamente a las empresas con cadenas de suministro globales o aquellas que operan dentro de América del Norte.

Además, el enfoque aislacionista en las políticas comerciales puede presentar retos adicionales para aquellas empresas que dependen de mercados internacionales, como las firmas tecnológicas y farmacéuticas.

Advirtió que estas empresas que dependen de la colaboración global y las cadenas de suministro internacionales, podrían encontrar dificultades para mantener sus operaciones y alianzas estratégicas en un contexto global cada vez más fragmentado.

No obstante, señaló que ante los cambios que se avecinan en la política exterior estadounidense, el acuerdo del T-MEC garantiza acceso a mercados, establece estándares laborales y ambientales, y fortalece las cadenas de suministro transfronterizas en Norteamérica.

Destacó que capítulos clave del tratado, como la facilitación aduanera, la protección de inversiones y el comercio digital, proporcionan un marco de estabilidad y seguridad jurídica esencial para los negocios en EE. UU., México y Canadá. “En un entorno de constante cambio político, el T-MEC representa una garantía de estabilidad y crecimiento para las empresas de Norteamérica. Este acuerdo no solo protege las inversiones y asegura el acceso a mercados clave, sino que también refuerza nuestras cadenas de suministro y establece un marco de colaboración que trasciende las diferencias políticas. Para las empresas, contar con esta certidumbre es fundamental en un contexto de transformación”, dijo Mundo Montes de Oca, director de Asuntos Públicos en LLYC México.

Con respecto al nuevo gobierno en EE.UU., Lizán dijo que probablemente haya un shock inflacionista de cara a 2025” en Estados Unidos. El martes 12 se conocerá el índice de optimismo económico del IBD/TIPP de noviembre y las expectativas de inflación de los consumidores de octubre, además se celebrará una subasta de deuda pública a 3 y 6 meses.

Un día después, el miércoles 13 saldrá el dato más esperado de la semana en EE.UU., el IPC de octubre; y ya el jueves 14 se conocerán las solicitudes de desempleo, y el índice de precios de producción (IPP) del mes pasado; mientras que el viernes se publicarán las ventas minoristas y el Índice de Precios de Importación (IPRIM).

Lizán también se refirió al precio del crudo y consideró que es “muy complicado” que el barril de petróleo se vaya a los $100, y duda de que suba hasta que no haya una reactivación de la demanda final, sobre todo en China.

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