Este domingo 16 de febrero se efectuó en el boulevard Panamá Pacífico el XXV Festival de Cometas y Panderos, organizado por Aprochipa.
Migrantes claman por sus vidas; 171 han aceptado la repatriación voluntaria
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- 19/02/2025 00:00
- 18/02/2025 18:57
En un hotel de la ciudad de Panamá permanecen confinadas 299 personas, traídas en aviones militares desde Estados Unidos, con destino por definir. El New York Times reportó que hubo un intento de suicidio y una persona que se rompió la pierna tratando de escapar, mientras que la agencia de noticias EFE relató cómo familias con bebés, niños y adultos mayores pedían ayuda. Temen por su vida si son devueltos a su país de origen. Una joven vestida de traje blanco escribió en un papel: “Salven a las niñas afganas”.
El ministro de Seguridad, Frank Ábrego, manifestó que Panamá asumió la custodia temporal de estas personas.
“Lo que acordamos con el Gobierno de Estados Unidos es que ellos quedan y están bajo la custodia temporal nuestra para su protección, pero la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) es la responsable de la repatriación a sus países”, apuntó Ábrego.
En esa misma línea se pronunció el defensor del Pueblo, Eduardo Leblanc. “Bajo el derecho internacional, el derecho humano, ellos están bajo toda responsabilidad del Gobierno de la República de Panamá, porque están en nuestro suelo patrio”, explicó.
Leblanc hizo un hincapié en un punto clave. Estas personas no tienen un estatus migratorio; están en el limbo. “Se recomienda que el Servicio Nacional de Migración emita una resolución donde se les dé un estatus a las personas del territorio panameño mientras se gestionan los procedimientos de repatriación o reasentamiento”, aconsejó Leblanc. Esta resolución puede ser de no admisión al territorio de Panamá o una estadía de corta duración. Esto lo basamos en el artículo 16 de la Convención de los Trabajadores Migrantes que establece que los Estados deben garantizar la prohibición contra expulsiones arbitrarias y proporcionar un marco legal claro para las personas en tránsito”, concluyó.
De acuerdo con el ministro de Seguridad, 171 personas ya han aceptado la repatriación voluntaria a sus países y que no se tiene prevista la llegada de más vuelos. “No hemos acordado nuevas llegadas de personas deportadas de Estados Unidos. Durante esta semana, de 20 a 25 personas irán abandonando nuestro país”, acotó.
Sobre los reportes del New York Times, Ábrego negó que alguien se hubiera roto la pierna, y aseguró que solo se torció el tobillo en una escalera y dijo que se enteró del intento de suicidio por la publicación del medio estadounidense.
En el hotel está prohibida la entrada de periodistas o personas no autorizadas. La Estrella de Panamá pudo evidenciar cómo grupos de personas eran movilizados dentro del hotel, vigilados de cerca por personal de Migración y la Policía Nacional. Se han presentado reportes de personas que no tienen libertad para movilizarse libremente o tener acceso a la comunicación y asesoría legal.
“La Asociación de Residentes y Naturalizados de la República de Panamá (Arena) rechaza la forma de atención que se les está brindando a los extranjeros que está recibiendo Panamá mediante el acuerdo de entendimiento entre nuestro país y Estados Unidos”, declaró Rafael Rodríguez, presidente de esta organización. “Consideramos que deberían buscar un espacio más amplio y que se les respeten sus derechos humanos y de movilización”, concluyó.
La Defensoría del Pueblo visitó el sitio y conversó con las personas. “Las familias están viviendo juntas en el hotel, tienen acceso a temas lúdicos los niños y están bajo la protección del Ministerio de Seguridad a través del Sistema Nacional de Migración. Decir que les están violando sus derechos en estos momentos es algo prematuro”, manifestó el ombudsman. Sin embargo, sí emitieron una serie de recomendaciones a las autoridades panameñas. Entre ellas está la regularización temporal del estatus migratorio, garantizar el derecho a la protección institucional, la protección integral de niños, niñas y adolescentes, la verificación de vínculos familiares y el establecimiento de un protocolo para la recepción de los vuelos de repatriación con la presencia de instituciones como la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia e Infancia (Senniaf).