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- 08/06/2010 02:00
- 08/06/2010 02:00
PANAMÁ. La contaminación con fibra de vidrio tiene sin dar clases a más de 2 mil 500 estudiantes de tres escuelas públicas de la provincia de Veraguas, en medio de la preocupación de padres de familia de estos planteles ante la posibilidad de que sus hijos pierdan el año lectivo 2010.
De estos casos, la peor parte la lleva hasta ahora los cerca de mil 500 estudiantes de la escuela primaria y el Primer Ciclo de Atalaya, en donde las instalaciones ayer cumplieron siete semanas de estar cerradas, porque aún no se han culminado los trabajos de limpieza del techo y reparación del cielo raso.
Otro de los planteles en donde se suspendieron las clases desde el pasado jueves es la escuela primaria Miguel Alba, del distrito de Soná, en donde un estudio del departamento de ingeniería del Ministerio de Educación (MEDUCA) determinó que el plantel está contaminado con fibra de vidrio y el edificio no puede seguir utilizándose hasta que se realice una limpieza y descontaminación.
María Pimentel, directora de esta escuela dijo que en este colegio son mil 22 estudiantes los afectados con la pérdida de clases, aunque entre la comunidad educativa se tratará esta semana de distribuir módulos de estudios para que los estudiantes puedan trabajar en casa.
Ayer lunes, también los padres de familia de la escuela primaria de La Raya, de Santamaría reportaron que las labores de limpieza del plantel no se han terminado y el mismo sigue cerrado, lo que ha obligado a los educadores a utilizar los garajes de algunas residencias para impartirle clases a los estudiantes antes que pierdan el segundo bimestre.
Por su parte, Rodrigo Andrade, director regional del MEDUCA, respondió que en los casos de las tres escuelas se ha tratado de establecer el sistema de módulos para que los docentes puedan seguir con los planes de estudio, mientras se reabren los planteles, toda vez que el ministerio ha incrementado el personal para realizar las limpiezas de estos colegios cerrados y poder reanudar clases.
Por otro lado, personal del MEDUCA, realizó el pasado fin de semana una inspección en el colegio Rafael Quintero Villarreal, de Ocú, para conocer los adelantos de los trabajos de mantenimiento que se ejecutan en el plantel y donde se pudo percibir avances significativos, no solo en las reparaciones de techos y cielo rasos que era lo que se tenía programado en principio, sino también, en el sistema eléctrico obsoleto, que data de unos 40 años atrás, pintura, cambio de ventanas, desmonte, entre otros.