El FAD, un tercer intento por consolidarse en el panorama político

Actualizado
  • 11/12/2024 00:24
Creado
  • 10/12/2024 19:09
El FAD, en su tercer intento como partido político, busca posicionarse como una opción real en un sistema dominado por grandes partidos. Los expertos subrayan la importancia de diversificar su base y su oferta electoral

Por tercera vez en su historia, el Frente Amplio por la Democracia (FAD) consiguió los requisitos necesarios para constituirse como partido político en Panamá.

Este llega tras superar el mínimo requerido de 45.503 adherentes establecidos por la norma electoral establecida por el Tribunal Electoral (TE), consolidándose como una alternativa en un panorama político dominado por partidos tradicionales.

Analistas políticos consultados destacan las fortalezas y desafíos del FAD en este nuevo capítulo de su trayectoria.

El analista político Javier Ordinola atribuye el éxito del FAD a un creciente descontento con los partidos tradicionales.

“Al FAD no se le hace difícil constituirse como partido político. Hay descontento con el desempeño de los partidos tradicionales y muchos panameños se identifican con su discurso”, afirmó Ordinola, subrayando que el partido ha sabido canalizar el desencanto de sectores vulnerables y trabajadores organizados.

Por su parte, José Eugenio Stoute, también analista político, destaca la constancia del FAD en su esfuerzo organizativo como un elemento clave para su tercera reinscripción. “La constancia en el esfuerzo organizativo es lo que explica el éxito en su tercera reinscripción como partido político legal”, expresó, señalando que el FAD ha demostrado resiliencia frente a las adversidades políticas y estructurales que enfrenta un partido emergente en Panamá.

Aunque el FAD logró un importante avance, ambos analistas coinciden en que su discurso debe evolucionar para alcanzar a nuevos sectores de la población.

Ordinola sugiere que el FAD debería enfocarse en atraer a la clase media trabajadora y no limitarse a los sindicatos y organizaciones de trabajadores.

“El discurso cala entre la población más vulnerable, pero debe redirigirse a otros sectores. Es necesario incluir a la clase media trabajadora y otros grupos, especialmente en tiempos electorales”, sostuvo.

Stoute refuerza esta idea al señalar que la adecuación del discurso al nivel de conciencia de la población será clave para su permanencia.

“La lucha por construir credibilidad y confianza política dependerá de propuestas que superen la crítica y ofrezcan soluciones en positivo”, explicó.

Además, advirtió sobre la necesidad de posicionarse como una opción confiable en un entorno donde los partidos grandes dominan la percepción política.

A pesar de que las elecciones generales de 2029 parecen lejanas, los analistas enfatizan que el FAD debe prepararse desde ahora para asegurar su subsistencia como partido político.

Ordinola destaca la importancia de presentar una oferta electoral amplia, que abarque todos los cargos disponibles.

“Un elemento a considerar para su subsistencia sería la oferta electoral a todos los cargos a elegir. Deben haber aprendido de las dos experiencias pasadas”, opinó.

Stoute también subraya la importancia de que el FAD logre construir credibilidad, destacando que Panamá y Paraguay son los únicos países en América Latina sin partidos de izquierda con una implantación significativa.

“Esto representa tanto un reto como una oportunidad para el FAD, que debe aprovechar el espacio político vacante para consolidarse como una alternativa real”, dijo.

El regreso del FAD como partido político amplía el espectro de opciones en un sistema político caracterizado por la hegemonía de grandes partidos como el PRD, Realizando Metas y el Partido Panameñista. Según datos de la Dirección Nacional de Organización Electoral (DNOE), más de 1,5 millones de panameños están afiliados a partidos políticos, mientras que cerca del 48 % del electorado no está inscrito en ninguno.

El FAD encara un camino lleno de desafíos, pero también con oportunidades significativas para consolidarse como una fuerza política viable. La experiencia acumulada en sus intentos previos puede ser una ventaja estratégica, siempre que el partido logre aprender de sus errores y adaptarse a las demandas de un electorado diverso y complejo.

Como señaló Eugenio, “la credibilidad de sus propuestas será determinante”. Por su parte, Ordinola enfatiza que “el discurso debe ser redirigido a sectores más amplios de la población”. Ambos coinciden en que el FAD tiene un rol importante que desempeñar en el futuro político del país, pero su éxito dependerá de su capacidad para trascender sus bases actuales y convertirse en una opción inclusiva y representativa.

El Frenta Amplio por la Democracia inició la inscripción en el 2020
El regreso
El FAD superó los 45.503 adherentes exigidos por la ley electoral.
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