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- 11/12/2024 00:23
- 10/12/2024 18:51
El extremo venezolano Jefferson Savarino se ha posicionado como uno de los mejores jugadores del continente en 2024 por su notoria contribución a la conquista de la Copa Libertadores y el Brasileirao (la liga brasileña) con el club Botafogo, elevando su cotización internacional y reafirmando las cualidades que ya había expuesto durante el periodo en el que jugó para el Real Salt Lake en la liga estadounidense (MLS).
Hoy, Savarino podría sumar puntos en su memorable 2024 si continúa prolongando el exquisito momento futbolístico que atraviesa, contribuyendo a que el ‘Fogao’ gane el duelo ante el Pachuca de México, que abre en Doha, Catar, el tramo final de la Copa Intercontinental de Clubes, encuentro que la FIFA ha denominado el Derby de las Américas al enfrentar a los representantes de la Conmebol y la Concacaf.
El triunfo le permitirá al vencedor continuar en la carrera por el título, al clasificarles para enfrentar al equipo egipcio Al Ahly en los play-off (semifinales) el próximo sábado, cuyo resultado dará el segundo finalista del torneo, al cual espera el Real Madrid, ya clasificado a la final.
Savarino se convirtió en el segundo jugador venezolano en alcanzar la Libertadores después de Alejandro Lobo Guerra, quien la logró en 2016 con Atlético Nacional de Colombia.
Para poner en evidencia el momento dulce de Savarino, en el que viene exponiendo su aporte al funcionamiento colectivo, gran parte de la creatividad ofensiva del Botofogo pasó por sus botas en la Copa Libertadores, la cual obtuvieron por primera vez en su historia el 30 de noviembre pasado.
A lo mostrado en la Copa Libertadores hay que sumarle además el recorrido en la Serie A, llamada Brasileirao, en donde la cuota de goles suyos, aportada en los últimos y decisivos partidos de una competición que no ganaban desde 1995, es elocuente. Anotó el segundo gol en la victoria 3-1 sobre el Palmeiras, en la fecha 36 de 38, que desplazó al Palmeiras al segundo lugar y así alcanzar el liderato faltando dos jornadas.
Convirtió el gol con el que se impusieron 1-0 ante Internacional, en la penúltima fecha, para preservar la distancia de 3 puntos con el Palmeiras, y fue suyo el primer gol en la victoria 2-1 del Botafogo sobre el Sao Paulo, en el partido que los consagró campeones el domingo. Por lo logrado por el equipo y su aporte, la fanaticada del Botafogo le ha llamado eufóricamente Savaliso, Savalindo, y exagerando hasta decirle SavaDios.
Savarino abandonó Estados Unidos en 2020 rechazando la extensión del contrato que le proponía el Real Salt Lake, de aproximadamente $1.5 millones de dólares por temporada; querían retenerlo en sus filas por su destacado rendimiento en la liga. Como jugador designado tuvo un registro sobresaliente: 21 goles y 21 asistencias en 82 partidos en la temporada regular. Estuvo allí de 2017 a 2019.
El RSL era dueño de su pase y aceptó la propuesta que hizo por él el club brasileño Mineiro, de 2 millones de dólares por la transferencia; era la misma cifra que habían pagado al club venezolano Zulia FC para hacerse con sus servicios en mayo de 2017. Aunque los estadounidenses incluían una cláusula que estipulaba que, si Mineiro lo vendía en el futuro, el Salt Lake tenía derecho al 40 % de la tarifa de transferencia.
Al fútbol brasileño llegaba de la mano de su compatriota Rafael Dudamel, quien en ese momento era el entrenador de Mineirao y tenía muy buena química con Savarino, pues era quien lo había convocado a la Selección de Venezuela cuando era su entrenador, sumando Savarino 13 partidos internacionales entonces con la Vinotinto. Dudamel se iría en febrero de 2020.
Con el Atlético Mineiro, Savarino, en su segunda temporada (2021), fue campeón del Brasileirao, la Copa Brasil y el Campeonato Mineiro. En el comienzo de 2022 repite Campeonato Mineiro y ganan la Supercopa de Brasil, pero a mediados de ese año regresa al estadounidense Real Salt Lake con un contrato que lo amarraba hasta 2025.
Un contrato que fue interrumpido por el multimillonario empresario estadounidense John Textor, propietario del conglomerado Eagle Football Holdings, quien dio el ok para que Savarino llegara, en enero de este año, a Botafogo, con un contrato vigente hasta diciembre de 2026.
Textor se había convertido desde el 24 de diciembre de 2021 en el mayor accionista de Botafogo, al adquirir el 90 % de las acciones. El 2024 está siendo para este empresario el mejor ciclo de su gestión en tierra brasileña, uno de sus aciertos ha sido la contratación de Savarino para potenciar al club ofensivamente.
Como son las peculiaridades del fútbol, Savarino se coronó campeón de la Libertadores jugando contra el Mineiro, el equipo que le había abierto las puertas del fútbol profesional en Brasil. Ha resaltado en un país que es insigne en el fútbol mundial por su calidad, talento, creatividad, cinco veces campeón del mundo y que no deja producir año tras año jugadores principalmente para el fútbol europeo.
El aporte de Savarino a la selección venezolana ha sido importante en esta eliminatoria para el mundial 2026, con 2 goles y 2 asistencias en 9 partidos, pero todavía no alcanza los niveles de trascendencia que ha marcado en los clubes profesionales en los que ha jugado.
Ahora, tiene que dar muestras de estar a la altura de la presión, cada vez mayor, que tienen los seguidores del ‘Fogao’ sobre sus prestaciones en el campo de juego, confiados en que Botafogo llegará a la final; algunos se han desplazado hasta Doha para seguirlo en la Intercontinental. De perder hoy ante el Pachuca, no será un fracaso, aunque sí se verá como la nube gris que le restó resplandor a un año que viene siendo luminoso para el club y Savarino. Esto sería contra los pronósticos que se decantan por Botafogo, del cual Sevarino es una carta fija en su alineación titular.