• 24/02/2012 01:00

Luego de la tregua

El conflicto entre el pueblo ngäbe buglé y el gobierno sigue sin acuerdos tras la breve tregua de Carnaval. Las posibilidades de que se ...

El conflicto entre el pueblo ngäbe buglé y el gobierno sigue sin acuerdos tras la breve tregua de Carnaval. Las posibilidades de que se avance en algo antes del lunes próximo son prácticamente nulas. Esta calma se sostiene con gran fragilidad, en parte porque la clase política no está participando con sentido de oportunidad histórica y responsabilidad sobre los grandes temas nacionales que requieren de consenso y concertaciones. Con la automarginación que practican dejan de manifiesto la estrecha visión de país que poseen y el oportunismo que los caracteriza. Y cuando faltan pocos días para que se retome el agónico diálogo, sería lógico que la Iglesia católica no desfallezca y apele una vez más al liderazgo de monseñor Lacunza y otros grupos sociales para que se fortalezcan nuevas instancias de participación. El problema de la falta de acuerdo, específicamente en el difícil caso de la hidroeléctricas, no se resolverá con posiciones inamovibles ni con exclusiones de los participantes, sino con posiciones compartidas con amplios grupos sociales.

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