Una huelga inoportuna

Cuando pensábamos que el trauma con que recibimos el año 2014, ante el ultimátum del Consorcio GUPC y la posterior paralización de las obras de ampliación del Canal de Panamá, había sido superado, luego del acuerdo entre el contratista y la ACP con el aval de la aseguradora Zurich, la huelga declarada por el Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares, Suntracs, vuelve a detener los trabajos. Son muy malas noticias para Panamá, pues ahora el Consorcio podría alegar que esta huelga le ha representado pérdidas cuantiosas y además podría retrasarse aún más, con los consecuentes perjuicios para todos los panameños. Reiteramos el llamado a la reflexión de la dirigencia del gremio obrero. La industria de la construcción ha sido uno de los motores principales en el crecimiento que ha tenido nuestro país, pero la reversión del Canal a manos panameñas fue, quizá, el principal impulsor del despegue económico. Los ingresos que se inyectarán a la economía con el Canal ampliado, podrían representar, bien administrados, la diferencia entre ser un país en vías de desarrollo y pasar a la lista de los países del llamado Primer Mundo. Ojalá, en este conflicto obrero laboral, se ponga el futuro de la Nación por encima de todo.